Capítulo 9

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Gulf utilizó todas las posibilidades que se le ocurrieron, le faltaba invadir el sistema informático de la policía de Nueva York para trazar la genealogía de su madre. No es que los antecedentes penales fuesen de mucha utilidad en los registros de la policía, pero después que las webs de genealogía estuvieron vacías, fue necesario mirar fuera de la caja.

Durante todo el tiempo, Eiji mantuvo su mano en el brazo de Gulf, para el desdén de Mew, y así ver si podía canalizar en sus lecturas maternas.

No encontró nada más allá de la tercera generación. Era como si el árbol genético hubiese sido limpiado. No encontró nada.

Gulf tuvo que leer y releer el árbol genealógico del libro que Mew había pedido a Kole para llevar con él, con la letra cursiva de su madre, eran los nombres de su madre, abuela, y su bisabuela. Entonces nada.

Y estos nombres no aportaron nada.

―Nacieron en Escocia ―Gulf dijo, pensando en voz alta― ¿Podemos intentar en los viejos registros de la iglesia de la zona, o los datos del censo? ―rápidamente escribió en la búsqueda de fechas de cuentas en Escocia― hubo un censo en 1901. Si cruzamos referencia de nombres...

Sus palabras fueron cortadas cuando su padre, obviamente molesto, salió de la habitación. Con un profundo suspiro, Gulf empujó el ordenador portátil lejos y le siguió. Lo encontró en la pequeña cocina, haciéndose a sí mismo una taza de té.

―¿Papá?

Kole dejó la olla y negó con la cabeza.

―Sé que puede explicar alguna cosa, Gulf. Pero ¿Para qué? Esto no cambia nada.

―Porque entonces lo sabré ―dijo Gulf― algo no está bien en mi composición, padre. Algo que hace mi sangre especial, algo que afecta a Mew. ¿No te molesta?

Kole enfrentó a su hijo.

―Por supuesto. Pero no la traerá de vuelta.

―No, eso no pasará ―Gulf dijo en voz baja― pero podría salvar mi vida. O la de Mew. Y eso es algo que puedo hacer, Papá. Si puede salvar a Mew, entonces tengo que hacerlo.

Gulf levantó la vista para encontrar a Mew de pie en la puerta. Se acercó lentamente, dando a Gulf una pequeña sonrisa.

―Tu padre tiene razón ―Mew dijo, tomando la mano de Gulf— esto no cambia nada. Creo que tu teoría sobre la combinación de linaje de vampiros tiene credibilidad. Es absurda y fantástica, pero no más que cualquier otra cosa que encontraste. Eso explica muchas cosas, y por más que tratemos de buscar las respuestas, no habrá ninguna. Nunca hubo una llave humana antes, por tanto, desenterrar los recuerdos de tu madre, sólo servirán para alterar a tu padre.

Gulf suspiró otra vez y miró al suelo.

―Está bien. Lo sé. Lo siento, papá.

Kole le dio una sonrisa triste.

―Todo bien, Gulf. Pero gracias, Mew.

―¡Aquí! ―Eiji dijo, apareciendo de repente en la cocina con un viejo, viejo libro abierto en la mano― en el siglo IX, hubo un registro de un niño en Jacarta que no tenía linaje del pasado o futuro cuando fue tocado por un lector... ―Eiji hizo una pausa y miró a Gulf y Kole explicando. ―... Al igual que yo. Me llaman lector. Este niño no tenía pasado, ni futuro. ¡Su madre dijo que había sido seducida e impregnada por un incubo!

―¿Su madre vivió? ―dijo Mew.

―Bueno... ―Eiji hizo una mueca― ...sobrevivió al nacimiento, sí. Pero los mataron a los dos enseguida. No les gustó lo desconocido, al parecer, pero fue documentado.

La Llave de Mew-Libro 2-MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora