[Capítulo 1]

311 38 1
                                    

Akira había tenido mellizos, una hermosa niña y un fuerte varón. Los cuales ahora ya tienen 5 años.

Samuel dice haberse enamorado de su esposa con el tiempo, pero tanto el como sus amigos saben que eso no es verdad. Solo se acostumbro a aquella relación que con el paso de los días se iba haciendo cada vez más monótona.

Entre semana iba a dejar a sus hijos en la escuela, para después irse a trabajar y regresar por la noche para cenar con su familia. Mientras que los sábados y domingos intentaba pasar tiempo de calidad con los niños, cosa que a pesar de todo se le daba bien.

Las salidas con sus amigos fueron disminuyendo, pues Akira siempre encontraba una buena manera para hacer que se quedara con ella en casa.

Estaba cansado, quería algo que lo hiciera sentir diferente. Y así pasó.

Era fin de semana, ayudaba con la limpieza de su hogar mientras que su esposa ayudaba a los niños con las tareas. Cuando estaba terminando de limpiar la enorme mesa de cristal que se encontraba en el comedor, el timbre resonó por todo el lugar. Solo escucho como desde el segundo piso Akira le pedía que abriera la puerta.

Dejo el plumero en la mesa para ir a la puerta de entrada, encontrándose con su mejor amigo después de tanto tiempo sin verse.

- ¡Hombre Willy! ¿Qué haces aquí compañero?
- ¿No puedo ver a mi mejor amigo sin avisar?-Preguntó con sarcasmo, aunque no dejó que su amigo respondiera puesto que siguió hablando.- En visto de que no revisas redes sociales, ni los mensajes o señales de humo. Vengo a decirte que me caso.
- Ja... Ya en serio, ¿Qué quieres?- El castaño se recargo en el marco de la enorme puerta, viendo al contrario con los brazos cruzados.
- Te estoy diciendo la verdad, tú y tu familia están invitados a la boda. -Dijo mientras sacaba una linda invitación en sobre blanco de su sudadera.- Pero esto no es a lo que venía principalmente.

El más alto tomo la invitación, leyendo las iniciales que tenía escritas el sobre. "G & C".

- ¿Una C? ¿Quién es?
- Se llama Cristina, la vas a adorar... Pero no la adores demasiado.-Dijo como broma.

Ambos rieron, a la vez que Samuel movía la cabeza como señal para que el albino pasara, pero este negó rápidamente con la cabeza.

- No gracias, no le caigo bien a tu esposa.
- Ay que cosas dices, como no le vas a agradar...
- No importa, a lo que venía en verdad era a invitarte a... -Miro hacia los lados, asegurándose de que nadie viniera, para volver a hablar en susurros.- A mi despedida de soltero.
- Uy... Pues no sé yo si pueda ir, ¿Dónde será?
- No lo sé, Fargan la esta organizando.
- ¿Fargan?
- Ah sí, como mi mejor amigo no estaba libre ni los fines de semana, me busque a un compañero de aventuras.
- En pocas palabras me reemplazaste.-Respondió en un tono "dolido".
-Se podría decir.- Ambos rieron.- ¿Pero entonces que dices? ¿Vienes?... ¿O te pega tu esposa?

El chico iba a responder, hasta que escucho un sonido detrás suyo que le hizo girar.

Era Akira, quien cargaba a su hija en brazos.

- ¿Porque te tardas tanto Sam? -Aun no había visto a Guillermo.
- Oh, es solo que Willy vino a invitarnos a su boda.
- ¿Boda?- Preguntó la rubia mientras se acercaba a los dos hombres, aun con niña en brazos.

Cuando Akira y Guillermo se vieron, ambos se sonrieron, aunque ambos no estaban siendo tan sinceros como aparentaban. A la rubia no le agradaba el mejor amigo de su esposo, pues este parecía siempre intentar alejarlo de ella. Y no es necesario explicar porqué Willy no era muy afectuoso hacia ella.

- ¿Le da permiso a Samuel de salir a jugar? -Preguntó burlón a la mujer, ganándose una mirada no tan positiva de Samuel.
- Ja ja... Que gracioso. -Respondió fingiendo una risa.- ¿Ahora a donde te lo quieres llevar?
- Vamos a ir a mi despedida de soltero, va a ser en mi casa y van a estar mis padres. -Respondió como si se tratara de un niño explicándole a la madre de su amigo.
- Ay, como si eso fuera real...

Parecía que las cosas no estaban yendo muy bien, y la pequeña se estaba quedando dormida, cosa que Samuel notó. Si no intervenía podrían molestar a su hija.

- Akira, cielo, solo es una reunión de amigos... Hace mucho que no salgo con ellos. -Dijo mientras colocaba su mano en la cintura de la chica, cosa que la puso nerviosa, pues Samuel no es muy afectivo. Al menos no con ella.
- Pero Sam... No me da buena espina...
- Por favor, ¿Puedes hacer eso por mi?- Preguntó de manera dulce, a la vez que juntaba su frente con la de ella, tomando en brazos a su ahora dormida hija.- Y prometo hacer la cena un mes entero.
- Hm... Trato hecho, pero te quiero aquí a las 12 en punto.
- ¿No puede ser a las 3? -Preguntó el albino, ganándose la mirada de los esposos.
- 11. -Respondió Akira.
- ¡Oye, eso no es justo!- Reclamó Guillermo, y antes de poder seguir hablando, se sorprendió por cómo Samuel le robaba un beso a la rubia.
- ¿A las 3?- Preguntó el pelinegro.
- A las 3...- Respondió su esposa.

"Wow..." Pensó el albino.

El siguiente sábado el grupo se encontraría de nuevo por la despedida de soltero a uno de los chicos, sin que Samuel supiera que eso cambiará toda su vida por completo.

.
.
.
.
.
.

✞ 𝐔 𝐍 𝐇 𝐎 𝐋 𝐘 [𝑅𝑢𝑏𝑒𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎] ✞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora