✞ 𝐔 𝐍 𝐇 𝐎 𝐋 𝐘 [𝑅𝑢𝑏𝑒𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎] ✞

[Capítulo 4]

Se recomienda escuchar de fondo "Chills (Dark Version)"
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Ruben estaba en el camerino que comparte con Quackity y Alexby. Preparándose para su última presentación de la noche. Estaba agotado y su cuerpo ya brillaba por el sudor.

Le dio un retoque ligero a su maquillaje, asegurándose de que no hubiera ninguna imperfección en su rostro o en general en él.

Escuchó como la gente de afuera aplaudía y aclamaba por más, dándole a entender que Quackity ya había terminado su presentación. Cuando se levantó para quitarse la bata que cubría su delgado cuerpo semi-desnudo, vio a su amigo entrando.

— ¡Ahhh, Dios! Estoy bien pinché cansado. — Dijo el chico más joven en forma de queja, a la vez que se acercaba a tomar de la botella de agua de Ruben.
— Pide permiso al menos cabron.— Le reclamo en modo de burla a su amigo.
— Nah, chinga tu madre... Hay un vergo de gente afuera eh, nomas te aviso.
— Uy... Así me gusta.— Respondió con tono burlón.

A Rubius le encantaba la atención, le gustaba que la gente lo mirara y deseara tenerlo, y que solo se quedara en eso. Deseo. Pues nadie podía ni siquiera tocarlo, no podían, eran de diferentes niveles. O al menos así lo veía él.

— Ya apúrate que se te pasa la entrada.— Le recordó el pelinegro e inmediatamente salió del camerino.

Estaba detrás del telón, escuchando como el presentador hablaba y comenzaba a anunciarlo.

Escuchar los gritos emocionados de las personas al saber que él seguía le erizaba la piel. Se sacudió un poco, colocó sus manos en su cintura y alzó un poco el pecho, sonriendo de oreja a oreja, pero sin dejar esa mirada juguetona.

El telón se abrió, y la música comenzó a sonar.

Caminó por la pasarela con lentitud, asegurándose que el movimiento de sus caderas fuera marcado. Al llegar al final, colocó su mano en el frío tubo de metal, sujetándolo con fuerza y firmeza.

Dio una vuelta caminando, asegurándose de revisar bien el panorama y cuanta gente le prestaba atención, haciendo que su sonrisa se ampliará por notar la mayoría de las miradas en su cuerpo.

Al terminar aquella vuelta y quedar viendo hacia el frente del escenario, recargo su espalda en el tubo, sintiendo la brusca diferencia de temperatura entre el metal y su piel caliente. Pero le gustaba.

Mientras que una de sus manos se sujetaba por encima de su cabeza, la otra lo hacía por debajo de la cadera.

En cuanto el primer cambio de ritmo se presento, bajo de golpe su cadera, quedando de cuclillas abiertas. Los gritos de emoción no se hicieron esperar.

Cerro sus ojos, dejando que su cabeza se moviera lentamente girando hacia delante, cuando el giro terminó abrió sus párpados.

Y entre la multidud, pudo encontrarse  por primera vez en la noche con unos atentos y brillantes ojos morados, viéndolo fijamente.

No sabía describir ese tipo de mirada, no estaba llena de lujuria ni deseo, parecía otra cosa... Pero no tenía tiempo para cuestionar eso.

Se levantó, manteniendo una de sus manos en el tubo. Caminó con lentitud hasta quedar por detrás del metal.

Movía sus caderas de adelante hacia atrás de manera lenta y sensual. Desde donde estaba podía ver mejor al ojimorado, tenía los labios semi-abiertos y podía sentir su mirada recorriendo su cuerpo de arriba abajo.

Aquella mirada volvía a subir, como si se asegurará de que todo eso fuera real. Y cuando los ojos de ambos se volvieron a encontrar, el castaño no pudo evitar sonreír malicioso al ver como el contrario parecía hipnotizadopor sus movimientos.

Lo que podría considerarse como el primer "drop" en la canción llegó, y por lo tanto su señal para comenzar con la presentación como tal.

Ambas manos se sujetaron lo más fuerte que podían del tubo, y con un pequeño empujón de sus piernas logró levantarse del suelo y comenzar a girar.

Sus piernas se mantenían juntas, sus manos subían poco a poco, haciendo que la distancia entre sus pies y el suelo fuera aumentando, dejando que su espalda fuera admirada por el público. Mientras que solo sonaba la música de fondo.

Cuando se volvió a escuchar una voz en la canción, bajo una de sus manos a la altura de su cabeza, permitiéndose a sí mismo girar y que ahora fuera su torso lo que resaltará ante las luces.

Dio un par de giros de esa manera, para luego alzar ligeramente su rodilla. Con eso pudo girar rápidamente y quedar de cara al tubo.

Sus piernas abrazaron el metal, mantenía una flexionada y la otra estirada. Solo una de sus manos sujetaba el tubo, mientras que su otro brazo se estiraba hacia el público, a la vez que su espalda parecía arquearse ligeramente.

Fue bajando lentamente, abriendo sus piernas para poder tocar el suelo de nuevo.

Pudo volver a escuchar aplausos, gritos y silbidos. Lo motivaba a seguir bailando a pesar de sentirse ya algo cansado de los brazos.

Dio una vuelta normal al rededor del tubo, tomándose unos segundos de descanso antes de continuar, no faltaba mucho para terminar.

Su mano volvió a sujetar el metal, ahora ya no se sentía tan frío. Una vuelta más y una de sus piernas abrazo el tubo, pudiendo así dar un giro inclinado. Y terminar de rodillas en el piso.

Se acostó boca abajo en el cristal que tenía función de suelo. Alzando y bajando unas cuantas veces su cadera, a la vez que golpeaba levemente en el piso con su puño.

Dio media vuelta, ahora quedando boca arriba. Estaba tan en la orilla que podía permitirse echar su cabeza hacia atrás, y quedar viendo al público.

Fue ahí cuando volvió a notar esa mirada, se fijo más en la persona que lo veía, sonriendo hacia él de manera traviesa. Alzó sus piernas y comenzó a moverlas al ritmo de la música, de manera lenta y con sensualidad.

Veía fijamente al hombre de suéter morado mientras seguía con la coreografía.

"Que suéter más feo, pero él está guapo." Pensó.

Cuando sonó el último "drop" de la canción se acomodo, quedando con su cuerpo recargado hacia un lado, estiro una de sus piernas y la mantuvo ahí durante unos segundos con ayuda de una de sus manos.

Se fue sentando en el piso, abrazando sus piernas, como su fuera un huevo. Su espalda daba hacia aquel hombre de suéter morado.

Tenía curiosidad por el tipo de expresión que tendría, así que discretamente giro su rostro, logrando ver la expresión embobada que tenía el otro. Era lindo de alguna manera.

El volumen de la música fue bajando lentamente, los aclamos de los clientes por más inundaban el lugar, y la voz del presentador sonó por los parlantes.

Rubius se fue levantando con cuidado, asegurándose de verse lo más sexy que pudiera mientras lo hacía. Caminando de nuevo al inicio del escenario y metiéndose detrás del telón.

Ya estando en su camerino, se estiró antes de sentarse en su lugar y comenzar a guardar para irse, ya ninguno de sus compañeros estaba ahí pues ya se habían ido a sus casas.

Cuando estaba a punto de quitarse el traje, llegó el dueño del lugar, su jefe. Este había tocado con sus nudillos la puerta de madera ya hasta que estaba dentro, recargado en el marco de la misma.

— ¡Ey, toca al menos, subnormal!— le reclamo, tapándose como pudiera con lo que tenía a la mano.— ¿Qué quieres? Ya me voy.
— Tienes un cliente prometedor esperandote en la sala VIP, ya después de eso te puedes ir.
— Mierda...

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Nota: WAA ME COSTO UN HUEVO ESTE CAP, ESPERO Q SE HAYA ENTENDIDO TODO GRASIAS POR TODO PERDÓN POR TAN POCO 😭😭🤙🏼