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—¡HYUUUUUUNG!— Gritó el pequeño pelinegro esperando a que su mayor despertara, llevaba por lo menos diez minutos tratando de que abriera los ojos pero no obtenía ningún resultado

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—¡HYUUUUUUNG!— Gritó el pequeño pelinegro esperando a que su mayor despertara, llevaba por lo menos diez minutos tratando de que abriera los ojos pero no obtenía ningún resultado.

El menor siguió gritando y moviéndolo hasta que por fin el mayor soltó un gruñido molesto ¿Por que debían despertarlo muy temprano?

—¿Qué pasa Jimin?— Tallo sus ojos para acostumbrarse ya que sentía que nuevamente se cerrarían.

—¡Hoy son las entrevistas! Hoy podemos tener la posibilidad de que alguien nos adopte.— El menor aún tenía el sueño de poder salir de allí junto con YoonGi, tener una familia y poder ir a una escuela normal.

—¿Qué te parece si dormimos y dejamos pasar estás entrevistas?— Años atrás le emocionaba el hecho de que ese día llegará, que alguien por fin lo acepara pero siempre terminaba en lo mismo... Quedarse en ese lugar, conforme fue creciendo evitaba ir para hablar con las parejas que querían adoptar a un niño, y no podía negar que también había ocasiones en los que ocultaba al menor, sabía que el podía ser tan encantador y por ende se lo llevarían dejándolo solo.

—¡HYUUUUUUNG! Por favor... Esta vez quiero ir.— Hizo un tierno puchero tratando de convencerlo.

Odiaba ser manipulado por Jimin ya que con sus pucheros podía convencerlo fácilmente.

—Solo esta vez... A la siguiente no iremos ¿Entendido?— Por fin se sentó en la cama, sus cabellos estaban algo revueltos mientras sus ojos aún luchaban por abrirse completamente.

—¡Si!— Corrió hasta la puerta de los dormitorios esperando al mayor, dejando que este se cambiara y se pusiera bonito, tenía la esperanza de que ese sería el día en que por fin podrían irse juntos.

Pasaron varios minutos hasta que alguien se colocó a su lado, al voltear pudo ver qué era YoonGi, tomo la mano de su mayor para jalarlo hasta donde se realizaban las entrevistas. Cuando llegaron pudieron observar a varias parejas, a los niños platicando con ellos, su pequeño corazón latía muy rápido mientras buscaba a alguien a quien acercarse.

Por el contrario YoonGi mostraba una cara totalmente sería, quería llevarse a su pequeño para que no lo vieran, para que no lo apartaran de él. ¿Qué pasaría si solo elegían a Jimin y no a él?

—¡Ahí!— Gritó emocionado Jimin al ver a una pareja entrar, sus miradas se paseaban por aquel cuarto así que el menor creía que no debían desaprovechar esa oportunidad. Jalo a YoonGi hasta que quedaron frente a esas dos personas.

—¡Hola! Mi nombre es Park Jimin y él es Min YoonGi, mi hermano.— Sonrió haciendo que sus ojitos se volvieran dos medias lunas, mientras su mayor movía levemente su cabeza en forma de saludo.

—¡QUÉ TIERNOS!— Mostró emoción al ver a los dos niños frente a ellos, pero si era sincera mostraba más interés hacia el pequeño niño de mejillas regordetas.

—Perdón, está emocionada.— Dijo el hombre a su lado mientras sonreía levemente.

Los cuatro caminaron hasta el patio para platicar más libremente, hablando de muchas cosas, riendo y jugando o al menos la mayoría de ellos. YoonGi mostraba una actitud a la defensiva, aún cuando no contestará de mala manera su actitud seca y amarga hacia que no le tomarán tanto en cuenta.

El tiempo se agotó haciendo que aquellas dos personas se levantarán al igual que los niños volviendo al interior del lugar, al día siguiente sabrían si los llevarían con ellos o no.
Se despidieron dejando a un pequeño Jimin emocionado y a un YoonGi preocupado.

—¿Viste sus rostros? Puede que sí nos adopten hyung— Abrazó al mayor escondiendo su pequeño rostro entre el pecho de este.

—Pero no te decepciones si eso no pasa, ya habrá muchas más oportunidades ¿Si?— Sabía que esos casos las probabilidades de ser adoptado podían variar, así que debía hacérselo saber al menor para que no se pusiera triste si no lo lograban.

—Lo se, pero siento que esta vez las cosas cambiarán.

El resto del día volvieron a sus actividades rutinarias, YoonGi nuevamente escabulléndose para dejar el dulce y ver aquella radiante sonrisa. El día parecía haber terminando bastante rápido.

Al día siguiente Jimin volvió a despertarlo, sabía que eso le molestaba a su mayor pero su emoción era más grande. El momento de saber la verdad había llegado.

Repitieron la rutina de todos los días, volvió a esperar a YoonGi en la entrada de los dormitorios, a tomar su mano para caminar por los pasillos, cuando estuvieron apunto de llegar al comedor a lo lejos vieron a aquella pareja hablando con la directora del orfanato, aquello le hizo saltar de felicidad, corrió hasta ellos para abrazarlos y estos los recibieron con los brazos abiertos.

—Hola.— Saludo YoonGi al llegar a ellos ya que él simplemente había caminado hasta ellos, estos parecieron ignorarlo ya que su atención estaba centrada en el más pequeño, eso le dio mala espina, quería quitar de los brazos de esas personas a Jimin, no quería que lo siguieran tocando, no quería que recibiera amor de otras personas aún cuando eso sonará totalmente egoísta.

—Park... Ve por tus cosas, hoy iras con tu nueva familia.— Está vez hablo la directora con una sonrisa. Park volvió a abrazarlos y desde los brazos de los que serían sus nuevos padres miro a su mayor.

—¡YoonGi hyung! Nos vamos a ir de aquí— Aplaudió con gran felicidad, pero al parecer el menor era el único que no había entendido.

—YoonGi aún va a quedarse aquí.— Volvió a hablar la encargada, los ojos de ambos niños se cristalizaron.

—No... No voy a dejar a YoonGi aquí.— Comenzó a negar con su cabeza mientras intentaba bajar de los brazos de ellos para abrazar a su "hermano".


"Su mundo se vino abajo ¿Qué se supone que haría sin su pequeño ángel? ¿Cómo iba a entregarle sus dulces si se iba? ¿Quién estaría con él en todo momento?"



𝑷𝒓𝒆𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐𝒔 [𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora