𝑷𝒓𝒆𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐𝒔 [𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓]

𝟙𝟘

—¡No quiero ir! ¡Quiero seguir durmiendo!— Desde hace un par de días tener que despertar a Jimin se había vuelto una labor difícil para YoonGi. Comúnmente cada vez que lo iba a ver por las mañanas se lanzaba a sus brazos, pero ahora cada vez que llegaba lo encontraba durmiendo o al menos eso fingía.

—Vamos Jimin, será divertido.— Tenia una idea del porque ahora se tardaba más en levantarse, sin embargo esperaría a que el menor lo aceptara o se lo pidiera.

—¡ÑO!— Tomo las cobijas cubriendo hasta su rostro sin tener intención de obedecer.

—Uno...— El pálido comenzó a contar dándole la advertencia de que si no se levantaba se iría en ese instante. —Dos...

—Tres... Adiós hyung— La habitación se quedo en silencio por un buen rato, el castaño creyó que realmente su mayor se había ido. —¿Hyung?— Pregunto sin quitarse las cobijas, cuando no obtuvo respuesta comenzó a bajarlas para poder observar mejor con un gesto de tristeza.

—¿De verdad quieres que me vaya?— Aquella voz le hizo dar un pequeño salto sobre la cama para dirigir su mirada a la persona que estaba frente a la puerta tomando el picaporte dándole la espalda.

El menor abulto sus labios mientras sus ojitos se cristalizaban, claro que no quería que se fuera pero solo esperaba recibir un par de mimos, no se atrevía a pedirlos porque le daba vergüenza que le dijera que no. Él lo consentía mucho sin pedírselo y no podía estar más feliz por ello, pero a veces creía que le incomodaba al mayor que su actitud fuera muy infantil.

—No— Susurro mientras se levantaba para abrazarlo por la espalda —Iré contigo pero no te vayas, no me dejes solito...— El cuerpo contrario se relajo al sentir esa aura de amor que desprendía el más pequeño, como si ambos cuerpos encajaran de la manera correcta formando una sola pieza.

—De todas formas no iba a irme.— Se dio la vuelta para corresponderle al abrazo. Lo cargo como si fuese un bebé sentándose en la cama para acurrucarlo y mecerlo con delicadeza, repartiendo pequeños besos sobre su rostro.

—Solo quería cariñitos— Por fin admitió haciendo que su cara se volviera roja de la vergüenza mientras jugaba con sus dedos para no mirarlo a los ojos.

—Lo se... solo quería que lo pidieras— Mostro aquella sonrisa que tanto amaba Jimin, aquella que tenía el privilegio de que fuera solo para él.

[...]

—¿A dónde vamos? ¿Ya casi llegamos? Tengo hambre.— Llevaba preguntando lo mismo desde hace más de 10 minutos, YoonGi dejo de responder mientras seguía caminando, estaban apunto de llegar pero el hecho de que el menor siguiera cuestionando le hacia parecer que le faltaban kilómetros por recorrer.

Después de las mismas preguntas y varios minutos llegaron a su destino.

—Ya llegamos.— Soltó un suspiro al sentir que incluso para él era bueno y realmente lo era.