Capítulo 3

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Son las cinco en punto, ¡al fin!, después de horas de práctica rutinaria y sin sentido, ya se abren las audiciones para la Reina cisne. Después del anuncio de Nayeon, no pude concentrarme en nada, mis recorridos fueron automáticos, me movía en piloto automático, solamente esperando, esperando, esperando...

Estoy parada afuera del estudio principal, todavía esperando a entrar al salón, cuando noto que la puerta del camerino de la bailarina principal estaba entreabierta. Extraño, considerando que la bailarina principal, Taeyon, se había ido más temprano hoy, al enterarse de la nueva producción de la compañía y de que se le había negado la oportunidad de hacer una audición para el papel principal.

Nadie debería estar allí.

En privado, a pesar de ser fan de ella,  estoy un poco contenta de que se vaya, pues ella ya había pasado su mejor momento y todos lo sabían, era tiempo de darle la oportunidad de brillar a otra persona, otra estrella.

Apoderada por la curiosidad, me arrastro hasta la puerta y la abro lo suficiente como para poder entrar.¡ No lo puedo creer, estoy entrando en el camerino de la legendaria Taeyon!. Es un lugar espacioso, considerablemente más que el salón de ensayos que todos usamos, con un amplio tocador con espejos rodeado de luces (como esos de las películas), con decoraciones de madera dura. Al lado, se encuentra un sofá de aspecto bastante suave. La habitación era acogedora, si no fuera por el hecho de que varios muebles están rotos y cuyos restos están esparcidos al azar. (seguramente porque Taeyon había hecho una rabieta.)

Me siento frente al espejo, pasando mis dedos sobre la acumulación de baratijas y objetos de Taeyeon olvidados, en exhibición; una pequeña figura de porcelana de una bailarina, una lima de uñas de metal, un tubo de lápiz labial.

Casi inconscientemente, mi mano envuelve el lápiz labial y lo desliza en mi bolsillo.

Estoy sentada, esperando, hasta que veo a Tzuyu yendo a la sala de descanso buscándome, supongo. Entonces al ver sus mejillas llenas de lágrimas, me imagino como le habrá ido en  el ensayo con Nayeon. Se sienta en una de las mesas menos concurridas y la tomo de la mano, en eso algunos de los chicos se ríen de nosotras. "¿Tienes algo que decir, Rosé?" Casi grito. "¿O tú, Jimin?"

Se quedan callados, para mi fortuna, pues no me gusta meterme en peleas con las personas, a pesar de que eso me hace "débil".

Tzuyu me sonríe y me da palmaditas en la mano.

"¿Quieres hablar acerca de ello?" Pregunto.

Sus ojos me miran y asiente con la cabeza:

"Bailé las dos codas como se suele hacer, pero ella era tan crítica e impaciente. Como si estuviera en el límite, gritándome en algunos puntos para que mis pies fueran perfectos. Dios, es como una versión de Simon Cowell, fue tan mala, Mina. Y la forma en que me miró... sí, fue espeluznante. Tengo que irme de aquí, ¿todavía quieres almorzar?

"Ay Tzuyu, me encantaría, pero justo estoy esperando para mi audición para la reina cisne." Respondo con tirsteza.

"Te va a ir muy bien, yo lo sé. Te llamaré más tarde".

Las personas que no habían sido tocadas antes, empiezan a entrar al salón, entonces, las audiciones empiezan.

"Mi momento ha llegado" pienso "es todo o nada".

Me pongo mis zapatillas de punta y estoy a la mitad de mis estiramientos cuando Nayeon llega con un pequeño libro en sus manos. Esperaba que todo el panel de directores viera mi audición, razón por la que no entiendo qué hace solo ella.

Toma asiento en una de las sillas negras de plástico detrás de la mesa, en la que normalmente se sentaría el panel de directores, deja su libro a un lado y le dice al pianista que quiere la música del cisne blanco.

Veo a algunas compañeras hacer su solo, a Jennie, a Lisa, a Momo, a Dahyun, todas muy buenas y respetables bailarinas de la academia. 

Hasta que llega mi turno, y los nervios empiezan a brotar.

"Comienza", simplemente dice.

Bailo la variación del solo de Odette lo mejor que puedo, tratando de no rehuir los ojos evaluadores de Nayeon sobre mí. Conocía todos los movimientos por verlos al menos un millón de veces en YouTube, y practicar sola en mi habitación.

Ir con Odette, el cisne blanco, primero, fue una decisión conciente de mi parte, pues el cisne blanco, era el pedazo más técnico, clásico y equilibrado, donde yo suelo destacarme y brillar.

Todo el mundo lo sabía. Todos, incluida Nayeon.

Bailo la coreografía, pero mientras lo hago, empiezo a pensar en que debo ser perfecta, y regular cada mínimo movimiento que hago. Dejo que los inquietantes acordes me lleven, y vagamente me doy cuenta de que Nayeon me está mirando intensamente, estudiando cada uno de mis movimientos.

El baile termina y ella se acerca a mi oreja y susurra: "Si buscara solamente al cisne blanco, te escogería. Sin embargo, no voy a hacer eso. Necesito que seas ambos."

Me asusto.

"Ahora quiero ver a tu cisne negro, muéstrame a tu Odile".

Su aliento caliente se extiende sobre mi oreja, y trago saliva.

El cisne negro es más seductor, suelto, salvaje, más fluido. Yo no soy exactamente buena en lo salvaje.

Aun así, bailo de todos modos, sacudiéndome la sensación del calor corporal de Nayeon y retomando cuando la música se reinicia.

"Estás siendo demasiado calculadora", dice Nayeon, antes de que si quiera alcanzara a bailar, por lo menos, treinta segundos.

Lo intento más y más, abrumada por la necesidad de soltarme, pero sin poder hacerlo.

"¡Ataca, vamos!"

Giro, giro y giro, haciendo piruetas hasta que el sonido de la puerta abriéndose me distrae y tropiezo.

Es la misma extraña de antes, vestida con colores oscuros, entrando con los auriculares puestos y la mirada baja. Yo la miro fijamente, intentando recuperar el aliento.

"Llegas tarde", reprendió Nayeon, pero su tono era extrañamente amistoso. Nada como la forma agresiva, enérgica y profesional en la que se dirigió a mí.

La mujer se quita los auriculares, mostrando una sonrisa descarada y mirando a Nayeon a través de sus pestañas. "Lo siento, me perdí. Este lugar es enorme y aún no he tenido tiempo de aprenderme el diseño".

Para mi sorpresa, la expresión de Nayeon se suaviza tan rápido como mantequilla derretida y se mueve para darle a la mujer un rápido abrazo. Un abrazo.

"Todos, esta es Minatozaki Sana, una cara nueva y fresca para llenar el antiguo lugar de Taeyeon".

"¡Holii!" la chica, Sana, grita, saludándolos a todos antes de alejarse para dejar su bolso.

"Ahora, tú, calienta".

Sana mira a Nayeon por encima del hombro, irradiando confianza. "Está bien, estoy bien".

La boca de Nayeon se arquea, y aprieta los labios firmemente para ocultar una sonrisa.

Obviamente, yo estoy ansiosa por el error que cometí y completamente desconcertada, miro a la directora en busca de orientación. "¿Debería empezar de nuevo?"

"No, puedes irte". Nayeon me despide con un movimiento de su mano, sin siquiera prestarme un mínimo de atención, demasiado concentrada en Sana, para preocuparse. "Ya has hecho suficiente."

Las lágrimas se me juntan, quiero llorar por eso, sin embargo, no lo hice. En vez de eso, pellizco mi brazo para mantener mis lágrimas a raya mientras me voy.

𝓓𝓮𝓵𝓲𝓻𝓲𝓾𝓶 - Mina (Twice) (Minayeon/Misana fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora