Capítulo 10

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Por cosas del destino, Sana y yo, Terminamos en un restaurante del que yo no sabía el nombre, cotilleando sobre Nayeon y la exbailarina principal de la compañía, de cómo Nayeon la había llamado "pequeña princesa" y  de cómo yo siempre pensé que era dulce.

"Apuesto a que te llamará su "pequeña princesa" en cualquier momento", se rie Sana, llevándose la copa a la boca.

Siento que mi rostro se calienta."No, no lo hará".

"Por supuesto que lo hará. Solo tienes que dejar que te folle".

Realmente me sonrojé por eso, pero afortunadamente aparece el mesero con los bistecs que habíamos pedido, mirando a Sana con avidez, mientras pone su plato delante de ella.

"Avíseme si eso es lo suficientemente jugoso para usted", dijo el camarero, con un tono tan amenzante y coqueto, que me incomodó.

Para mi consternación, Sana mira al hombre a través de sus pestañas y le da uno de sus característicos guiños. "Oh, absolutamente lo haré".

"¿Tienes suficiente queso?" pregunta el mesero, todavía parado allí, claramente incapaz de captar una indirecta.

Sana le da una mirada completa, de arriba a abajo. "No", dice, volviendo su atención a su comida, "pero tú sí".

El camarero hace un ruido ahogado y sale corriendo.

Me alegro de verlo partir.

Sana, de repente, suelta una carcajada, mientras yo me quedo mirando el plato, fijamente, molesta porque Sana le devolvió el coqueteo al chico, mientras que ella, ni siquiera me ha coqueteado en absoluto. No es que quisiera ser acosada activamente, pero nadie parecía notarlo.

Sana me observa por un momento, y realmente puedo sentir el calor de su mirada, fija en mi rostro, antes de que ella se desliza para que estuviéramos sentadas una al lado de la otra, en lugar de una frente a la otra.

"Entonces", pregunta en tono confidencial, "¿cómo está?".

"¿Cómo está quién?"

"Nayeon, duh".

Agarro mi vaso y bebo un sorbo de agua. "No lo sabría".

"Oh vamos-"

"Mira, realmente no quiero hablar de esto".

Sana apoya la barbilla en su mano. "Realmente necesitas relajarte. Como... mucho."

Se recuesta y rebusca en la bolsita que se había colgado del hombro hasta que encontra su paquete de cigarros, lo abre allí mismo en la mesa y saca una pequeña bolsita de plástico con pastillas. "Uno para ti y otro para mí".

Deja una pastilla junto a mi plato y luego oculta la bolsita de nuevo, deslizándola junto con su paquete en su bolso. "Es puro, no te preocupes", agrega, metiéndose la pastilla en la lengua y tragándola en seco.

"¿Qué es?"

Sana me mira en estado de shock. "Espera, ¿hablas en serio? ¡¿Nunca te has drogado?!"

Niego con la cabeza.

"Oh, está bien, no te preocupes, simplemente te relajará. Date la oportunidad de respirar realmente para variar y déjate llevar".

"¿Cuánto dura?"

"Un par de horas, como máximo."

Me sonríe y casi me dejo perder en esa sonrisa, en esos ojos inquebrantables. Pero no del todo. "Está bien", murmuro, dejando la píldora donde estaba y comiendo un bocado de bistec.

Sana me mira, como si estuviera tratando de leer mis pensamientos, pero finalmente asiente, toma la píldora y la devuelve a su caja.

"¿Qué tal esto en su lugar?" pregunta, sacando un crop top sin mangas, negro, con encajes y arrugado, de su bolso. "Si realmente quieres que la gente te mire, y sé que lo haces, no te molestes en mentir, trata de mostrar tus activos un poco más. En serio, te mataría y robaría esos hermosos brazos si pudiera."

𝓓𝓮𝓵𝓲𝓻𝓲𝓾𝓶 - Mina (Twice) (Minayeon/Misana fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora