¿Ayuda?

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Capítulo 4-

-¿Y bien?- Cuestiona Momo

-¿Eh?- Expresa confundida la pequeña castaña. Es que aquí nadie presta atención, una disculpa lectores.

-Qué si estas segura de que no necesitas ayuda.- Repite dulcemente.

-Ah, si sí, no hay problema, no te preocupes Yaomomo, gracias por ofrecer tú ayuda.

-Está bien, pero, si te sientes mal o algo, sabes que puedes contar conmigo. Últimamente te he notado muy... Distante con todos nosotros, y me preocupa tú estado. ¿Segura estás bien?

-Si, estoy bien, gracias por tú preocupación, no me había dado cuenta la verdad de mi actitud, lo siento.- Era verdad, últimamente ha estado muy perdida en sus pensamientos.

-No, no te disculpes, a veces nos suele pasar sin darnos cuenta.- La castaña asintió y así Momo decidió irse de nuevo a la sala común.

... 

-Tampoco es para tanto Uraraka, tú tienes una misión, concéntrate.- Se susurra para sí misma y procede a empezar haciendo el desayuno.

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Un Kaminari inquieto entra a la cocina sin molestarse en tocar la puerta o algo por el estilo.

-Uraraka, ¿cuándo va a estar el desayuno?- Pregunta directamente y sin rodeos, cuando Kaminari tiene hambre pierde la discreción. 

-Ah, discúlpame Kaminari, estará en unos momentos ya casi acabo.- Ella se mostraba bastante apenada por haber tardado en hacer el desayuno y tener a sus compañeros esperando.

-¿Podrías llevar eso al comedor? Son las bebidas.- Agrega.

-Claro pero, ¿porqué estás cocinando sola?- Eso no, su "curiosidad" no es porque tenga hambre, así es el, y no es curiosidad, es idiotez. 

Dió en el blanco. Ese hecho molestaba a Uraraka. Estar sola, cuando cierto chico debería estar junto a ella. No debía pensar así. Lo sabía, y lo había estado evitando, gracias Kaminari, ¿lo ven? Idiotez. 

-Deku salió del país, Kaminari.- Y siguió con lo suyo.

-Ahh cierto, te tocaba con él..- Ahora si estaba apenado de su imprudencia.-Y... ¿Porqué no le pides a alguien que te ayude?

-¿Tanto tardé?- Kaminari se sentía mal cada vez que hablaba más. 

-¿Ehh?, no, no, no, es solo que, supongo es mucho para t- Se detuvo al verla llorar.

Uraraka había recargado sus manos sobre la mesa y lloró en silencio. Se sentía frustrada y ya no sabía guardarlo más. No era sólo el haber tardado y molestar a sus compañeros por eso, era que se sentía tan inútil sin Deku y eso estaba mal, ella no podía depender ni de él, ni de nadie.

Kaminari instintivamente le acarició la espalda, con el fin de reconfortarla y hacerle ver que podía dejarlo ir, y eso hizo, dejó de reprimir su llanto.

El no tenía idea de porque lloraba, decidió callarse para no cagarla más. 

Uraraka quería abrazar a alguien, quien fuera, pero no quería verse tan invasiva, así que solo lloró lo que creyó suficiente y terminó de acomodar los platos con ayuda del rubio.

Miradas [KacChako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora