🌼 ;; 7

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Estaba agitado huyendo, sus pies no daban mas, seguía corriendo sin desenfreno, cada paso era un nuevo dolor a su agotado cuerpo aún así, su adverso no se detuvo en lo más mínimo, ambos muchachos de anteojos solo ingresaron al inframundo con la respiración entre cortada, agitada, ambos cayeron al suelo de espalda por la repentina baja de adrenalina, como si la azúcar de su cuerpo se haya ido, escucharon pasos acercarse al dúo.

¡Juanito!. Escuchó la voz del bicolor que se mostró preocupado, ayudo a sentarse y calmar su respiración dando aire con su mano, que usaba de abanico.

Puta mano', no creí que fuera a pasar algo, me cague bien rápido. Ambos muchachos miraron al de acento mexicano, la presencia de Spreen había sido vista, Auron curaba a los dos con su magia, mientras trataba de entender la explicación de Juan y quién era ese muchacho alto de alas grandes.

Él es — pensó un momento en que apodo darle. — Mariana.

Osvaldo lo miró sin entender, Juan solo se encogió de brazos, aún así lo abrazo porque por fin lo tenía con él, aquel muchacho de habla igual de vulgar que el castaño, eran amigos inseparables, volvió al cielo solo para traerlo, quería tenerlo consigo, después de todo, era casi su hermano de otra madre, digo casi porque "Mariana" era renegado con ese tema.

Un gusto compadre, soy Osvaldo pero díganme Mariana, supongo. Agradeció a Aurelio por el buen gesto de sanarlo.

Algo en Ivan le causó enojo, no iba a pensar mal pero lo mimoso que se coloco Juan con aquel muchacho le dejó mucho que desear, Celoso gritaba la voz de la razón en su cabeza, por otro lado, solo confiaba que eran amigos y solución, sonrió forzosamente.

Buenas, espero puedas estar a gusto, con lo quisquillosos que son los ángeles. Osvaldo sintió ese rechazo a su persona, el rey parecía muy selectivo con su tipo de tratado a los demás y a leguas le mostró que no lo quería.

Aun así fue civilizado por la paz de Juan, estaban a gusto comiendo cuando llegó el rey.

Cierto, deja voy a buscar algo, ya vengoooo. Alargo la o en aquella palabra para ir a buscar un regalo que tenía para Ivan.

¿por qué me odias?. Preguntó Osvaldo mirándolo.

¿Wat?, no te odio. Fingió ofensa pero si, lo odiaba.

No se haga, verga, que me odia, ¿qué te hice?, ¿por qué tanto desprecio?. Por su lado spreen hizo una mueca y se encogió de hombros. — ¿es por Juan no?.

Y toco su fibra sensible, cerró los ojos y suspiro, el de lentes tenía razón, lo odiaba por la atención y cuidado que Juan le daba, a diferencia suya que era tonto en ver, el ángel de alas pequeñas lo amaba mucho y su amor y afecto no era igual pero como era tonto y ciego, creyó que era lo mismo.

Tas' pendejo, ¿piensas que te lo voy a robar?, no mames tampoco tengo mal gusto. Se río. — Te lo regalo, Juan es mi amigo, casi mi hermano, no un pendejo que quiera de pareja, lo quiero y la chingada pero tampoco abusemos.

Ambos se rieron a carcajadas de eso, al menos se pudo calmar sobre ese sentimiento de preocupación que le agitó desde que llegó Mariana, aún así era amable y simpático, casi adorable.
Una charla agradable se formo entre los dos, cosas que iban desde trabajo a pasatiempos.

Wow, que sorpresa que se lleven bien. Llegó el castaño a la habitación con una caja en manos, envuelta de un precioso papel azul.

, tu amigo es un tipo agradable.

Gracias mierda, me esfuerzo. Noto el raro gesto de Juan, quería que los dejara solo.

Vi que Betra te buscaba. Dijo y adivina quien llegó a la puerta, el nombrado, asustando a Juan. ¡Deja de hacer eso!. Le aventó un cucharón de madera.

Perdón, la costumbre, Si Mariana vení conmigo. Desde su llegada, aquel argento le encantaba molestar al ángel, Mariana lo miró un rato para salir huyendo de este.

Podía escuchar el griterío de los dos, especialmente el ángel que no lo quería cerca.

¿esa caja es para mí?. Ante el silencio que se formo por el alboroto lejano, se miraron con una sonrisa.

Sí, Biyin me ayudó, esa mujer tiene buenos gustos, excepto de pareja, el mamahuevo de Auron me jode mucho. Se acercó al mas alto entregando entre sus manos la caja.

Su contenido era un anillo que hacía a juego con el que tenía Juan colocado, como si fuera de compromiso.

Así cuando ande ocupado o no pueda estar contigo, tengas algo que recuerde a mí.

El regalo era perfecto, Spreen no dijo nada para reír con suavidad, se coloco el anillo y acaricio la cabeza del castaño.

Es precioso, me encanta.

¡ Ángel grosero ! ;; Spruan [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora