-'07'-

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Quackity se sentía extraño.

Quackity había rechazado afecto por años y años, asi toda su vida. Ahora lo tenía por parte de Wilbur y también por parte de sus nuevos amigos, Tommy, Tubbo y Ranboo. 

Todo aquello era tan extraño.

No sabía qué sentir, que pensar ni cómo reaccionar cuando los chicos le tratában bien, cuando le decían algo bonito... Era todo tan raro. 

Quackity nunca permitió que nadie entrara a su corazón para así no ser dañado. Pero esta vez bajó la guardia y el chico del mechón no solo había entrado en su corazón, también lo había robado. Bueno, no lo había robado porque todavía podía sentirlo muy fuerte cuando Wilbur le hacía sonrojarse. Big Q pensaba que Wilbur se había hecho una casa en su corazón y ahora vivía en este.

Big Q siempre fue amargo. Siempre era serio, aburrido, borde y frío. Wil era alegre, nervioso, extrovertido, amable y gracioso. Los dos chicos eran polos opuestos.

Es por eso que Wilbur se interesó por Quacks. Quackity era tan diferente a el... Le llamaba mucho la atención. También le llamaba mucho atención esa sensación de que se conocían de hace mucho.

A Wilbur al principio le parecía extraño el de la cicatriz. Pensó que era demasiado apagado. Así que sintió que debería darle un poco de luz. 

Y cuando le conoció un poco, un mínimo, ahí descubrió que era una muy buena persona y una persona que solo necesitaba un amigo. 

Quackity sentía que Wilbur era su alma gemela.

Quackity tuvo varios amigos a lo largo de su vida.

Antes eran dos chicos. El azabache discutió con uno de ellos y el otro decidió ir tras él otro chico.

También tuvo un amigo de la infancia. Este era un chico muy amigable y tierno, pero se mudó de ciudad y no volvió a saber nada de él.

¿Cómo se llamaba? No lo recordaba bien. ¿Slike? ¿Sli...? ¡Slime! Ese chico se llamaba Slime.

Recordaba que siempre jugaban juntos de pequeños, se llevaban muy bien. Era su mejor amigo y su único amigo.

Recordaba que Quackity estaba enfrente de un coche negro y que su amigo estaba apunto de entrar.

Era un niño bajito de gafas negras grandes. Su pelo era de color marrón pero tenía de adorno algunas horquillas de color verde. Llevaba puesta una camisa y unos pantalones cortos negros.

De su rostro, solo recordaba los ojos verdes y brillantes que tenía. 

— Adiós, Quackity. A sido muy divertido jugar contigo. — Dijo el niño. Quackity ya no recordaba su voz y su cara estaba distorsionada. — Gracias por ser mi amigo. —

El chico entró al coche y este arrancó.

Se fue y nunca volvió.

Ahora tenía en su mente otro escenario. Estaba recordando algo... Estaba recordando la discusión que tuvo con sus anteriores amigos. Karl y Sapnap.

No recordaba el motivo de la discusión, no recordaba como empezó ni recordaba la cara de los chicos. Solo recordaba caras borrosas sin detalles, voces distorsionadas y un sentimiento de traición. Quackity se sentía traicionado. 

— ¿Pero somos amigos, no? — Preguntó Quackity.

Era de noche y llovía. El entorno estaba húmedo, mojado, frío, oscuro y vacío. No había nadie en aquella calle, solo ellos y las casas de personas. Estaban en medio de la noche, de la calle gritando. 

Love Of My Life - QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora