acuarelas [Mr.beta]

12

Andra había ido con unos refrescos para aliviar el ambiente, hacia calor y supuso que era lo mejor.

Cuando escucho la última frase algunos de sus recuerdos pasados y olvidados volvieron pero no todos, ante la mirada de ambos deja caer las latas y retrocede un paso. Temblando y sin darse cuenta soltando unas amargas lágrimas.

— Andra.

Llama Yolka intentando acercarse.

— Andra no es... — trata de arreglar lo dicho.

No se puede, Yolka sabe que lo que está haciendo es imperdonable.
Está abriendo heridas que están sanando.

— Andra...

— sabes, no te entiendo.

Susurra lleno de enojo y molestía. Dejando caer algunas lágrimas por eso mismo que no entiende.

— te había olvidado...iba a empezar de nuevo. ¿Porqué..?¿Porqué simplemente tú..? — su voz se rompe hasta dejar de ser audible — hay una diferencia entre tú y yo Yolka.

—¿Qué..?

— yo no me interpuse en tu vida — suelta en su arranque de ira, los recuerdos olvidados le confundían — te deje ser feliz. ¿Es acaso que yo no tengo ese derecho?

— no, no es eso Andra. No quería que los vieras así.

—...

— solo...no quería perderte.

Andra suelta una carcajada repleta de cinismo y ira por lo escuchado.

—¿Acaso me amas? — pregunta con burla y para su sorpresa él mayor no responde — valla... seguimos siendo muy diferentes. Solo déjame solo. Quiero estar solo.

Andra solo camina a su piso, quiere intentar creer que nada de eso es real. Solo quiere que sea una pesadilla y despertar lo más pronto de está.

Cuando llega a su puerta y ingresa a su casa ya no hay marcha atrás, solo se encierra como siempre debió hacerlo. Sin que nadie ingresé a su vida y sin que nadie perturbe su tranquilidad.

.

.

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Niel mira a su primo.
Su sola mirada es suficiente para que Yolka entienda que solo está empeorando las cosas.

— yo iré a hablar con él — dice Niel decidido — solo.

Aclara sabiendo que Yolka quisiera estar ahí aunque sea a una distancia.
Esa sensación es extraña, normalmente iba a molestar a Andra cada que podía pero es la primera vez que está tan nervioso para verle a los ojos.

— todo o nada.

Se dice para darse valor y tocar la puerta un par de veces.

No hay respuesta.

Pero sabe que esta tras la puerta porque puede ver su silueta a través de la sombra que hace su cuerpo en la base de la puerta, ese hábito de que cuando no quiere ver a nadie se sienta tras la puerta como un niño haciendo berrinche.

— Andra, soy yo. Niel.

—...

Niel opta por sentarse también en el suelo siendo la puerta la única barrera.

— sé que esto es nuevo y confuso pero Yolka no lo hizo con mala intención, solo que no quiere perderte. Yo también me siento incómodo.

Hay una pausa, espera una respuesta pero no la hay. Entonces sigue hablando.

— pasamos mucho tiempo juntos los tres, desde salidas al parque y molestar a Yolka en su trabajo con los estudiantes.

Luego comienza a narrar hechos, notando que sin darse cuenta había prestado mucha atención a su amigo.
Contando hechos de restaurantes que tanto le gustaba y también de su afición a las novelas.

— no sé si lo recuerdas pero la salida al cine fue épica.

— ese día...

Niel calla, es la primera vez que le responde.

— ese día te estabas ahogado con la gaseosa.

Niel se ríe, era cierto.

Se había atorado porque Andra lo atrapó mirándolo fijamente, el susto que se dio fue peor del que dan las películas de su compañía

— supongo que te acuerdas cuando salimos al parqué de diversión y quisiste dar en el blanco para ese peluche de león que tanto quieras.

Y por fin Andra ríe. Divertido por ese recuerdo borroso.

— gastaste todo un salario para que lo ganarás.

— fue el dinero de Yolka.

Y ambos ríen, Yolka había hecho un escándalo por eso luego pero no se arrepentirán de nada.
Algunas imágenes están en la mente del beta quien prefiere ignorar eso y seguir pensando de forma pesimista, suponiendo que solo era lástima y nada más.

— André, pasamos mucho tiempo juntos. Eres parte de la familia y nos duele que no nos recuerdes.

La puerta se abre levemente, dejando a la vista el cabello castaño que se balancea levemente por la brisa.

— yo sí me acuerdo de ti.

Responde y Niel traga saliva. Lo habiat tomado por sorpresa.