Real Love Doesn't Hurt (GiyuuShino)

Destroy Personal Items

2005

Shinobu había recibido con muchísimo aprecio y alegría el lindo peluche de Itachi Uchiha que su cuñado le había regalado. Ambos compartían el gusto por el anime y un marcado fanatismo por el personaje, así que Sanemi encontró el peluche en la misma tienda dónde había comprado una excelente figura del mismo y decidió obsequiarlo a su cuñada. Nada fuera de lo normal, eran cosas que él de vez en cuándo hacía por ella desde que comenzó a salir con Kanae.

Pero Douma no lo pensaba así.

Eran contadas las ocasiones dónde su novio llegaba a casa primero que ella. Así que fue una grata sorpresa encontrarlo sentado en el sofá cuándo entró por la puerta. La sonrisa que había estado en su rostro se borró de inmediato al observar cómo este miraba con aparente indeferencia el peluche mientras lo sostenía con una de sus manos. Shinobu tuvo el repentino impulso de arrebatarselo y esconderlo tras su espalda, sin embargo, no lo llevó a cabo.

— ¿De dónde sacaste esto? — fue lo primero que le dijo al notar que ella había llegado, sus ojos la veían con esa frialdad que la hacía temer. Estaba enojado.

— Sanemi me lo dio. — respondió en automático. Su lado racional le decía que no debía alarmarse por la pregunta, que no había nada de malo en ella. Sin embargo, sentía muchas sirenas de alerta sonando en su cabeza.

— ¿Por qué Sanemi te daría algo cómo esto? — un sudor frío se esparció por su espalda, el tono, la postura, todo en él parecía mostrar el creciente enojo. Ella podía jurar que no importaba lo que sea que dijera, él se enojaría más.

— Fue un regalo.

— No debiste aceptarlo. — fue lo único que agregó antes de tomar unas tijeras que Shinobu no había notado para luego desgarrar el muñeco y destrozarlo. Su cerebro no comprendía lo que pasaba, o no quería hacerlo, y su cuerpo se quedó paralizado observando cómo su novio hacía trizas un peluche que la había hecho dar brincos de felicidad horas atrás. Finalmente logró moverse cuándo lo que quedaba del regalo fue tirado al suelo.

— ¿Por qué hiciste eso? — preguntó al borde de las lágrimas. Douma la miró cómo si le hubiera salido otra cabeza.

— ¿Vas a llorar por eso? Puedo comprarte otro si quieres, todos los que quieras.

— Pero fue... un regalo.

— ¿Y? — negó con la cabeza mientras dejaba salir un suspiro, luego se puso de pie y depositó sus manos en sus hombros. — A veces puedes llegar a ser algo tonta Shinobu, por eso yo debo esclarecerte las cosas. ¿Comprendes? Si quieres algo dímelo y yo te lo compraré, no me molesta hacerlo. Así que simplemente no tienes que aceptar regalos de nadie. ¿Entendiste? No tengo que decirlo dos veces, ¿cierto?

Shinobu sabía lo que implicaba aquella pregunta, así que simplemente asintió con la cabeza. Douma comenzó a hablarle de otra cosa cómo si aquel incidente no hubiera sucedido.

Ella tuvo el fugaz pensamiento de que se sentía tan destrozada cómo aquel peluche.

2010

— ¿No te parecen bonitos? — fue la pregunta que le hizo al mostrarle el par de llaveros a juego. Giyuu los observó y asintió en respuesta con una sonrisa, para seguir buscando en su laptop la película que verían esa noche. Era un día lluvioso y frío, y ninguno de los dos tenía ganas de pararse de la cama.

— Shisui e Itachi, ¿cierto? Según recuerdo son tu shipp favorito. — Shinobu sonrió amplio al escucharlo, se sentía lindo que él recordara esos detalles de ella. Le extendió el llavero de Shisui, y este lo tomó, observando con cuidado los detalles de la figurita.

— Puedes quedártelo.

— Gracias. ¿Dónde los compraste?

— Fueron ... un regalo. — respondió dubitativa, la sonrisa de su rostro menguando poco a poco. Giyuu volvió a observar a la figurita con detenimiento, y luego se giró a verla para preguntarle.

— ¿Segura que me puedo quedar con él? Digo, te los dieron a ti.

— Yo... bueno, sí... Pensé que podríamos usar llaveros a juego. — contestó titubeante, desviando su vista al pequeño Itachi en sus manos. — ¿Estás molesto? Es decir... dijiste que podía aceptar regalos y eso...

Hubieron unos muy cortos segundos de silencio, hasta que Giyuu la tomó suavemente por la barbilla y depositó un pequeño beso en sus labios y luego en su frente. Posterior a eso y bajo la atenta y algo confundida mirada de Shinobu, se levantó de la cama y rebuscó algo en el closet por unos minutos para luego voltear a verla con una amplia sonrisa.

— ¿Qué te parece? ¿Se ve bien ahí? Te sugiero que también lo pongas en el tuyo. — le preguntó él, mostrandole el llavero colgando del portafolio que siempre llevaba al trabajo. Shinobu sintió un agradable cosquilleo en el corazón que le provocó una genuina sonrisa.

— Se ve perfecto.

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A veces me digo a mi misma que tengo que dejar de plasmar mis gustos personales en los fanfics, pero luego encuentro gente que los comparte y se me pasa.

Por cierto, los quiero un buen.