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con ayuda de un lápiz casi a la mitad, borrador y color rojo max empezó a ilustrar en la última hoja de su cuaderno de lengua aquélla cabaña, o casa, exactamente no sabía como denominar el lugar que vio, también intentaría dibujar la camioneta, pero por el momento lo más urgente era lograr acertar en la descripción de la vivienda.

steve y jonathan decidieron que por el momento es mejor continuar viendo las propiedades de la lista, ambos notaron que de hecho eran unas cuantas, esperaban que tal vez dicha cabaña estuviera en alguna de esas direcciones.

el castaño de mezclilla se aferraba a lo que anteriormente les había confesado la pelirroja, quién por lo que observaba en el espejo retrovisor estaba totalmente concentrada en dibujar lo mejor que pudiese, sus nervios se ponían de punta al pensar una y otra vez en la idea de encontrarse con el cuerpo sin vida de sarah.

steve notó lo ansioso que se encontraba el chico a su lado e intentó pensar en algo para aliviar la tensión, le preocupaba verle así.

- ¿todo bien? puedo conducir si quieres - susurró para no distraer a su hermana en la parte de atrás.

- descuida - dijo en el mismo tono - ya casi llegamos de todos modos.

en respuesta solo asintió resignado para regresar su vista al camino, nunca dejaba de sorprenderle lo extenso que era este bosque, desde arriba podría parecer un océano verde extendiéndose por kilómetros y kilómetros.

el silencio volvió a tomar lugar en el vehículo, solo se podían escuchar los trazos de max y sus quejidos al no poder recordar cada detalle faltante.

- es aquí - habló jonathan luego de unos minutos.

el auto rojo se adentró por un estrecho camino, los dos mayores miraban con atención el lugar por donde pasaban, no tardaron mucho en encontrase con una pequeña casa, no había mucho que resaltar, lo raro fue no ver ningún auto, ya que al estar tan lejos de el pueblo y con ello un hospital o tienda era común que las personas que viven por aquí tengan al menos uno que encienda.

jonathan trató de estacionarse a una distancia prudente, por simple respeto a quienes vivieran allí.

- max ¿te resulta familiar la casa? - habló steve.

la pecosa desvío su vista de su cuaderno y miró detenidamente a donde su hermano le indicó, se fijó con mucho cuidado en la puerta, pero se encontró con la misma insípida puerta café que tendría cualquiera.

- no, para nada - afirmó.

- ¿segura? - habló jonathan.

- sí, la puerta, es roja, lo recuerdo perfectamente, no es esa - respondió enseñando ya su dibujo terminado.

ambos chicos frente a ella miraron por unos segundos su dibujo, básicamente tomando una fotografía mental en caso de que en algún momento no tuvieran el dibujo a la mano.

- bien, pero de todos modos podríamos preguntar, muestra el dibujo, puede que la reconozcan - dijo steve.

tanto su hermana como jonathan asintieron para luego salir de el auto junto a él, el frío los recibió, para max venía acompañado de algo más, no sabía la razón ya que esa casa frente a ellos no es nada parecida a la que vio pero siente estar cerca, un especie de sensación que viene desde sus huesos.

caminaron hasta la puerta, jonathan se animó a tocar apenas estuvieron allí, esperaron pacientes una respuesta o que alguien abriera.

max observó a una mujer muy mayor abrir lentamente la puerta que antes había observado con cuidado, tenía todo el cabello cubierto de canas, más exactamente solo había unos cuantos mechones de su color original, sus ojos sumado a las arrugas de su rostro reflejaban los años que tenía.

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2022 ⏰

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