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Decirle a Tzuyu la verdad o terminar con Hyunjin. Felix bufó frente a su reflejo, incapaz de aclarar la mente. ¿Cómo podría elegir entre una cosa o la otra, si ambas opciones lo aterraban? No podía ni pensar en alejarse de Hyunjin sin sentirse terriblemente mal, pero tarde o temprano la culpa por engañar a su hermana acabaría con él. Volvió a lavarse la cara porque no estaba logrando despejarse, de hecho se sentía incluso peor que cuando entró al baño luego de rememorar los detalles de su conversación con Minho. Y el Felix que lo miraba desde el espejo lucia igual de confundido que él, pálido, el rostro mojado y el pelo desordenado por el agua, un completo desastre.

De repente, apareció alguien detrás de él, junto a su reflejo, en cuanto la puerta del baño se abrió. Felix se volteó para encontrarse con un sujeto de cabello negro y tatuajes en los brazos, y Felix se sintió realmente pequeño en comparación del desconocido que acababa de entrar. Se sintió aún más pequeño porque aquel tipo lo miraba como si intentase atravesarlo con los ojos, como si buscase crear una pelea con cualquiera que se atreviera a mirarlo... y Felix estaba mirándolo. Aunque lo miraba porque aquel tipo no le quitaba los ojos de encima, tenía una mirada negra y penetrante que le impedía apartar la vista, como la de Hyunjin, pero no porque lo hiciera sentir feliz, sino todo lo contrario, lo incomodaba como el infierno. Y ahí estaba Felix parado como un idiota, sin poder mirar hacia otro lado, la boca entreabierta y los ojos abiertos como platos. Felix no era un chico problemático, siempre le habían dicho que era algo así como el sol en la Tierra, ¿Qué se suponía que tenia que hacer cuando alguien lo desafiaba con los ojos de esa manera? No se sentía capaz de decirle "Oye, ¿Qué tanto estás mirando?" porque tenía modales y porque sabía que eso desencadenaría en una pelea y Felix no quería ni sabía pelear.

Y la verdad era que en ese momento sentía un poco de miedo, ese sujeto tenía dos veces su tamaño, y era claramente mucho mayor. Felix podría intentar defenderse lanzando patadas y puñetazos pero de todos modos sabía que tenía todas las de perder.

-¿Qué tanto me miras? -Preguntó el tipo de repente, acercándose a él, y Felix supo que estaba muerto. -¿Te gusta lo que ves?

¿Qué?

Felix definitivamente no esperaba eso. Mucho menos esperaba verse acorralado por aquel sujeto, pero ahí estaba, de un segundo a otro el tipo enorme tenía los brazos a ambos lados de su cuerpo, encerrándolo entre él y el lavamanos. En una fracción de segundo se planteó que tal vez la mirada del tipo no decía "Voy a matarte", sino "Voy a violarte", aunque ya era un poco tarde para darse cuenta de ello. Levantó la vista doblando el cuello hacia atrás para poder mirar al sujeto a los ojos, y tragó saliva en cuanto notó la forma en la que el desconocido literalmente se lo comía con los ojos. Quiso huir pero lo único que podía hacer era encogerse más contra el lavabo y eso no era realmente util, era peor porque el tipo se acercaba más y más a él hasta el punto de que podría subirlo sobre el lavabo con un simple movimiento.

-Es la primera vez que vienes aquí, ¿Verdad? - Preguntó el sujeto, y por  su aliento Felix supo que había bebido demasiado. -¿Sabes las reglas de este lugar?

-¿R-reglas? - Preguntó a su vez Felix, tragando saliva nuevamente. -N-no, no sé nada sobre reglas.

-A los chicos tiernecitos y lindos como tú les damos la bienvenida los tipos como yo - Informó el hombre, riéndose en el rostro del rubio. -Tienes suerte de que B-Free te reciba... ¿Te gusta el sexo rudo, chico?

Eso era todo, Felix había entrado oficialmente en pánico al oír aquello. Suponía que las intenciones del tal B-Free no eran buenas, pero que le dijera tan ligeramente que iba a recibirlo, admitiendo así como si nada que planeaba de verdad violarlo no era algo fácil de digerir. Tal vez por eso, por el miedo que le entró de repente, hizo lo que hizo en cuanto sintió una mano demasiado grande y fría para ser la suya acariciando su abdomen. Giró la cabeza hacia un costado, cerró los ojos con fuerza, y simplemente levantó la pierna lo suficiente para que su rodilla se estrellara contra la entrepierna de su acosador con toda la fuerza que tenía en el cuerpo. Si se le caen las bolas no podrá violarme, pensó cuando B-Free gritó una maldición y se apartó de él, y en ese momento exacto Felix dirigió la vista hacia la puerta encontrándose con una cabellera negra que Felix conocía muy bien. Aliviado, aprovechó la ventaja que tenía para alejarse a toda prisa de B-Free y llegar hasta Hyunjin, mirando con una mueca de horror al sujeto que seguía maldiciendo.

𝕯𝖔𝖓'𝖙 𝖙𝖊𝖑𝖑 𝖓𝖔𝖔𝖓𝖆 • [ԋყυɳʅιx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora