Las personas del pueblo rebosan de alegría ante el anuncio del regreso del doctor Jeon.
Para nadie era un secreto que el doctor estaba casado con un chico con el cual tenía un hijo, pero nadie sabe a ciencia cierta que pasa dentro de aquella casa...
'Si no quieres al bebé no me quieres a mi' fueron las palabras que salieron de la boca de Namjoon en aquel tiempo. Palabras que sin pensar se habían vuelto realidad.
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Ambos estaban sentados en los sillones de la sala viendo al alegre Seokjin abrir los regalos que su padre le había traído. Nuevos juguetes y ropa eran lo que aquellas bolsas obtenían en su interior. Jin soltó un agudo gritillo cuando en una de las bolsas había una colección de dinosaurios pequeños, junto con pequeños árboles y un volcán plástico.
- Papá, ¿puedo ver los regalos de Ho? - pregunto dejando de lado todos sus obsequios, dirigiéndole una mirada de cachorro hacia su padre.
El silencio incómodo embargo la sala en cuestión de segundos, mientras Nam apartaba su mirada hacia el ventanal, Jeon se colocó de pie y acaricio con cariño la cabecita del niño - Ve a jugar a tu habitación Jin, iré luego de que hable con tu madre- dijo sonriendole a su hijo mientras se inclinaba para dejar un beso en su frente.
Seokjin obedeció de inmediato tomando todas sus cosas y llevándolas a cuestas a su habitación donde se encerró para seguir jugando. En cuanto el infante abandonó la sala Namjoon se levantó apresurado tratando de huir de cualquier cosa hiriente que de la boca de Jeon saliera.
Namjoon estaba cansado de escuchar lo mismo, de saberse las mismas palabras de Jungkook al tratarse de su hijo más pequeño. El desprecio de su esposo hacia Hoseok le dolía, a sabiendas de que era sangre de su sangre aquel hombre se desempeñaba en tratar a su hijo como un estorbo, una equivocación y un error.
De los labios de Nam salió un pequeño jadeo al sentir su cintura ser apresada por un fuerte brazo mientras era pegado sin cuidado a la mesa del comedor. Sus labios soltaron un quejido cuando una de sus nalgas fue azotada con fuerza.
- Deja de huir de esta forma de mí- reclama Jungkook dejando besos en el cuello de Nam, paseando una de sus manos en las piernas de este, sintiendo la piel erizada bajo su toque.
Podía sentir el pulso de Nam acelerarse y su respiración entrecortada, sabia lo difícil que había sido para su esposo asemejar el hecho de tener relaciones sexuales. Años atrás, el Namjoon de antes ni siquiera podía mostrarse desnudo ante el, teniendo siempre que intervenir una prenda de por medio cuando tenían sexo.
- No estés enojado mi amor- dijo cerrando sus ojos, moliendo su polla sobre el trasero de Nam respirando el aroma que emanaba de su cuerpo, aunque odiara la razón sabia que ese olor se debía a su casi reciente parto - Entiende mis razones cariño- beso su cuello bajando sus besos hacia su hombro.
- Jamás voy a entenderte Jungkook - dijo Namjoon con la voz temblorosa, tratando de retener sus lágrimas. Jeon detiene sus besos dejando de menear sus caderas, la bonita vos de Nam lo a dejado atónito sumado al hecho que aquellas palabras calaron en lo profundo de su pecho haciéndolo sentir herido.
Namjoon se separó de su esposo al escuchar el llanto lastimero de su bebé, saliendo casi corriendo de la cocina sin importarle haber casi tumbado a Jungkook por la prisa. No puede poner a Jeon por sobre sus hijos por más que los quiera.
- Esta enfermo - escucha Jeon la vocecita de su hijo entrando a la cocina mientras sostenía un dinosaurio en sus manos - Mamá no quiere que lo sepas, pero llora todos los días- dice el pequeño Jin encaminándose hacia el recipiente con agua.
Jungkook se queda un momento procesando las palabras de su hijo, dirigiéndo una rápido mirada hacia la habitación donde su esposo se a metido se acerca hacia su hijo.
-¿Que es lo que tiene? ¿lo sabes?- pregunta un poco intrigado más que preocupado.
El pequeño Jin niega encogiéndose de hombros mientras restriega su oreja sobre su hombro - No, mamá no me dice, solo llora con Hopito siempre - dice tomando de nuevo su juguete aproximándose a la puerta de la cocina - mamá no quiere que muera -
Son las últimas palabras del niño antes de echarse a correr de nuevo a su habitación, Jungkook está dispuesto a correr tras él en busca de información pero el sonido de la puerta siendo tocada lo detiene.
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