V.III

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🍵

¿Quién será ese chico rubio?
No tengo idea, pero he llegado con ella y se sentó en su frente mientras comenzaban a platicar y reír.

Una leve opresión en el pecho me hizo sentir extraño. ¿A qué se debe esta indescriptible molestia? Es una presión pero hay sentimientos de por medio. Sentimientos que no sé cómo describir y que me están sofocando.

— Levi — llamó Ava. Parpadee repetidas veces para dirigirle la mirada —. Cóbrame 2.00 € de un café, por favor.

— Ah, sí.

Tomé el dinero que me estaba entregando. Le di el dinero sobrante y se dirigió a la mesa correspondiente para entregárselo. Era un chico.

— Estás muy distraído — dijo Mikasa, quien llegó hasta el mostrador con una bandeja. En ella llevaba tanto dos tazas de café como un par de platos de tarta de chocolate y fresas.

— No, estoy bien — respondí, mentí. Es claro que no estoy bien. Ese sujeto de allá me tiene cubierto de incertidumbre. Y, lo más importante, ¿Por qué me siento de esa forma si a la chica ni la conozco mucho menos la he tratado? Sólo nos hemos enviado notas y viene cada dos días.

— Te creeré esta vez — contestó ella.

— Sí sí.

Ava llegó por la bandeja que Mikasa le había dejado. La ojiverde le entregó una nueva orden para que se pusiera a preparla. Las he notado un poco distantes entre ellas estos dos días. ¿Qué está pasando?

— Hola.

Es este tipejo. Suspiré y lo vi.

— ¿Si?

A pesar de que estaba distraído viendo a la chica de cabello plateado que estaba conversando con Ava, pude atender su orden; un latte con una rebanada de tarta de manzana.

— ¿Es todo? — pregunté.

— Sí. Ah, por cierto...

¿Qué quiere?

— ¿Mi hermana ya te pagó su té?

— ¿Her-Hermana? —pregunté tartamudeando. ¿Acaso oí bien? ¿Dijo hermana? ¿Es su hermana?

— Sí. Mi hermana. A la chica que no has dejado de observar es mi hermana — hice una mueca de disgusto. Bien hecho, Levi, has sido descubierto como todo un acosador —. Está soltera. Tiene 27 años. Su nombre es Céline Everdeen y su té favorito es el té negro.

Quedé perplejo por dicha información que en ningún momento se la pedí pero le agradezco mucho que me la haya brindado.
Lo vi. Sonrió. Para darme información de suma importancia acerca de su hermana es porque vio que, o soy de confianza o, detesta a su hermana y quiere que alguien se la lleve de la casa lo más pronto posible.

— Ah, sí... Eh... Sí. Gracias.

¿Por qué le agradecí?

— Digo, sí, ya me pagó el té. Bien, eh... Tu orden estará lista en unos minutos.

— Gracias. ¿Cuánto será?

— 7 €.

Me pagó y se fue a sentar nuevamente con su hermana.
Al cabo de un par de minutos, llegó otro chico a sentarse con ellos. Se sentó al lado del rubio mientras que lo recibió con un beso. Creí que era otro de sus hermanos pero ya vi que son pareja. Ava le llevó la orden al chico rubio, y trajo una nueva para el otro castaño que había llegado.

Duraron un poco más. Estaban platicando y riendo. Jamás le había escuchado su risa. Es dulce y armónica. Siendo el sonido más delicado que alguna vez había escuchado. Suspiré profundamente.

Después de un par de minutos se fueron. ¿Soy yo o ese pequeño pañuelo que ella lleva en el cuello de su camisa me es familiar? En algún lugar lo he visto pero no sé en dónde y no recuerdo exactamente el porqué me es familiar.

— Levi — llamó Ava, dejando el plato pequeño frente mío —. Para ti.

— ¿Qué? — cuestioné con irritación. Esta mocosa siempre deja las cosas a medias. Ella rió por eso — ¿Qué es lo chistoso?

— Mira el plato, ciego — respondió sonriendo. Ahí estaba, una pequeña nota. Tanto Ava como Mikasa saben que esas notas son para mi, así que vienen y me las dejan.

La tomé restándole importancia frente a ella. No quería ser evidente en mi emoción por la nota.
Cuando se retiró, la abrí para comenzar a leer:

«Te ves más guapo con camiseta de manga larga y cuello alto».

Another Life; Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora