🍵
«El Ackerman siempre busca al Everdeen».
Lo tuve que leer por segunda, tercera y cuarta vez.
Ackerman es mi apellido. Everdeen es el apellido de la chica de cabello plateado.¿Qué tienen que ver mi apellido con el de ella?, ¿A qué se refiere esa frase?
— Mamá.
— Dime, hijo.
— ¿De dónde sacaste esto? — pregunté, tomando ese cuadro. Parecía haber sido tejido en el mismo lienzo, aunque es algo complicado.
— Ah, eso. Me lo regaló una amiga. Yelena. Se le hizo curioso que nuestro apellido estuviera plasmado ahí, por eso me lo brindó.
— Entiendo.
La puerta se abrió y se cerró de golpe. El sonido de las botas era irreconocible. Es este viejo de nuevo.
— ¡Levi! — exclamó con asombro y felicidad. Aunque esto último dudo que lo conozca — ¡Kuchel!
— Hola, Kenny — saludó mi madre con una sonrisa cálida. Kenny le dio un beso en la mejilla.
— ¿Al menos te limpiaste los zapatos antes de entrar? — interrogué irritado. Suele sacarme de mis casillas gracias a la suciedad que traen sus botas.
— No, mocoso. Sabes que no hago eso.
— No soy un mocoso. Tengo 28 años.
— Pero estás enano.
— Basta, Kenny — intervino mi madre. Hice una mueca de molestia. ¿Y si le cortó la garganta?
— Voy a salir a caminar.
Sin más ni más, tomé mi celular y salí de la casa a zancadas, dando un portazo haciendo evidente mi enojo. Kenny pudo haber estado para mi desde mi niñez, siendo como el padre que nunca tuve cuando en realidad es mi tío, pero ha sido lo más odioso que he tenido en la vida.
— ¿Levi?
Me detuve en seco. Esa voz no era nada más ni nada menos que de Erwin.
Tenía años de no verlo hasta ahora. Se alejó de un edificio para acercarse a mi.— Erwin.
— Qué gusto verte — dijo, sonriendo. Permanecí serio.
— ¿Qué haces aquí?
— Ah, vine a acompañar a mi sobrina. Dijo que era urgente que vinieramos por unos cuadros.
— ¿Sobrina?, ¿Cuadros?
— Sí. Olvidé contarte en ese momento, pero mi hermana Heather tuvo dos hijos. Un hombre y una mujer. Mi sobrina se dedicó al Arte, pero está trabajando en la empresa en el área de Finanzas.
— Vaya, eso sí que es una sorpresa — contesté. Es agradable platicar con él de nueva cuenta. Siempre hubo una buena conexión, nos entendíamos perfectamente, pero por motivos de su empresa es que ha estado viajando de país en país que nuestros encuentros han sido escasos a comparación de años atrás.
Su teléfono celular sonó. Seguramente es su esposa, Marie.
— De hecho es ella. Permíteme.
— Claro.
Contestó la llamada. Me llevé una enorme sorpresa.
— ¿Ya vienes bajando?. Sí, yo estoy abajo. ¿Necesitas ayuda?. Bueno, con cuidado con los cuadros, Céline. Aquí te espero.
Hacia pausas esperando que la persona de la otra línea le respondiera. Céline. ¿Será la misma Céline?
— Con que su nombre es Céline — hice el comentario. Si quería quitarme de esa duda, ahora es el momento.
— Sí, así es — respondió Erwin, sonriendo —. Céline Everdeen.
Sí. Es la misma Céline.
Es curioso que nuestros encuentros sean cada vez más frecuentes y con personas que coinciden mutuamente con nosotros.— Ya veo. Bueno. Me dio gusto verte, Erwin. Nos vemos luego.
— Hasta luego, Levi. Cuídate.
Emprendí paso de regreso a casa. Seguramente el fastidioso de Kenny ya se fue o no seguirá tan molesto. Normalmente llega así después de una jornada laboral muy cansada.
A veces me cuesta creer que ese sujeto tiene trabajo.
Céline Everdeen.
Ese nombre ya lo he escuchado dos veces en el día. Primeramente, el hermano de la chica me lo mencionó, segundo, Erwin lo volvió a mencionar.
Lo que más me sorprende y mientras más me pongo a darle vueltas al asunto, es el cuadro que Yelena le regaló a mi madre. ¿Por qué nuestros apellidos se encontraban juntos en un sólo cuadro?
¿Quién es exactamente esa Céline Everdeen y por qué tengo la sensación de haber estado con ella hace tiempo si apenas la conocí hace un par de semanas?
¿Será prudente visitar a Yelena para que me ayude con esas dudas?
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Another Life; Levi Ackerman
Fanfikce[Libro II; Saga: El Aroma del Té] "En esta o en la siguiente vida, te voy a buscar y te voy a amar como lo he hecho en esta. Lo juro."