Final

120 15 3
                                    

Matt


El dolor que sentía todos los días, por la ausencia de Kerry, me comenzaba a matar poco a poco, pero a la vez me incitaba a querer seguir vivo por los dos. Seis años han pasado desde que ella murió, mis noches fueron dolorosas al recodarla, con el tiempo se transformó en algo hermoso.


Querido Matt.

Ahora que veo tu estado, no puedo evitar sentir la necesidad de querer protegerte.

Karen me ha contado sobre la situación con tu hermano, pero no deberías tenerle rencor. Un día morirás, lo sé, por ello debes perdonarlo y pasar tus últimos momentos con él. Te amo mi ángel, siempre lo hare. Aun cuando te vayas de mi lado antes, siempre tendré deseos de vivir por los dos.

Tuya por siempre.

Kerry





La carta que me dejo antes de su muerte, solo me decía que debía perdonar a mi hermano, puesto que iba a morir y también como se lamentaba que yo fuera el primero en partir de los dos.

Que equivocada estaba.

En los últimos años mi enfermedad se detuvo, no desapareció pero si me dio un respiro para completar las cosas que me faltaban hacer en la vida. Karen se había casado con Dany y ahora esperaban la llegada de su segundo hijo, Alonso siempre estuvo a mi lado apoyándome y finalmente conoció al ángel de su vida: Liz, una joven 3 años menor que él, pero aun así se aman desde el fondo de sus corazones. Mientras que yo, esperaba mi muerte, mi enfermedad podía hacerlo en cualquier día pero, lo que más me motiva de dejar este mundo es....

Ella.

Karen entro con su panza de 5 meses a mi cuarto, junto a ella se encontraba Dany y Alonso.

- Hola chicos ¿Ha pasado algo?-Les dije sentándome.

- Matt, solo queríamos visitarte. - Menciono Karen, atrás de ella se encontraba su hija mayor.

- Ven Kerry - Ordenó Dany a su hija.

La pequeña de 4 años de edad asomo su cabeza, su cabello azabache se parecía al de ella. Sus ojos azules me miraron por unos minutos y de repente su sonrisa se extendió por toda su cara.

- Tío Matt. - Grito la pequeña y corrió a mis brazos.

- Hola ángel. - La salude, la cargue en mis brazos y le di un enorme beso en su frente - ¿Cómo has estado?

- Bien, mamá dijo que te encontrabas muy solo. Por eso decidí que como tu ángel debía hacerte compañía.

- Gracias Kerry.

La pequeña solo me sonrió y me conto sobre las aventuras que tenía en la escuela. Cada día que ella me visitaba, sentía que realmente Kerry renació en ella para no dejarme solo enfrentando mis miedos. Sus sonrisas eran iguales, sus sentimientos de protegerme, la calidez que me daban... Todas eran iguales.

- Matt. Por fin hoy han metido a la cárcel a su asesino. - Dijo Alonso, me tendió una fotografía de él detrás de las rejas.

La tome con suavidad. Era cierto, aquel hombre que le arrebato la vida a Kerry se encontraba detrás de las rejas, al fin podía sentirme aliviado.

- Ha declarado todo. Porqué la mató y donde lo realizó. - Dany me puso su mano en mi hombro y sonrió.


"Una joven de 18 años fue asesinada brutalmente por un paciente del manicomio, que noches anteriores había escapado. La policía dio por hecho que el paciente era esquizofrénico."


Mis dolores comenzaron aproximadamente a la 1 am de la mañana. Mis pulmones dejaron de funcionar y mi corazón poco a poco dejo de latir. No grite, no me aferre a la vida, solo me deje llevar por la muerte.

Al fin cerré los ojos para siempre.

Una puerta enorme se abrió enfrente de mis ojos, dejando a la vista un hermoso paisaje.

Crucé y contemple aquella hermosa vista, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi sonrisa apareció en mis labios.

- Matt.

Voltee a mi costado y ahora era yo quien se encontraba de rodillas observándola.

Su cabello bailaba junto con el viento, usaba la ropa con la que la conocí y sus ojos estaban más llenos de vida como jamás lo pude imaginar. Sus labios se curvaron con una sonrisa y extendió los brazos.

Sin pensarlo me lance hacia ella y la estreche contra mí.

- Perdón por llegar tarde ¿has esperado mucho? - Puse mi cabeza en su cuello y mis lágrimas no paraban de salir.

Negó con la cabeza. - Por ti puedo esperar una eternidad. Gracias por haber venido.

Y después de seis largos años.

La besé.

Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora