Capítulo 4

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Kerry


Dicen que cuando conoces a una persona que puede en morir en cualquier momento, debes tratarla como si fuera su último día y aunque puedo estar de acuerdo con ello, también me pregunto ¿No somos todos así? Algún día podemos morir y con certeza no sabemos cuando, puede ser hoy, mañana o dentro de una semana, por eso debemos vivir los días como si fueran los últimos. Matt lo sabía, compartía su felicidad y alegría con las personas que estaban a su alrededor, sus sonrisas eran para el mundo igual que sus lágrimas.

Me quedé congelada enfrente de la puerta del hospital, no podía entrar después de lo sucedido el día de ayer. Mi estupidez hizo que Matt estuviera en peligro, mi idea de divertirnos podía matarlo, y por si fuera poco no pude dormir por la culpa que sentía.

- Vamos Kerry, no es nada - Me di unos golpecitos en el pecho - No sabía que podía hacerle tanto daño - Solté el aire que sostenía y entré al hospital con nervios.

Nadie me miraba y seguían con las tareas que tenían asignadas, ninguna mirada acusadora se cruzaba con la mía ni siquiera un comentario de lo sucedido. Clara se encontraba en la oficina central viendo algunos papeles de un paciente, pero al notar mi presencia sus ojos de inmediato me vieron, sus manos dejaron los papeles el la repisa y su boca se abrió con calma.

- Kerry, veo que has venido - apartó un mechón que se escapó de su cabello y me volvió a mirar - pensé que no volverías nunca.

- ¿Por qué? - pregunté con curiosidad, claro pensaban que era ese tipo de persona.

- Pude ver la culpa en tus ojos, son los mismos ojos con los que ves a Karen y escapas cada ves que la ves acercándose - miró sobre su hombro, seguí su mirada y me encontré con la figura de Karen acercándose a nosotras.

- Escapo de ella porque no merezco que me ayude, le hice daño hace poco. No puedo abusar de ella así - le dije, pero aún así mis palabras eran débiles y mis manos temblaban.

- Bueno tal vez tienes razón la engañaste con un chico que realmente le gustaba.

No puede creer que Karen le hubiera dicho, pensé que se quedaría callada para mi beneficio. Apreté mi puños y le dije a Clara que era hora de ir con Matt , no dijo nada y se volteo para empezar a hablar con Karen, la miré fijamente y me fui del lugar.


- ¿Porqué estas tan callada hoy nena? - me preguntó Matt, su sonrisa se encontraba en su rostro. Sus manos tomaban las cartas de póker y al lado de él sus fichas, le prometí jugar con él para recompensar lo de ayer.

- Pienso que soy una mala persona - le contesté, dejé caer mis cartas, mis ojos se dirigieron a los de él, encontrándolos mirándome con ternura. - No me veas así, sabes que lo soy ¿acaso Karen no te dijo?

Bajó sus cartas - Claro que me dijo la humillación que le diste, pero aún así no debo juzgarte. Aún quiero conocerte. Sonreí, mi corazón se aceleró, pero no dejé que lo notara, tomé mis cartas de nuevo y le indiqué que era hora de comenzar la revancha, sus ojos se fijaron en los míos por varios minutos pero no pronunció palabra, y sin aviso previo los apartó bruscamente.

La hora de irme ya se acercaba y como era de costumbre unos minutos antes las enfermeras de Matt entraban a su habitación para revisarlo, les dije que había comido más de lo normal, haciendo que sus sonrisas se extendieran hasta sus orejas. Me agradecieron y me hicieron salir de la habitación.

- ¡Kerry! - me gritó Karen desde el otro lado de la habitación, sus pasos eran apresurados - Debo hablar contigo. Es urgente.

Me detuve, aún con mi enojo hacia ella, no podía evitar sentirme pequeña a su lado. No quería saber aún sus sentimientos hacia mí, pero aún así no corrí, me quedé con mis puños cerrados esperándola, esperando su ira.

- ¿Pasa algo? - le pregunté cuando se encontraba más cerca de mí, sus ojos viajaron por todo mi cuerpo y su sonrisa se extendió. - Si quieres decirme algo por favor dilo ahora.

- Es sobre Matt - se detuvo unos segundos examinando mi reacción, al ver que no reaccionaba continuó. - Él está muy enfermo, todos los doctores dicen que no vivirá mucho tiempo. Por eso, te pido de favor que no le hagas daño.

- ¿CREES QUE LE HARÍA DAÑO? - alcé la voz más de la cuenta, mis puños se apretaron más, sentí mis uñas clavarse en mi piel.

Levantó sus hombros y con sus gestos indicó que estaba segura que sería capaz de hacerlo, lo cual hizo que enfureciera. Claro que a ella le hice daño, pero Matt iba a morir pronto, ¿Cómo podría hacerle daño?

Agaché mi cabeza por la furia que se encontraba en mi interior, Karen podía ser muchas cosas pero desde que llegué al hospital nunca me echó en la cara mi antiguo comportamiento, ahora me entero que le dijo a todos lo ocurrido, incluyendo Matt, la mala persona que era y por si fuera poco me decía que lastimaría a una persona que estaba a punto de morir. Quería decirle lo que sentía en aquel momento, pero una pequeña parte de mí sabía que me lo merecía por hacerle daño unos meses atrás.

"Cuando eres mala, siempre serás castigada"

Un día me lo dijo mi madre, y cuando conocí a Matt me lo dijo también. Ahora comprendí el porque de sus palabras.

- Nunca - dije en un susurro, haciendo que Karen me preguntara que había dicho - Nunca - dije más fuerte - Nunca le haría daño a Matt.

- ¿Porqué debería creerte? - preguntó, sus brazos estaban cruzados en su pecho y la mirada que me lanzaba era penetrante - ¿Porqué debería creerte que nunca le harás daño?

- ¿Porqué? - sonaba ilógico que me lo preguntara, no soy un monstruo.

- ¿Por lástima? - su voz era irónica, aún así dolía cada palabra que salía de ella - Matt, desde el día que fue internado en hospital tuvo lástima de todos los que venían a visitarlo y aún así nunca se mostró débil, pero cuando la persona de la que más amaba le tuvo lástima, simplemente no pudo sonreír como solía hacerlo. Se derrumbó y cayó en depresión, no comía y tampoco quería vivir, si toda su vida las personas la tratarían con lástima, él no quería vivir. No puedes quedarte a su lado por esa razón, no puedes ¿entiendes?

Subí de inmediato mi cabeza y la observé con cuidado ¿acaso ella? no podía ser pero, ¿si lo fuera?

Antes de darme cuenta ya me encontraba preguntándole - ¿Acaso la persona que más amo eras tú?

Karen dio un paso hacia atrás, sus ojos buscaron un lugar para esconderse, las manos le temblaban y ¡POR DIOS! su voz era lo más doloroso que pude escuchar en mi vida, cada excusa que trataba de decir, sonaba más como un lamento. Mis manos querían atraparla y escucharlo de su boca: Ella era la persona que más amo Matt y la que lo lastimó.

La puerta de Matt se abrió antes de que pudiera agarrarla. La cabeza de Matt se asomó al pasillo y cuando la vio, tan solo bastó un segundo para que sus ojos cobraran la luz que perdieron.

- Karen, Kerry - dijo, las enfermeras salieron de su habitación y me dieron la orden de acostarlo de nuevo. - Perdón Kerry, me levanté de nuevo.

- No te preocupes - Miré de nuevo a Karen antes de meter a Matt a su habitación - Creo que ahora puedo saber que él no estará solo - susurré solo para ella.





Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora