hide & seek Ꮺ hyunmin

17

Junio, segundo año.

—Está viéndolo— Felix entrecierra los ojos con fuerza, empujando a Jisung en las costillas.

Este se inclina hacia adelante, con una ceja arqueada. Miran como uno de sus clientes habituales, Hyunjin, mira fijamente a otro de sus clientes habituales, Seungmin.

Hyunjin se funde en una sonrisa suave mientras, una pelusa entra en el ojo de Seungmin y parpadea bruscamente con los labios fruncidos. Están sentados a cuatro mesas de distancia, los dos en la última fila en los extremos opuestos de la cafetería. Hyunjin ha estado mirándolo desde que entró, sin hacer otra cosa más que beber su café y tener su cuaderno de dibujos abierto.

—Amigo, eso no es echarle un vistazo, se lo está comiendo con los ojos— Han dice, francamente perturbado. L continúa limpiando las tazas, sin prestar atención a los dos baristas espías. —Lo hace cada vez que viene aquí, he visto su rostro cada vez que entra ese chico, parece que el mismísimo Jesús ha llegado a bendecirlo.

—¿Es un acosador?— pregunta Felix, mordiéndose la lengua mientras continúan analizando los movimientos del chico.

La sonrisa de Hyunjin se desvanece cuando entra otro chico, que se precipita a tomar el asiento frente a Seungmin. Sigue mirando, con el anhelo grabado en su rostro.

Jisung chasquea la lengua. —¿No puedes ser más romántico? ¿Qué tal... un loco enamorado?— balancea las manos, inclinando la cabeza hacia un lado y mirando a lo lejos por la ventana. L pasa por delante de él y lo golpea fuera de su posición dramática.

Hyunjin se inclina hacia atrás, sus hombros caen. La punta de su lápiz suavemente se encuentra con el papel, mueve sus ojos de arriba hacia abajo contemplando a Seungmin y reanudando su dibujo.

—¿Qué está dibujando?— Felix resopla, mientras L camina con indiferencia dirigiéndose a atender al cliente recién llegado.

—Rápido, ve a limpiar la mesa que está a su lado y mira— Jisung contrarresta.

Felix asiente con firmeza y sale del mostrador a la velocidad del rayo.

L arquea las cejas. —Sólo querías que hiciera la limpieza, ¿verdad?

—Shhh. Yo nunca haría tal cosa— proclama a pesar de la mirada satisfecha que hay en su rostro cuando Felix despeja la basura.

L estrecha los ojos. —¿Puedes dejar de llamarme L? Ya te lo dije, es-

—Linda, Lola, Layla, lo que sea— se ríe disimuladamente, orgulloso de como deliberadamente le prestó a L una pluma sin tinta. Se habían visto obligados a inventar apodos para sí mismos porque su jefe Jaejoong estaba tan enamorado del suyo, que por cierto, Han pensaba que era estúpido. L, o más apropiadamente Myungsoo, escribió la primera letra antes de que la pluma dejara de funcionar. No hace falta decir que Jaejoong estaba seriamente extrañado por su elección de apodo.

L abre su boca para protestar, pero Jisung agita su mano precipitadamente. —¡Mira!— Sisea, Felix se encuentra mirando por encima de los hombros de Hyunjin. Sus ojos se ensanchan hasta el punto en que Han está seguro de que se le van a salir. Se sumerge de nuevo detrás del mostrador con la expresión de shock aún en su rostro.

—Oh, Dios mío. Lo estaba dibujando—Felix deposita los platos sucios en el fregadero y agarra a Jisung por los hombros, sacudiéndolo violentamente. Un cliente que pasa los observa de reojo. —Hyunjin estaba dibujando a Seungmin, es oficial, es un acosador.

—¿El dibujo era lindo? Espera ¿No son de la misma escuela? ¿Se conocen? ¿Seungmin lo ha notado?— Jisung niega con la cabeza, mirando a lo lejos otra vez.—Tantas preguntas, tan pocas respuestas.