Capitulo 8

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Cole.

Cuado Samantha y yo vinimos a su camioneta, se que quería que la bajara pero no podía la necesitaba cerca y sin contar que me encantaba hacerla enojar, siempre tenia unas esposas a mano y doy gracias a dios y a todos los santos que hoy no fue la excepción tenerle tan cerca, sus labios en perfecta sincronización perfecta, su lengua jugando con la mía, y su cuello dios creo que tengo una obsesión por su cuello pero es hermosa en lo único que estoy pensando ahora es besarla de nuevo en tenerla tan cerca que pudiera sentir su corazón alterarse por mi culpa.

Ella veía por mi ventana ignorando completamente mi mirada que en ningún momento abandonó su cara y cuerpo, ella estaba sonrojada lo suficiente para que yo lo notara, quien lo diría la primera vez que Samantha se sonroja y yo soy el causante ¿Que se hace en estos casos? Nunca la he visto así y dudo que un ser viviente lo haya hecho también.

Samantha no es el tipo de chicas que se ponen nerviosas por nada, ella hace a los demás poner nerviosos con solo su presencia, tan segura en si misma y con una autoestima que podría llegar a lo cielos muy fácilmente y considerando que ella no es el tipo de chica que le da esa ¿satisfacción? Si algo así, bueno ella no es el tipo de chica que le da esa satisfacción a cualquiera menos a un chico, y dios si que se sentía bien que yo fuera el primero tenia mi ego y orgullo por las nubes al ver que la chica que es demasiado para cualquiera que estuviera así por mi culpa, a decir verdad todos mis problemas se fueron al besarla, olvide todo lo qué pasó con mi padre en cuestión de segundos y todo paso a segundo plano cuando pude probar esos dulces labios, sus dulces labios.

}— ¿Mama a donde vamos a dejar a Cole? — escuche preguntar a Samantha a su madre pero no entendí una mierda de lo que dijo.

Hija, la mama de Cole y el se quedaran con nosotros por un tiempo — le respondió su madre y ella grito.

— ¿Donde miércoles se van a quedar? — dijo Samantha molesta.

Me pregunto cual es la razón de su enojo pero mis dudas y preguntas desaparecen cuando mi madre me dice que nos vamos en quedar en la casa de Samantha mientras mi madre y la abogada que es también la madre de la pelinegra arreglaban lo del divorcio y adivinen que.
Yo me voy a quedar en el cuarto de Samantha ¡Voy a dormir con ella! Dios voy a poder terminar lo que empece y si lo único que me importa es besarla de nuevo pero ustedes no han probado esos dulces, lindos, sexys, y carnosos labios. Y si lo han hecho escóndanse por que les voy a partir la cara, pero bueno volteó a ver a la chica que me trae loco desde que me reto en frente de toda la clase cuando me burle de su acento y veo que tiene su ceño fruncido con un puchero y con una clara mirada de molestia yo solo me burle de ella, después de unos minutos largos de silencio llegamos a la casa donde la cual pasaría un montón de tiempo con mi linda chica, aunque no haya pasado nada mas haya de un beso y tal vez unos chupetones sin contar la sudadera rota.

Ella se bajo rápido y salió corriendo en dirección a su casa y cerro la puerta de un portazo yo me reí y entre lo mas rápido que pude — Voy a hablar con ella — dije antes subir las escaleras corriendo y seguirla hasta su cuarto.
Antes de que la puerta se cerrara de un portazo yo la abrí y la cerré detrás de mi poniendo seguro — ¿Que paso muñeca? — pregunte coqueto y me acerque a ella amenazante y ella se volteó a verme.

— Cole ni se te ocurra dar un paso mas por que te mato — dijo ella y yo solo me acerque aun mas acorralándola contra la pared.

— Lo siento muñeca pero eso no será posible — dije y atrapé sus manos arriba de su cabeza con una mano dejando libre una de mis manos y atrape sus labios con los míos.

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