Apoyo.

Capitulo 9

Cole.

Mi lengua se adentra en su boca explorándola como si fuera la cosa más interesante del mundo. Siento como ella trata de hacerse para atrás pero yo me acerco más y más a ella disfrutando de la cercanía qué teníamos.

Todo estaba bien hasta que siento un rodillazo en mi entrepierna y la dejo ir abro los ojos y la veo con una mueca de dolor y caigo en mis rodillas. — P-por-r d-di-os — dije y recosté la cabeza en el suelo, escucho como ríe burlona y solo me retuerzo de dolor.

— Te dije qué no te acercaras Cole — dijo dándome una palmaditas en la espalda.

Ella sale de la habitación dando bronquitis dañando en el suelo volteo a la puerta y me obligo a levantarme y seguirla, veo como habla con su mamá. Bajo las escaleras con dificultad por el dolor en mi entrepierna, veo como ella discuten de algo en español y veo como mi madre y su hermano las ven raro. Según lo que se su hermana no sabe español o algo así no se pero bueno.

— ¡Necesito privacidad! — la escucho gritar — ¡Mamá no puedo tener un chico durmiendo en mi habitación! — dice molesta y hago una mueca al no entender una mierda.

No entiendo de por qué se están gritando pero decido no meterme.
Una cosa qué he aprendido sobre Samantha en estos años es no molestarla cuando esta peleando con alguien, es capaz de matarte a ti y a la persona qué tenía la mala suerte y la ingenuidad de meterse con Samantha.
Samantha es como el fuego o bueno peor, se propagaba mucho más rápido y con la más mínima provocación se convertía en un incendio forestal, arrasando con todo a su paso sin importar nada. Loca, intensa, rebelde, varios son los apodos qué la gente le fue poniendo con los años pero aun así qué habían apodos malos con gente qué la odiaba también había apodos cariñosos y gente qué la quería por muchas razones.