A veces pienso que la mente es la principal cosa que el ser humano puede imaginar o crear y soñar con sólo imagines que solo son recuerdos, momentos inolvidables o sin tanto al caso, la mente piensa diferente como nosotros lo manejamos como si fuéramos otras personas o hablamos con nuestra propia mente, vaya si que la mente es tan hermoso que casi no hay tanta descripción a esto pero en fin solo me queda decir que así no se empieza esto.
Hospital psiquiatrico del estado de Nueva York año 2010.
-Bueno su hija va mejorar unos años yo se que podrá salir adelante por el fallecimiento de su esposo y su otra hija.-menciono el doctor ante la mujer de su lado.
-No es mi hija doctor, es mi sobrina además su familia falleció horriblemente y fue una partida perdida pero la única que vio todo esa trauma fue por todo esto lo que sucedió.
-Me doy cuenta, la verdad si que es doloroso quedarse huérfano a una temprana edad, pero le prometo que mis mejores servicios que le puedo ofrecer.
-Muchas gracias Doctor se lo agradezco.- se estrechan la mano, al ir la mujer solo quedar el doctor.
Salida. Camina hasta ir a su coche rojo deportivo, se sube arrancó a toda velocidad al abrir las puertas del hospital al irse de ahí.
Las pisadas se escuchaban en el silencio por todo el hospital como doctores, enfermeras y enfermeros, la guardia que trae seguridad ante cámaras y dentro fuera de algunas salas importantes para el hospital como comedor, etc, cada habitación tiene un paciente con su enfermedad diferente, del piso de arriba número 6C lado derecho una puerta blanca con una sola cama con una cobija, almohada, un pequeño cuarto con no mucho espacio para jugar ni para escapar ya que no hay ventanas para ver la luz del día o un ave o algo más.
Acostada me quedaba viendo la pared blanca que solo mi cuerpo recuperaba fuerzas de lo que sucedió hace unos instantes dolor, números, sube o baja el dolor que daba era horrible sentirme así todavía casi no recuerdo mucho.
Solo.....
-¡NO TÍA NO DEJES QUE ME LLEVEN TÍA NO!.-me acostaron en una camilla al amarrar mis muñecas y pies al detenerme un poco al poner en mi mente unas cosas en la izquierda y derecha de mi cabeza al entrar un doctor, me pusieron algo en mi boca para taparlo.
-Sube al doce. - subió al botón. - ¡Ya! - momento empieza a dar una elctrochoques que solo hacian mi cuerpo hacia arriba, solo gritaba de dolor lo que me hacían eso. -Baja al seis. - bajo al seis del botón otra vez me electrocutaron. Al solo mi cuerpo me quede quieta, al no aguantar mas de esto me quede totalmente dormida, ahora estoy en mi cuarto solo viendo el techo de arriba con ese color blanco que un poco se ve por la luz amarillenta que hay de foco, me levanto un poco al quedar sentada. Cuando abren la puerta.
Afuera era un guardia al abrir la puerta y cuando entraron era una doctora.
-Daysie bienvenida, por fin despertaste así que porque no empezamos desde cero me presento mi nombre es la Doctora Samantha y te guíare durante este tiempo cuanto sea necesario. - me daba esa sonrisa cálida falsa que daba miedo más por el cicatriz de su mejilla derecha, se ve debajo de sus lentes de un sencillo armazón.
Me sacaron del cuarto solo a lado mío estaba caminando la doctora miró su cicatriz pero veo que no es reciente sino ya tiene tiempo mire a las demás puertas cerradas del mismo color que la puerta, solo lo que se cruzó por mi mente fue escapar.
Al momento vi el letrero de salida de color verde con letras blancas en ese momento corri los guardias me perseguían solo voltee a ver la doctora que solo se quedaba ahí, seguí hasta que un guardia gordo y alto me atrapó al sostenerme de los brazos para ya no moverme llega el seguridad al voltear ellos se pones de los lados llegar un doctor canoso y un poco viejo pero no del rostro tanto con la misma doctora.
-Vaya una escurridiza ratóncito quiere salir de la jaula tan pronto si apenas llegaste. - lo miraba con rabia que no podía creer que una persona con cara de ser amable pueda fingir ser un hombre amable con las personas se nota que es una cara de otra moneda.
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Daysy Stacy
Teen FictionUn verano del junio 2010. Una familia de cuatro eran realmente felices, no ocultaban nada solo había confianza y armonía en familia. De repente hubo un accidente automovilístico en la carretera de las afueras de la ciudad de Washington D.C, tanto co...