00. This is just the beginning

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Capítulo Cero. Esto es solo el comienzo.

EN AQUEL PALACIO DE ORO, en el gran pueblo de Estrellas, se encontraba el rey Odín

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EN AQUEL PALACIO DE ORO, en el gran pueblo de Estrellas, se encontraba el rey Odín. Su rostro estaba adornado por una majestuosa barba, y su cabello castaño estaba perfectamente peinado hacia atrás, tal como agradaba a su reina. Sentado en su imponente trono, como era su costumbre, esta vez no estaba solo. Una pequeña compañía lo acompañaba. Intrusos de pequeño tamaño se habían colado en la sala del trono, robando toda su atención. Odín no tuvo más opción que ocuparse del alboroto. Con sus palabras perfectamente elegidas, capturó cada minúscula fibra de curiosidad, narrando historias que emocionan profundamente a sus hijos.

Esos ojos llenos de curiosidad y fascinación arrugaba el corazón del hombre. Cada pausa para agregar emoción al relato, y sin olvidar el suspenso entre líneas. La niña de cabellos dorados, la hija menor de Odín, se encontraba atenta a cada palabra que formulaba su padre. Amaba las historias en el tiempo en que su padre era un guerrero asgardiano. Lástima que solo quedarán eso... Historias.

La pequeña Odisson podía convertir esos relatos en carne y hueso en su imaginación, formando parte de ellos. Se visualizaba peleando y protegiendo a su pueblo que tanto adoraba, con todo el coraje que su corazón podría brindarle. Convertida en una resplandeciente Valkyria, cabalgando en los cielos en su majestuoso Pegaso.

-Creo que ya es suficiente por ahora -terminó de contar la historia, recibiendo bufidos y quejas.

-Vamos, solo una más, padre-suplicó con un puchero el rubio, el hijo mayor de Odín, Thor.

El hombre negó con la cabeza.

-Ya estuvo, recuerden que irían a ver el entrenamiento-les recordaron. Sus rostros con un deje de engaño cambiaron exclusivamente.

Esa fue una buena jugada, Padre de Todo.

-¡Cierto! No podemos perdérselo-ambos niños hablaron al mismo tiempo, qué distintos eran, la combinación perfecta.

Colocándose rápidamente de pie, sacudieron sus vestimentas y salieron como si sus vidas dependieran de ello, no sin antes despedirse de su padre. Sin que Odín lo notara, la pequeña rubia frenó sus pasos aún estando en la sala del trono, recibiendo una mirada confusa de su padre.

Por primera vez desde que llegaron, la suave y fina voz de la princesa resonó en las paredes.

-Prométeme que me contarás otra historia cuando vaya a dormir-la dulzura desbordaba de su voz, una sonrisa causada por la ternura levantó las comisuras del hombre, no muchas veces lo hacía.

-Claro que sí, hija-la sonrisa resplandeciente de la princesa fue suficiente para Odín.

Un tirón en su pequeño brazo la sacó de su burbuja.

-Vamos, Aila, llegaremos tarde-el pelinegro la sacó arrastrándose de la sala, apurando los pasos torpes de la rubia.

En un impulso, ambos pequeños salieron corriendo tratando de igualar el paso del rubio mayor.

The Little Goddess | MARVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora