Nacio de la luz, encerrada en una familia fragmentada desde los cimientos donde esas grietas eran disfrazadas por una fachada que imponía respeto y todo aquel quedaba deslumbrado al observar. Esa pequeña e inocente princesa que crecido en un mundo d...
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SOLO UN MURMULLO RESONÓ EN LAS FRÍAS PAREDES, confundiendo a los presentes. Aila confirmó sus sospechas, pero eso no la tranquilizó; todo lo contrario. Odín tocó su bastón contra el suelo, lo que fue señal suficiente para que sus hijos supieran exactamente lo que estaba pasando, y no dudaron en seguir a su padre sin temor alguno.
Los rápidos pasos de padre e hijos por los largos pasillos eran lo único que se podía escuchar, se dirigieron directamente a la bóveda de armas, pero ya era demasiado tarde; el Destructor había completado su labor, dejando destrozos y los restos de los gigantes de hielo que habían intentado infiltrarse sin éxito. Aila observar cuidadosamente la escena . Un poco de hielo se expandía por distintas partes; Ese era el truco mortal de los gigantes. No pudo evitar hacer una mueca al ver el cuerpo inerte de uno de los guardias que resguardaban la bóveda.
La sensación de vacío al sentir que una vida se iba, un corazón latía por última vez, le causaba escalofríos. No importaba cuantas veces lo hubiera experimentado; nunca se acostumbraría a la sensación de la muerte respirándole en el oído, sintiéndose impotente ante ella.
Loki no pasó por alto el gesto; Sabía perfectamente lo que pasaba por la mente de su hermana pequeña, y eso solo le provocó impotencia. Por otro lado, Thor ni siquiera se tomó el tiempo de examinar con detenimiento la escena antes de que la ira lo invadiera y su sangre hirviera de furia.
—Los Johtuns deben pagar por lo que han hecho —explotó Thor.
—Ya han pagado con sus vidas; el Destructor hizo su deber -la calma de Odin desconcertó un poco a su hija, que lo miró con cautela—El cofre está a salvo, y todo está bien.
— ¿Todo está bien? —escupió irónicamente el rubio directo a su padre-Irrumpieron en la cámara de armas.
Esas últimas palabras no pasaron desapercibidas para Aila, quien conectó los puntos en su cabeza y dirigió su mirada hacia el pequeño espacio en el fondo de la cámara: el cofre. Eso era lo que buscaban, pero ¿por qué ahora?
Y mas importante ¿Cómo habían entrado sin ser detectados?
—Si los gigantes hubieran logrado robar una de las reliquias...
—No lo hicieron —los intentos del Padre de Todo fallaban cada vez más. Thor necesitaba mantener el control.
—¡Quisiera saber por qué! —exigió.
Estaba cruzando límites ya ninguno de ellos les daba buena espina, aunque Loki disfrutaba del espectáculo en su interior sin dudarlo.
—Tengo una tregua con Laufey, rey de los Johtuns —la rubia no se sorprendió por la pequeña confesión
Clásico de Odin, no decir nada sobre nada.
—Vaya sorpresa —murmuró la princesa, agotada del drama aumentará.
