-¿Vamos? -le preguntó el chico agarrándole de la mano.
-Al infinito y más allá -le respondió la chica y empezando a caminar, pero algo le frenó: la opinión de la gente-. ¿Qué opinará la gente?
-Seamos solo tú y yo.
• Está totalmente prohibida la cop...
-Ven, siéntate conmigo -me dijo Alen caminado hacia su sitio que era detrás de Fede y Aina.
-¡Buenos días chicos! -saludó efusivamente la profesora-. Bienvenidos al segundo trimestre. ¿Qué tal las Navidades? -preguntó a lo que todos repondieron un bien-. Vale, voy a pasar lista.
-¿Cómo se llama? -le pregunté a Alen en voz baja mientras que la profesora buscaba cosas.
-Leticia o Leti, como quieras -me dijo él de la misma manera
-¡Uy, pero si es verdad! -exclamó Leticia mientras veía la hoja después de haber nombrado a varios compañeros de clase-. Tenemos una alumna nueva, ¿¡Aria Pérez Quevedo!? -yo miré a Alen sin saber que hacer y él me hizo una seña para que me levante, así que yo me puse de pie y todas las miradas se posaron en mí y eso es algo que odio-. Cuéntanos algo sobre ti.
-Me llamo Aria y tengo 12 años. Me gusta escuchar música, leer y escribir. Mis colores favoritos son el blanco y negro. Y por último vengo de Canarias, exactamente de Gran Canaria -cuando terminé de decir esto me senté rápidamente y miré a Aina mientras me moría de vergüenza a lo que ella solo me hizo una seña de "bien" (👍).
-Muy bonita isla -dijo Leticia.
Leticia siguió pasando lista y después llamó a Aina para que se acercara a su mesa para hablar con ella.
-Chicos -nos llamó Leti-. Como bien saben tenemos delegados y por si alguien se olvida, los delegados son: Ainara, como delegada; Fede, como subdelegado y por último, por si hiciera falta, María -otra compañera con la cual no he hablado-. Aria, en el recreo te vas a tener que ir con Ainara, ¿vale? -yo asentí porque ni ganas de hablar.
Pasamos hablando las tres primeras horas, porque si, ahora son tres horas de mañana, después el recreo y otras tres horas más.
-Vayan cogiendo su desayuno y poniéndose en fila -dijo Leti.
-Ven Aria que te tengo que enseñar las instalaciones -dijo Aina al lado de mi sitio.
-Vale -saqué mi desayuno y esperamos en la fila hasta que Leti nos dejara salir.
Estuvimos 20 minutos para ver todo el instituto y después Aina me llevó al patio donde estaban Fede, Dani y Alen jugando al fútbol y Ale con niños más mayores.
-Si te lo preguntas, si, Ale repitió hace dos años pero está "colado" por mí y por eso ya no repite -me dijo Aina como si fuera una bruja-. O sea, estudia para poder seguir estando conmigo pero ahora no descarto que se cuele por ti.
-Pues yo solo tengo ojos para uno, que se busque a una chica de su edad -dije yo despreocupada.
-Ese uno se llama Alen, ¿verdad? -me preguntó y yo confirmo que esta mujer es adivina y bruja.
-Si, pero nunca se fijará en mí -dije-. Y no me reproches que para eso está su hermana.
-Vale, vale -dijo levantando las manos como si estuviera en un atraco.
-A ti te mola Fede y fleje, ¿verdad? -le dije.
-Uno, no me mola; dos, ¿qué es fleje? -me preguntó.
-Fleje es mucho, es una expresión canaria y si te mola.
-Ya, pero prefiero ser su amiga, si eso más adelante se lo digo.
-Pues pegas montón con Fede, ahora la pregunta del año, ¿Barça o Madrid? -le pregunté y ella soltó una risa.
-Mi corazón es blaugrana -dijo mientras ponía una mano en su corazón-. Lo malo es que Fede es colchonero.
-¿¡No jodas!? -pregunté-. No sé quien me cae peor, si el Madrid o el Atleti.
-Na, mentira, él es del Barça -me dijo.
-Coño, qué susto -le dije y en ese momento tocó la musiquita que indica que el recreo terminó.
