Seven

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Ava

Apretó el cinturón alrededor de mis muñecas. Estaba frío, haciendo que un escalofrío me recorriera la espalda. Su pene erecto rozó mis pliegues. Cuando volvió a mirarme, sonrió. Miré mis manos. Me había amarrado en la cabecera de la cama. Tiré un poco, haciendo que mis muñecas dolieran levemente. Estaba completamente desnuda para él, mi cuerpo completamente desnudo para que él lo tomara y lo usara. El pensamiento hizo que mi vagina se apretara.

Puso su mano alrededor de mi garganta, apretándola con fuerza y la otra apoyó su peso en el colchón.

Se cernía justo encima de mí y ambos respirábamos con dificultad por la necesidad y la lujuria. Se inclinó un poco hacia adelante, abriendo más mis piernas. Me miró a los ojos, estudiando mi reacción mientras bajaba entre mis pliegues, gemí.

—Voy a follar tu apretado coño hasta que grites por mí, Ava — susurró con voz profunda. Las palabras fueron directamente a mi adolorido centro. Nunca antes había sentido tanta necesidad.

—Por favor, James. Te necesito — dije de vuelta en un tono de súplica.

—Es daddy para ti — dijo en un tono firme —Dilo.

Lo miré directamente a los ojos.

—Daddy.

Gruñó y poco a poco se introdujo en mí. Sentí su gran polla estirarme de una manera que no sabía que fuera posible. Se sentía como si me estuviera partiendo por la mitad. Por suerte fue lento. Pero pude ver que estaba tratando de contenerse, por la forma en la que cerró los ojos por un segundo.

No podía mantener los ojos abiertos por el dolor y casi grité cuando él estaba completamente dentro. Puso su cabeza en mi cuello y susurró dulces palabras en mi oído, elogiándome y diciéndome que era una buena chica.

—Me tomas tan bien, kitten, sigue tomando mi polla así — empezó a empujar lentamente hacia adentro y hacia afuera y el dolor se convirtió en placer. Besó y mordió mi cuello tratando de distraerme del dolor. Cuando de repente se puso más rudo, gemí en voz alta. Traté de tirar de mis manos para tocarlo y agarrarlo, pero el cinturón solo tintineo, burlándose de mí. Seguí gimiendo y traté de levantar mis caderas para mostrarle que podía acelerar el paso. Inmediatamente lo hizo. Fue más fuerte y más rápido y gemí con cada embestida.

—¡Sí, sí, por favor daddy! — podía sentir que mi orgasmo comenzaba a asentarse en mi vientre y la sensación familiar me hizo echar la cabeza hacia atrás y arquear la espalda. Su agarre alrededor de mi garganta se hizo más fuerte mientras gruñía y gemía profundamente en mi oído. Los sonidos eran extremadamente eróticos y me hicieron gemir aún más fuerte, rogándole que me siga follando.

—Joder, estas tan apretada para mí, ¿no es así? — su voz era ronca y profunda.

Sacó su polla y gemí por la pérdida, pero pronto sentí que me penetraba otra vez. Grité de placer. Abrí mis piernas tratando de sentirlo más profundo. Él obedeció y me folló aún más fuerte con embestidas más profundas.

—Contéstame Ava, dime qué tan apretado es tu joven coño para mí — gruñó en mi oído, dejándome empapada. Levantó la cabeza y se cernió sobre mí.

—¡Est-estoy tan apretada para ti, daddy! — gemí y lo miré directamente a los ojos. Lo escuché murmurar un "buena chica". Gruñó con cada embestida y besó mis labios bruscamente mientras estiraba mis paredes.

Tomó su mano libre y comenzó a frotar mi clítoris, mientras sentía que me empujaba al límite.

—Vamos, sé una buena chica y córrete para mí,
Gatita.

La dominante ola de placer me superó y debe de haber sido el orgasmo más intenso que he experimentado. Incliné la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y frunciendo las cejas. Gemí hasta que el orgasmo pasó de mí. Él me seguía follando, penetrándome fuerte y yo seguía gimiendo. Fui increíblemente sensible allí abajo, pero pronto se convirtió en placer de nuevo. Cerré los ojos e incliné la cabeza hacia el colchón. Cerró su agarre alrededor de mi barbilla con su mano libre y giró bruscamente mi cara para encontrar sus ojos oscuros.

—Mírame — él ordenó. Y obedecí. Golpeó un punto en mí que me hizo llorar de placer.

Me besó la mejilla y luego se movió hacia mi oreja.

—Córrete alrededor de mi polla, Ava.

Su voz grave fue la última gota. Pronto la sensación en mi estómago volvió y estaba cerca del orgasmo de nuevo. Con un último empuje gruñó y pude sentir su semen caliente llenando mis paredes. Me vine con él, arqueando mi espalda para llevarlo más profundo y solo se podía oír su nombre en mis labios. Estaba extremadamente cansada, sentí que me iba a dormir en cualquier momento. Me besó en los labios y me sonrió. Toda la irritación que sentí antes hacia él había desaparecido y le devolví la sonrisa.

Salió de mí y se inclinó para quitarme el cinturón de las muñecas. Bajé las manos y él las frotó. Me estremecí con el dolor. Las marcas rojas cubren mis dos muñecas. Pero no me importó, lo disfruté mucho. Con un beso en cada una de ellas él me miro con preocupación cubriendo sus ojos. Posó su mano en mi mejilla, acariciándome con el pulgar.

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? — su suave voz era nueva para mí, parecía que realmente se preocupaba por mí. Siempre lo veía como un hombre orgulloso y confiado y un poco arrogante. Pero ahora parecía tan dulce.

Le sonreí.

—Estoy bien — me sonrió y besó mis labios.

Se cernió sobre mí y me levantó. Caminó hasta el baño y literalmente me metió en la ducha con él. Me reí y él me sonrió. Abrió la ducha y me dió la vuelta. Sentí que su miembro todavía estaba erecto en mi culo, pero parecía ser capaz de controlarse a sí mismo. Nos duchamos juntos en un cómodo silencio. Aquí y allá me besaba el cuerpo. Cerré los ojos. Me lavó el cuerpo, especialmente entre mis piernas y lloriqueé suavemente por el dolor. Solo podía imaginar la tortura que iba a sentir por la mañana. Por la mañana. ¿Se iba a quedar aquí conmigo? ¿Me iba a dejar de nuevo? Mi sonrisa se convirtió en un ceño fruncido y se puso de pie con una mirada preocupada en el rostro. Tomó mi barbilla e inclinó mi cara hacia arriba para encontrar sus ojos.

—¿Qué pasa?

Puse mis manos en su pecho, admirando sus hermosos tatuajes.

—Me preguntaba si ibas a pasar la noche conmigo — lo miré y su semblante preocupado se convirtió en una gran sonrisa. Me acercó a él y envolvió sus brazos alrededor de mi pequeña figura. Puse mi cabeza sobre su pecho y mis manos a su alrededor. Me dio unas palmaditas en el cabello de una manera relajante.

—Por supuesto, ángel — casi me sonrojé con su apodo para mí. Parecía que le gustaba dármelos.

—Bien, por que personalmente te mataría si te hubieras ido de nuevo — le dije en el pecho y le di un suave beso en sus pectorales. Lo miré y él me devolvió la mirada. Se rió y el sonido calentó mi corazón. Me estaba apegando demasiado a este hombre.

—Vamos, vámonos a la cama — dijo y me besó la frente.

Salimos y miré por la ventana mientras me llevaba a la cama. Probablemente fue en medio de la noche. Solo esperaba que mis padres llegaran después de que James tuviera que irse mañana por la mañana. De lo contrario, seguro que íbamos a tener una conversación interesante...

Me acosté y tiré de la cubierta sobre mi cuerpo desnudo, acostada de lado. Cerré los ojos y sentí que la cama se hundió detrás de mí y él se acercó a mí. Pronto sentí que su brazo se envolvía alrededor de mi cintura y me tiró hacia atrás. Sonreí ante el gesto. Me besó a un lado de la cabeza y me abrasó.

—Buenas noches, gatita — susurró.

—Buenas noches, James.

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N/A TRADUCIDA:

Por favor comenten. De lo contrario, no tengo ni idea de si el libro es bueno o no.

¿Pensamientos? ¿Fue demasiado detallado?

Kitten | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora