Kitten | +18

Twelve

Ava

De alguna forma terminamos en su dormitorio, ni siquiera tuve tiempo de apreciar el enorme espacio antes de que me empujara contra la cama, sosteniendo un agarre apretado en mi cintura. Sentí el borde de la cama en la parte posterior de mis rodillas y él empujó más fuerte, lo que me hizo caer en las sábanas. Tuve que mirar hacia arriba para encontrarme con sus ojos, se elevaba por encima de mí y me excitó aún más. Parecía tan dominante y poderoso, y no quería hacer nada más que someterme a él.

Sus ojos vagaban por mi cuerpo y casi gruñó cuando llegaron a mi centro, que era visible desde mi vestido subido. Se metió entre mis rodillas que todavía estaban fuera del borde y dobló sus brazos, dándome una vista de sus bíceps abultados. Su marco musculoso fue suficiente para hacerme gotear.

—Quítate el vestido.

Me senté lentamente, manteniendo su intenso contacto visual.

Llevé mi mano hasta mi hombro y bajé los tirantes, y luego levanté el vestido sobre mi cabeza, me lo quité y lo tiré al suelo. Cuando vio mis pechos desnudos, escuché un gruñido animal que vibró de su garganta. El sonido envió una ola de calor directamente a mi coño y traté de apretar mis muslos, pero sus piernas me impidieron hacerlo.

—Tan jodidamente hermosa, Kitten—agarró mi mandíbula e inclinó mi cabeza aún más hacia arriba, haciéndome mirar directamente a sus ojos llenos de lujuria.

James puso una de sus manos en mi pecho, forzándome contra el colchón, el acto repentino me hizo jadear. Agarró mis muslos y me levantó más en la cama, antes de subir entre mis piernas, besándome los muslos suavemente, luego subiendo hasta mi estómago y mi cabeza inclinada hacia atrás. Arqueé la espalda cuando llegó a mis pezones y lloriqueé mientras su lengua giraba alrededor de la zona, esparciendo su saliva. Su otra mano estaba frotando y pellizcando mi otro pezón, y dejé salir un gemido.

Mis manos se metieron entre su cabello, tirando bruscamente, mientras sus dientes rozaban mi timbre, lo hizo gruñir. Lo hice de nuevo, queriendo tener esa reacción una vez más y esta vez gimió, joder era tan caliente.

De repente, agarró mis dos muñecas y las sostuvo por encima de mi cabeza con un agarre firme. Sentí que sus labios subían, atracando mi cuello y cabeza inclinada hacia un lado, mostrándole que continuara. El mordió fuerte y yo gemí. Cuando me lamió la piel, sentí que mis bragas se empapaban aún más y necesitaba sentirlo dentro de mi. Después de sus burlas en el coche, ya había esperado lo suficiente.

—Por favor, James—le rogué.

Se rió contra mi cuello, haciéndome cerrar los ojos mientras las vibraciones atravesaban mi cuerpo.

—Estás ansiosa.

Me frustré. Levantó la cabeza y me dio un beso apasionado, luego se levantó de la cama, dejándome confundida y medio desnuda. Me quedé quieta, viendo como entraba a una habitación, y salía con algo en sus manos. Mis cejas se fruncieron, luego los reconocí. Esposas. Mi coño se apretó a la vista, recordando la experiencia de la última vez, pero con el cinturón.

Observó mi reacción y sonrió mientras me veía retorcerme ante él. Se fue a un lado de la cama y agarró una de mis manos bruscamente, me quedé sin aliento ante la sensación del metal frío. Levantó mis brazos por encima de mi cabeza haciendo que se vincularan. Con una cuerda que unió al respaldar de su cama, los anudó, así que me vi obligada a tener las manos por encima de mi cabeza. Me retorcí mientras él estaba de pie al final de la cama, mirándome acostada ahí para él, indefensa y totalmente a su merced. Me gustó esa sensación, sabiendo que él estaba al mando.

Vi como empezaba a quitarse la ropa, la camisa y luego los pantalones. Mi mirada se desvió de su cara hasta su notable bulto que se escondía detrás de sus boxers. Mis ojos se abrieron de par en par cuando se los quitó y se acercó. Era más grande de lo que recordaba.

Si mano se aferró a su polla y yo lloriqueé mientras lo observaba acariciarse recorriendo desde la punta a la base. Cuando escuchó mi sonido desesperado, una sonrisa cubrió sus labios. Me retorcí en la cama esperando su próximo movimiento.

—Me encanta verte así, Kitten. Atada y desnuda para mi uso—su profunda voz mandó una corriente por mi espina.

En cuestión de segundos, se subió encima mío de nuevo y mis duros pezones se rozaron contra su pecho musculoso.

Sus manos rasgaron mi ropa interior y yo inhalé bruscamente. Pero no tuve tiempo de discutir cuando sus dedos comenzaron a frotarme los pliegues, haciéndome gemir. Sus ojos se centraron en mi cara, estudiando mi reacción.

—Siempre tan jodidamente mojada para mí, ¿no es así, cariño?

Le asentí con la cabeza.

—Sí.

Su mano libre me apretó la garganta y mis vías respiratorias se apretaron.

—Sí, ¿qué?—su voz era firme, goteaba de lujuria.

Me quedé sin aliento cuando sus dedos encontraron mi clítoris.

—Sí, daddy.

—Mmm, tan jodidamente necesitada de ser follada, ¿verdad?

Su mano abofeteó el clítoris, haciendo que mis caderas se sacudieran.

Se rió.

—Que zorra tan necesitada.

Sus palabras me hicieron gemir y nunca había sentido tanto deseo. No pude decir ni una palabra, así que asentí con la cabeza.

—Dilo por mí, dime que eres una pequeña zorra necesitada, Kitten.

Sus dedos comenzaron a acercarse el ritmo y mis ojos remotearon, incapaces de mantenerlos abiertos del placer.

Me dio una abofeteada de nuevo, esta vez aún más fuerte, lo que me hizo mirarlo.

—Di las putas palabras.

Su tono exigente me hizo obedecer.

—Soy una pequeña zorra necesitada de ti, daddy—gemí con las palabras.

Deja salir un sonido satisfecho y sentí que sus dedos bajaban más, hacia mi entrada. Lentamente deslizó un dedo y mis caderas se levantaron, instándole a que me diera más. La mano alrededor de mi garganta se apretó. Su dedo comenzó a entrar y salir de mi coño goteante, y el ritmo lento me volvió loca.

Ya estaba al borde de un orgasmo y él apenas había empezado...

-

N/A TRADUCIDA:

COMENTA LO QUE PIENSAS

escribí esto bastante rápido, así que si el capítulo es malo LO SIENTO