Eight

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Ava

La luz del sol atravesó la ventana de mi habitación y me obligó a despertar. Mis pensamientos estaban llenos de recuerdos de lo que pasó anoche y una sonrisa cubrió mis labios. Me di la vuelta, esperando que encontrarme con el hombre guapo. Pero mi cara se arrugó de decepción cuando me enfrenté a un lugar vacío. Se había ido. Otra vez. Mi cuerpo estaba lleno de sensación de rechazo una vez más.

Decidí ducharme para despejar mi cabeza y me senté en la cama. Cuando pensé en cómo me folló y me ató las manos, una chispa estalló en mi estomago. Pero luego pensé en cómo acababa de irse, y me pregunté si este era su plan, meterme en la cama y dejarme cuando consiguió lo que quería. Soy tan estúpida, por supuesto que lo fue.

Estaba un poco disgustada conmigo misma. Disgustada con la forma en que lo había dejado llegar a mi tan fácilmente. Y como mi cuerpo era tan sensible y débil a su tacto.

Salí de la cama, frustrada por su comportamiento y me sentí sucia después de dejar que me usara así.
Mientras estaba de pie en la ducha, con el agua caliente que caía en cascada en mi cuerpo, todavía no podía sacarlo de mi cabeza. La forma en la que se sentías sus manos mientras me tocaba, los sonidos que hacía mientras me penetraba y la forma en que me follaba tan dominantemente. Nunca había sentido tanto placer. Lo odiaba por eso.

Con un gruñido me terminé de duchar, con mi cabello todavía seco en su moño alto. No tenía la energía para secarlo hoy.

Me sequé el cuerpo cuando terminé y me puse lencería con unos pantalones cortos y una camisa ancha. Suspiré y salí de mi habitación. Podía oír las voces de mis padres en la cocina.

Me sonrieron en el momento en que entré. Vi la felicidad de mi padre y me sentí culpable. Por follar con su colega.

—Hola, cariño, ¿cómo te sientes? — habían estado ocupados con reuniones con algunos clientes, la razón por la que no estaban en casa anoche.

Me acerqué a mi madre mientras ambos se sentaban junto al mostrador.

—Estoy bien, solo estoy cansada — obligué una pequeña sonrisa para demostrar mi respuesta. Me abracé con los brazos, hacía un frío increíble durante una mañana de verano.

Ella besó mi mejilla antes de tomar un bocado de su desayuno.

—Espero que no hayas llegado tarde, ¿has invitado a algún amigo?

Tragué.

—No, quería una noche a solas. Solo ordené un poco de comida.

Mi padre se puso de pie y llevó sus platos al platero. La empleada generalmente los hacía, además de limpiarlos.

—Hablando de eso, todos hemos sido invitados a la casa del señor De Luca para una cena de negocios, en dos semanas. Varios clientes estarán allí y es muy importante. Nos acompañarás a tu madre y a mí.

—¿Quién?

—James De Luca, estuvo aquí para cenar.

Me sorprendió ¿nos había invitado? ¿A mí? Puse los ojos en blanco mentalmente. Y luego me entró a la cabeza un plan.

—Por supuesto. Seguro tengo algo que ponerme — sabía exactamente lo que me iba a poner. Y me dio ganas de asistir aún más a su aburrida reunión.

Ambos me sonrieron y se despidieron.

Mi plan era sencillo. Muéstrale a ese patético hombre lo que ahora había perdido.

-

Me acosté junto a la piscina en la parte trasera de nuestra casa. El viento suave y el sol caliente estaban creando el día perfecto para asolearse.

Me interrumpió el agua helada que estaba siendo arrojada hacia mí. Jadeé y me levanté de mi posición.
Buscando entre los tres chicos que estaban dispersos en la piscina, encontré al culpable. Alexander estaba más cerca mío, pero se estaba alejando lentamente. Su humillante intento de escape me hizo sonreír.

—En serio, eres un idiota — el agua corrió por mi estómago y sobre mi traje de baño.
Ahora era miércoles, ocho días más hasta la cena hasta la cena en casa del señor De Luca, y Alex, Jacob y Dominic se habían invitado a mi casa, sin que yo lo supiera. Por lo general, Emily también estaba con nosotros, los cinco éramos un grupo cercano, pero ella estaba visitando a sus abuelos esta semana.

—Deja de ser tan aburrida, entra y juega con nosotros — hubiera sonado sucio, pero eran como los hermanos que nunca tuve y solo me burlé juguetonamente. Sin embargo, elegí meterme en el agua. Me senté por el borde y sumergí las piernas. Le frío me hizo jadear y se rieron.

—No seas cobarde, entra completa — le di a Nic una mirada fulminante. Ellos solo rieron más fuerte.

Estaba muy ocupada preparándome a mí misma para saltar cuando noté que dos manos me agarraron los tobillos. Alex me miró inocente, pero pude per el brillo malévolo en sus ojos. Antes de que pudiera protestar, él me había tirado y cuando volvía a salir a la superficie, le di un puñetazo en el brazo. Actuó herido y sus pucheros me hicieron reír. Pronto se convirtió una lucha injusta en el agua. Ellos contra mí. Me sentí acorralada. Estaba gritando y riendo, diciéndoles que se detuvieran, ya que ni siquiera podía ver nada debido a las constantes olas de agua que se me lanzaban y me golpeaban.

Una voz profunda nos llamó la atención.

—Ava — los chicos se detuvieron y yo miré a James. Él usaba su usual atuendo, un traje costoso. Ahora estaba de pie junto al borde y él me miró.

Levanté las cejas ante su tono agresivo.

—¿Sí? — logro parecer desinteresada. Le molestó, y lo ví.

Miró a los chicos detrás de mí que ahora estaban hablando entre ellos.

—¿Quiénes son estos chicos? — remarcó en la palabra "chicos". Un indicio de celos estaba escondido en su voz.

Me reí de su intento de hacer que parecieran más pequeños de lo que eran. Los tres eran jóvenes muy guapos. Cuerpos musculosos y rasgos atractivos. Pero no pude evitar estar inconscientemente de acuerdo con él. En comparación con el carisma varonil y áspero de James De Luca, eran chicos. Sin embargo, nunca le haría saber a James lo que pensaba.

Me di la vuelta y vi como hablaban y se reían en el agua, con una sonrisa en mi cara.

—Mis queridos amigos.

Cuando volví a encontrarme con su mirada, tenía una expresión firme y recta en su hermoso rostro, con las cejas levemente fruncidas.

—Mmm, ¿dónde está su padre? Se supone que tengo que almorzar con él para hablar de negocios.

Actuó como si nada hubiera pasado entre nosotros. Me molestó, pero me puse a la acción.

Puse mis brazos en el borde, impulsándome un poco, mirándolo inocentemente. Vi sus ojos bajar a mi pecho empujado hacia arriba. Sonreí.

—Ve a su oficina, si no está allí, no lo sé — lo dejé ir y me di vuelta para acompañar a mis amigos de nuevo. Lo escuché gruñir detrás de mí, pero lo ignoré. Cuando me acerqué a ellos, miré sobre mi hombro y lo vi todavía mirándome con los brazos cruzados. Su mandíbula afilada estaba apretada.

Decidí enojarlo aún más y me acerqué a Nic, le arrojé los brazos al cuello y le susurré algo al oído. No eran palabras sucias ni seductoras. Solo las palabras que le hicieron salir una hermosa risa. Durante todo el tiempo que tuve mi cuerpo presionado contra él y mi boca junto a su oreja, mantuve el  contacto visual con James. Básicamente se podían ver las venas que aparecían en su cuello y los humos que salían de sus oídos. Le sonreí y luego le di la espalda, todavía con un brazo alrededor de Nic.

Si quería jugar, game on.

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N/A TRADUCIDA:

Viene mucho drama...

Kitten | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora