2- Un lindo día

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Stolas ya se encontraba en el lugar acordado
del día anterior, un escalofrío se hizo presente en él debido al frío de la mañana, eran aproximadamente las 10:00 AM fue difícil convencer a su padre de ir a aquel lugar pero lo logró.
Se puso a escribir un poco en su diario mientras esperaba a Blitzo.

Pasaron las horas y el de cuernos no llegaba al campo. Se preocupaba un poco.

Exactamente a las 11:07 AM llegó el pequeño imp, un poco agitado por su camino hasta allá.

Al ver a su amigo se sorprendió.

-Huh? Porque estás aquí antes que yo pensé que sería el primero en llegar.

El mochuelo se emocionó al ver a Blitzo.

-¡Hola Blitzo!, Jeje pues yo llevo aquí desde hace unas horas, no especificamos exactamente a qué hora nos veríamos pero no quería llegar tarde - Volteó un poco su cabeza, no entendía porque cada vez que lo veía sentía su cara arder.

-Bueno, eso ya no importa ¡¡Es hora de divertirnos!! Que tienes en mente niño búho.

-Eh.. yo... Lo que quieras hacer.

-Hmm.. yo no lo sé - Miró el objeto que el príncipe tenía en sus brazos.

-¿Qué es eso? - señaló el cuaderno.

-Oh bueno es mi diario.

-¡Genial! Puedo ver- Dijo el imp con entusiasmo acercándose al diario de su acompañante.

-E-eh.. no.

-¡Vamos no tengas vergüenza, soy muy bueno guardando secretos! - sin esperar una respuesta de el búho empezó a tomar a la fuerza el diario del pequeño.

Stolas también luchaba por qué el imp no consiguiera el diario, había escrito cosas sobre Blitzo en el y le daba mucha vergüenza que lo leyera.

Pasaron un rato así pero solo lograron que se arrancaran algunas páginas, en blanco afortunadamente.
El de cuernos cayó sobre el pasto por la fuerza que ponía en conseguir el diario.

Blitzo jadeó al ver esto y se acercó a Stolas que miraba el suelo abrazando su diario.

-Yo.. Lo siento..- Le dijo desanimado al búho levantando las páginas arrancadas para luego entregárselas a su amigo.

Stolas las tomó cuidadosamente.

-No te preocupes Blitzo no es nada- Le respondió con su lindo rubor en las mejillas, cuánto amaba pronunciar su nombre.

-Bien pero creo que ahora no te querrás juntar conmigo porque rompí tu diario - Blitzo miró a otro lado cabizbajo, estaba acostumbrado a que su padre lo golpeara o le gritara si hacía algo mal y pensaba que su amigo se alejaría de él por romper algo preciado.

-Oye eso no es cierto..

El imp no respondió.

El de plumas tenía que hacer algo, vio en uno de los bolsillos del imp un caballo de juguete.

Agarró una hoja y rápidamente hizo un origami de caballito. Blitzø voltea y ve a Stolas ofreciéndole su creación, él se encantó con el caballo tanto que se lanzó hacia el para darle un abrazo a su amigo con unas lágrimas que había derramado antes de recibir en caballito, el pequeño búho se puso ardiente y sus plumas se esponjáron causando que se cayeran algunas de estas.

-¡QUE LINDO CABALLITO! GRACIAS STOLAS.

Stolas reaccionó porque su amigo habló.

-No hay de que Blitzo, por ti yo haría toodos los caballitos de origami que te puedas imaginar - Le contestó muy feliz.

Blitzo se río por su comentario.

-Bueno entonces.. eso significa ¿Qué me perdonas por lo que pasó?

-¡Claro que si!

El diablillo celebró y más tarde se dio cuenta de que algunas plumas de Stolas estaban en el pasto.
Estás son tomadas por Blitzo para ponerle "alas" a su caballito de origami.

-Mira ¡Un caballito con alas!

-Jeje.. creo que es un Pegaso.

-No, caballito con alas.

-Lo tú que digas Blitzo.. - Soltó una ligera risa.

Más tarde los dos volvieron a sus hogares quedándose de ver otro día.

El pequeño búho entro a su cuarto y suspiró tomando su diario que llevó al campo.
Comenzó a escribir con una letra totalmente impecable.

8/10/??
"Querido diario hoy vi a mi amigo Blitzo me divertí mucho con el porque cuando lo veo siento que mi mundo se vuelve de muchos colores. Mi parte favorita fue cuando me abrazó es un sentimiento extraño ojalá comprenderlo algún día"

Cerró el cuaderno y fue a su cama para abrazar a su peluche conejito con cuernos de imp.

-Mhg... te quiero Blitzo... Blitzy.

El príncipe cayó en un profundo sueño.

Amor de Circo | StolitzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora