11- Próxima parada

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Los demonios de la realeza se retiraron por fin de la humilde morada de los payasos. La compañía de los demonios fue agradable.

La progenitora de Blitzø recogía todos los platos usados en su pequeña reunión y los llevaba al lavadero para lavar con tranquilidad cada uno de éstos.
El bufón y Blitzo platicaban mientras seguían comiendo las galletas sobrantes de su reunión.
No fue hasta que se escucharon unas botas contra la tierra. Los pisoteos cada vez se escuchaban más cerca, todos guardaron silencio ya que sabían que Cash había llegado.

El imp de grandes cuernos entró a la carpa con la espalda jorobada, se notaba que estaba cansado.

-Cash, que bueno que llegaste - Tilla dejó de lavar los platos para acercarse a recibir a su marido.

-Sí, sí ya llegué..

-Te oyes cansado..

-Esos hijos de puta no paraban de decirme que ya no hay tantas ganancias como antes y éstos chamacos no me han servido de mucho - Se dirigió a ellos con agresividad.

-Por cierto y que pasó con sus amiguitos, no me han traído más de sus mierdas costosas - Cash se sentó en una silla cercana y sacó una cajetilla de cigarrillos para empezar a fumar uno de ellos.

-A qué te refieres con eso, Cash - Decía con frialdad la madre de Blitzo.

Buckzo rio, salio un sonido vacío de su boca.

-¿Aún no te has dado cuenta?, Tenía que sacarle provecho a ese tipo de "amistades" que tienen estos dos miserables, tuve que pedirles que robaran algunas cosas.

Tilla lo miró fijamente con sorpresa.

Cash suspiró y expulsó humo de cigarrillos.

-Supongo que por fin se terminó, tendremos que irnos a otra ciudad, es muy probable que también haya richachones en el siguiente pueblo. No les pude exprimir mucho a esos príncipes, son amistades pasajeras. Esos arrogantes Goetias en algún momento dejarían de lado a estos imbéciles - Dijo refiriéndose a Blitzo y Fizz.

-Claro.. - La madre miró hacia abajo desanimada, tal vez Cash tenía razón. No valía la pena darlo todo para quedarse en IMP City sólo por unas pequeñas amistades.. pasajeras.

"Así que eso era lo que Blitzø no quería decirme.. estaba robándole al príncipe" Lo miró a la cara pero solo expresaba vergüenza por decepcionar a su madre.

De todos modos, Tilla sabía que Cash era capaz de hacer cualquier cosa por dinero y sabía que Blitzo no haría eso por voluntad propia.

-Bien, no perdamos más tiempo y preparemos todo para irnos mañana en la mañana - El padre de Blitzo seguía fumando mientras se dirigía a avisarle al resto del equipo de su circo.

-Sí.. Hagan sus maletas, pequeños - Les dijo a Blitzo y Fizzarolli.

-¡Pero, mamá! - Su progenitora le colocó un dedo en sus labios.

-Sé que no quieres irte, cariño pero es lo más seguro ahora, debes entender que las personas de alto rango no siempre son tan buenas..

-¡Stolas es muy bueno conmigo!

-Es verdad, Asmodeo también me trata muy bien - Intervino Fizz.

-Además.. - Blitzo apretó los labios y sus ojos se cristalizaron por las lágrimas que estaba por derramar. -Tengo que hablar con Stolas porque.. yo le robé cosas y me siento muy mal por eso - Sus mejillas se humedecieron y su madre le abrazo.

-Oh, cielo, sé que no querías robarle.. pero es muy tarde para hablar con él - Consoló al imp.

Fizzarolli se unió al abrazo, luego de separarse, algo desanimado comenzó a empacar todo soltando sollozos silenciosos, finalmente se acabó, fue una linda amistad, lo admitía.

En el palacio del príncipe, Stolas estaba jugando con algunos juguetes en su gran cuarto lleno de silencio.
Simplemente no podía evitar querer perdonar a Blitzo, después
De lo bien que se portó con él su reunión tenía ganas de volverlo a ver, pero tal vez Blitzo ahora no lo quiera ver más.

Un Bittor alterado entró a la lujosa habitación jadeando.

-Príncipe, Stolas. Oh por satán no sé cómo decirle ésto pero.. más bien ¿Ya se enteró?

-E-enterarme de que - La ave dejo sus juguetes en el piso para ponerle atención a su sirviente.

-El circo se irá de la ciudad mañana por la mañana..

Los ojos rojizos del búho se abrieron como platos, casi sentía que algo se rompía dentro de él.

-No, no, no, no - Seguía repitiendo muy preocupado mientras salían lágrimas de sus ojos. -Blitzo.. ¡Bittor, tengo que hablar con él! Por favor llévame con él.

-L-lo lamento, príncipe hoy no puedo llevarlo afuera a estas horas. Recuerde que su padre se queda en casa esta noche, podría escucharlo.

-P-pero - Lágrimas seguían callendo al suelo como lluvia.

-Ya es la hora de la cena, su majestad. En seguida le traigo sus alimentos, por favor póngase su ropa para dormir. Y.. perdóneme.

Bittor se retiró de la habitación y no dijo nada. Stolas sin muchas ganas se puso su pijama, en ese momento pensó más de dos veces escaparse para ver a Blitzo, pero no podía arriesgarse a que su padre lo descubriera. No tenía opción, la noche sería difícil para él.

Por fin se dirigió a su armario de madera para liberar a su peluche de conejito y abrazarlo con fuerza.

-Quiero al menos decirte adiós por una última vez, Blitzy.. - Llenó el peluche de lágrimas y lo puso de nuevo en su afelpada cama, iba a ser su compañero de cama durante la noche como antes.

Bittor llegó con la cena del búho y el ambiente se notaba tenso, Stolas comía sus alimentos rápidamente.

Por último, se acurrucó en las sábanas de su cama y Bittor le deseo las buenas noches.

El mochuelo sólo miraba su balcón queriendo escapar de ahí en ese mismo momento.
Abrazó con más fuerza a su peluche y cerró los ojos, sentía que esa noche sería eterna para él.

...

❥ N/A

Adivinen quien volvió. 🐎

Amor de Circo | StolitzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora