3- Una rosa

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-Pero Cash... no podemos irnos -
Tilla intentó calmar a su esposo, pero este no cedió.

-¡Tenemos que Tilla! Cada vez tenemos menos público y menos gente es menos ganancia, lo sabes.

-S-si pero... - La mujer no sabía que decir.

Lo único que quería era que su hijo fuera feliz, hace poco le había hablado de un pequeño muy simpático.

Flashback

"Tilla acomodaba el overol púrpura de su pequeño hijo y le colocaba una nariz de payaso preparándolo para el espectáculo

-Y dime pequeño ¿Ya lograste hacer el caballo de globo como te enseñe?

Sii! Y mira mami, un caballo con alas - Blitzo movió el animal de papel con movimientos un poco bruscos. Una pluma proveniente del caballo de papel cayó al frío suelo de tierra.

La madre soltó una pequeña risita, hasta que vio la pluma color azul marino. La recogió y le pregunto a su hijo.

-¿Y esto?

-Oh, es de mi amigo, es un niño de la realeza y eso. Me dió este caballito ¡Me cae muy bien!"

No muy fácilmente su hijo Blitzo hacia amigos y el único que tenía era su compañero de espectáculo, Fizzarolli.

El pequeño Blitzo escuchó todo desde afuera de la carpa de sus padres mientras su compañero bufón daba un divertido espectáculo. Miró hacia el horizonte de pasto con una mirada que demostraba preocupación.
Nuevamente había quedado ver a su amigo de la realeza y su descanso estaba apenas empezando así que tenía que aprovechar cada minuto y no desperdiciar tiempo. Ignorando un poco la plática que escucho entre su madre y su padre que ahora no podía sacar de su mente. Salió corriendo al campo, al árbol más grande de todo el paisaje para luego llegar algo agitado con Stolas.

-¡Hola de nuevo Blitzo!- El búho se puso feliz al ver a su amigo.

-Hola Stolas...- Dijo el diablillo con una vocecilla suave y a la vez deprimida.

-¿Qué pasa? - Stolas se acercó hacia él con preocupación.

El imp miró esos ojos carmín, tan cálidos y acogedores con intenciones claramente buenas.
Sentía como si el mismo pajarito le estuviera abrazando aunque tal vez solo era el caliente de sus mejillas al apreciarlo.

-Yo.. - Apartó su mirada de él.

-Bueno.. Mi papá quiere que... nos vayamos de aquí porque ya no tenemos tanto público como antes.

Stolas miró al suelo atónito y con los labios temblorosos tratando de razonar la situación.

El búho alzó su mirada nuevamente hacia su acompañante que se encontraba todavía con sus ojos perdidos en el césped que observaba, Stolas se mordió los labios. Simplemente  no tenía ni la más remota idea de lo que iba a hacer a continuación.

El mochuelo exhalo y no sabía como pero resolvería el problema como pueda.

El silencio incómodo solo continuaba. Hasta que a Stolas se le ocurrió algo.

Un retoño empezaba a crecer frente a Blitzo, un retoño verde con algunas espinas.

De los ojos de Blitzo se notó un brillo al observar la plantita.

Levantó las cejas con asombro. Mientras tanto de la mano de Stolas se desprendía un aura brillante color morada que también se desprendía de la planta.

La lechuza no estaba haciendo nada más que simple magia para animar la situación.

Una hermosa rosa roja infernal con algunos ojos en sus delicados pétalos floreció por fin de aquel tallo y esta los miraba fijamente.

Blitzo volteó hacia Stolas, y al ver que la rosa que creció provenía de su magia le regaló una sonrisa sincera.

Ambos inconscientemente fueron juntando sus cuerpos lentamente para apreciar mejor la planta. Luego de unos segundos no eran nada más que solo ellos dos muy unidos compartiéndose calor entre sí.

El mochuelito con un sonrojo notorio en su blanca carita poco a poco fue acercando su pico a la mejilla de Blitzo. Su corazón latía con rapidez al acercarse más a esa piel rojiza.

-Stolas.. - Repentinamente habló Blitzo.

El búho se detuvo en seco y se alejó muy rapidamente.

"Tal vez no era el momento"

-D-dime.

-¿Qué te hace pensar que soy especial..? Es decir eres un príncipe y eso, literalmente puedes tener a cualquier persona como amigo pero tú.. no me haces a un lado.

Stolas sonrío, disfrutando cada segundo al lado de su amigo, una sonrisa que expresaba una total felicidad, de esas que te llegan al corazón. Un punzón en este órgano que cualquier ser vivo ama sentir.

-Eres diferente, yo te aprecio mucho pues desde el momento en el que te vi lo sentí. He conocido a miles de niños de la realeza créeme pero nunca lograron hacerme tan feliz como tú, tal vez no te conozca del todo bien pero.. Quiero saber todo sobre ti- El pequeño se abrazó a si mismo sintiendo un escalofrío de vergüenza  por las palabras que le había dicho al imp.

Blitzo con estas palabras lo comprendió totalmente y no dijo nada al respecto posando todavía su mirada en la rosa roja.

...

Luego de unos minutos El pequeño imp se despidió de Stolas y volvió al circo. Casualmente escuchó voces provenientes de la carpa de sus padres y nuevamente desde afuera de la carpa acercó su oído para escuchar mejor.

Al parecer Tilla y Cash habían estado guardando utilería usada en el último espectáculo y la imp de vestido morado solo seguía pensando en la conversación que habían tenido hace un rato...
Hasta que se le prendió el foco.

Ella suspiró y empezó a hablar.

-¿Sabes Cash? Sobre lo de irnos.. Hay bastantes familias de la realeza aquí y..

El imp de grandes cuernos que se encontraba guardando algunos aros en una caja volteó a ver a su esposa con una expresión de sorpresa que luego se convirtió en una de malicia.

-Hmm Blitzo sigue viendo a ese Principito ¿No?

La de largos cabellos miró hacia abajo tratando de no mostrar su rostro nervioso.

-N-no lo sé..

-He visto que en sus descansos va al campo y seamos honestos ese chamaco ni amigos tiene.

La madre tragó saliva.

-Como sea lo estaré vigilando, tal vez solo va a ver esos estúpidos animales - Dijo Buckzo abandonado el ambiente tenso entre los dos demonios.

-Pero si mis sospechas son ciertas puedo sacar mucha ventaja de eso - Se acarició el mentón con astucia.

Esto claramente significaba una advertencia que Blitzo no podía dejar pasar, tal vez no se marcharían a otra ciudad pero si tendría los ojos de su padre en cada rincón.

Un poco más tranquilo fué a dormir con el bufón rápidamente para no ser descubierto.
No debía estar tan confiado.

Amor de Circo | StolitzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora