── so let's love !

¡ cuatro !

A pesar de la mala experiencia del fin de semana cenando en casa de los Hwang, Jeongin decidió no amargarse, pues gracias a la ayuda de Hyunjin ahora sabía qué podía prepararle a Minho.

En la noche, antes de dormir, el omega se encargó de preparar galletitas con chispas de chocolate blanco y también hizo un poco de café helado. Básicamente le preparó a Minho un desayuno especial, incluso se sintió bien sabiendo que el mayor comería algo preparado por él.

Con una extraña emoción, el lunes por la mañana, el pequeño Yang buscó a su hyung omega, y al no encontrarlo lo esperó frente al salón del mismo.

Finalmente, Lee llegó, luciendo radiante como siempre aunque fueran las ocho de la mañana. Minho siempre se veía guapo. Junto al mayor, un omega bajito y con prominentes mejillas le acompañaba. Jeongin nunca había visto a ese omega de aroma floral.

— Buenos días, Minho-hyung.

El pelimorado sonrió.— Buen día, Innie, él es mi amigo Jisung.

El nombrado le saludó con la mano, sonriendo muy dulcemente.— Un gusto conocerte, Innie.

— Es un gusto también —dijo, no muy convencido—. Hyung, vine a darte un regalo.

Minho se sorprendió.— ¿Un regalo?

— Sí, quería darte las gracias otra vez —ahora Yang estaba algo avergonzado, le dió a Minho lo que preparó y éste lo recibió feliz.

Al ver que era un desayuno, el lobo de Lee chilló con emoción.

— Muchas gracias, eres tan tierno, Innie —la campana sonó en el pasillo—. Deberías ir a clases ahora.

— Oh, sí, nos vemos luego, hasta luego Minho-hyung y Jisung-hyung —y se fue a toda velocidad, actuando torpe.

En ese momento, Han miró al de cabellos morados con una ceja alzada.— ¿Ese es tu niño?

Minho se sonrojó y negó con una pequeña sonrisa.— Ya... no lo es, realmente creo que no termino de caerle bien siquiera, estará agradecido sólo un tiempo más y volverá a ignorarme.

Jisung hizo puchero.— Bien, ya no estés llorón, me tienes a mí —abrazó los hombros de Lee—. Vamos a clase.

Ambos omegas entraron a la clase pegados, Minho no sabía cómo interpretar las bromas de su amigo, Jisung ya conocía su gusto hacia los omegas, ¿por qué querría jugar con él?

¡ ☁︎ !

Minho comió todo lo que Jeongin le había regalado, y no pudo dejar de sonreír pensando en el omeguita averiguando acerca de sus gustos para preparar algo especial.

— Buenos dias, bebé —Hyunjin se sentó a su lado, también traía algo para desayunar—. ¿Qué trajiste hoy? No sueles recordar el desayuno.

— Hola, hyung —Lee sonrió—. ¡Jeongin lo hizo para mí! —Hwang sonrió apenas, y le acarició el cabello— ¿Crees que ya le agradé? Estuve dudando acerca de eso hoy —volvió a hablar.

Esta vez Hyunjin se sintió algo mal por el menor, siendo que hacía unos días Yang había intentado besarle, no quería ocultárselo a Minho.— Honnie, sabes que no me gusta mentirte, así que creo que debo hablar contigo respecto a Jeongin.

El alfa le comentó acerca de la cena, y la propuesta de los padres de Jeongin a los suyos. El menor no podía creer que los señores Yang siguieran siendo tan conservadores. Hwang también habló sobre la forma despectiva en la que el padre del omega se refirió a su propio hijo y por último el intento de beso del pequeño rubio.

Minho estaría mintiendo si dijera que aquello no le dolió, después de todo Jeongin le gustaba y Hyunjin era su mejor amigo, aun así sabía que el alfa era un buen amigo y sólo quería contarle la verdad. Dejando de lado la obviedad de que Yang jamás le aceptaría como pareja, el pelimorado se preocupó por la seguridad del omega en su propia casa.

— Gracias por ser honesto, Hyunnie-hyung, yo realmente no creo tener ninguna oportunidad con Jeongin —admitió—. Pero me preocupa, no puedo estar tranquilo sabiendo que su padre es de tal forma y que su madre no hace nada.

— Lo sé, Honnie, a mí me preocupa también, pero podemos cuidarle y hacerle saber que puede contar con nosotros.

Minho asintió y finalmente abrazó a Hyunjin con fuerza. El abrazo fue correspondido.

— Te quiero.

— Yo también te quiero, Minmin.

¡ ☁︎ !

Yang había querido acercarse a Minho en el recreo, pero se distrajo mirando a su hyung comiendo el desayuno que preparó y, antes de que intentarlo nuevamente, vió a Hyunjin sentarse con él, por lo que al final no se unió a ellos. Sólo les observó de a ratos, mirando a Minho mientras conversaban.

De pronto, el ver como ambos se abrazaban tiernamente, descolocó un poco a Jeongin. Se veían cómodos y felices. Esa sensación antigua le atacó nuevamente. Sentía tantos celos.

¿Por qué seguía celoso? Ya había superado su tonto enamoramiento por Hyunjin, el incidente el fin de semana lo ayudó a pensar en eso y realmente ya no le gustaba el alfa. Pero verlo abrazándose tan cariñoso con Minho le hizo hervir la sangre, eso también le molestaba; le costaba comprender sus sentimientos.

Y no. A él no debía gustarle un omega. No debería para nada gustarle Lee Minho.

Pero, aun así, podía y empezaba a tener tontos sentimientos hacia el mayor.

Simplemente deseaba desaparecer de la Tierra.