El cumpleaños de Jeongin llegó, Minho trató de mantenerse tranquilo pero tenía un mal presentimiento que apenas le dejó dormir.
Se miró al espejo por última vez, acomodándose el suéter azul claro y también su cabello. Conforme con el resultado, sólo se colocó un poco de gloss en los labios.
Antes de irse de casa colocó el regalo de Jeongin en su bolsillo. Su padre se ofreció a llevarlo hasta la casa de los Yang y trató de tranquilizarlo haciendo bromas durante el camino, mas ni siquiera eso logró distraerlo de sus pensamientos.
Una vez frente a la casa, presionó el timbre y, tan sólo un poco después una mujer abrió. Una omega que lucía muy joven, se atrevió a pensar que era alguna prima de Jeongin ya que era similar a él con ojitos de zorro y con sus mismas mejillas, pero entonces una vez de mirarle de arriba a abajo, habló.
— Hola, debes ser un amigo de Jeongin, soy Yang Hyemi, su mamá.
— Muy buenos días, señora Yang, mi nombre es Lee Minho —el omega intentó ser lo más cordial e incluso hizo una reverencia.
Hyemi pareció apreciar eso y apretó sus labios en una pequeña sonrisa.— ¡Hijo! Otro invitado llegó, ven a recibirle. Un gusto conocerte, Lee Minho, entra por favor —la mujer se hizo a un lado.
El pelimorado se adentró a la casa y, al alzar la vista luego de hacer nuevamente una reverencia, tuvo el placer de encontrarse con la vista de su lindo novio, Jeongin estaba tan lindo vistiendo un sweater beige y algo que con lo que nunca lo había visto; una falda, esta era una simple tableada y de color negro. Para finalizar su adorable apariencia, aún tenía lindos rizos en su cabello, algo que últimamente solía hacer para arreglarse.
Minho intentó retener su sonrojo hasta estar con Jeongin completamente a solas, por suerte su madre no tardó en irse para atender a los demás invitados. Por fin estaban solos y algo alejados del bullicio.
— Te ves hermoso —halagó—. Feliz cumpleaños, amor —sacó de su bolsillo una pequeña bolsita rosa y se la entregó—. Para ti.
Jeongin sonrió grande como siempre, arrugando hermosamente sus ojitos hasta que se volvieron líneas, tomó de la mano de su novio el regalo y miró a los lados, asegurándose de que nadie estuviera cerca, para luego plantar un pequeño besito en sus labios.
— Gracias, Honnie.
El omega menor abrió con cuidado el listón y puso en sus manos el contenido de la bolsa. Un hermoso y delicado collar con un dige de mariposa en color rosado.
— ¡Es tan lindo! Me encanta —chilló.
— Espero que siempre lo lleves contigo, yo también lo haré —el mayor llevó una mano a su propio cuello y sacó de dentro de su ropa otro collar que ya llevaba puesto. Era también una mariposa pero de color blanco.
Emocionado, le dió al mayor su collar para que se lo coloque. A Jeongin le gustaban aquellos detalles de su parte.
Una vez ya tenía el collar, Minho volvió a ocultar el suyo por las dudas y fueron a donde todos se encontraban. En la sala habían colocado dos mesas por separado, en una parecía estar la familia de Jeongin y en la otra visualizó a sus amigos comiendo mientras reían. Al ver que el pelimorado llegaba empezaron a saludar.
— ¡Hola, Honnie! —Hyunjin alzó su mano para saludar, junto a él Jisung hablaba con su novio Felix; así es, él se consiguió un novio que era beta.
Jeongin y Jisung hicieron las pases y también lograron tener una amistad, pero al menor aún le seguía molestando las bromas pesadas del contrario.
— ¡Siéntate a mi lado! —gritó Han— Hazte a un lado, amor —le pidió a su pareja, quien hizo puchero.
— Él se sentara junto a mí, ¡es mi cumpleaños, deja de molestar! —Yang hizo berrinche, logrando que todos rieran, apartó una silla junto a él y Minho se sentó riéndose también.
Por suerte estuvo disfrutando del momento, los nervios que sintió al principio ya casi no le estaban molestando y se permitió estar menos tenso. Jeongin tenía razón, todo estaría bien y no ocurriría nada con que sólo una vez fuese a su casa.
— No sabía que te gustan las faldas —mencionó Lee—. Se te ve muy bien...
El menor sonrió ante el cumplido.— Mi madre me la regaló, no pensaba usarla pero hoy quise hacerlo.
Ambos se miraron por un momento y, luego, debajo de la mesa que estaba recubierta con un mantel, se permitieron tomarse de las manos. Minho sonrió dulcemente, las mariposas revolotearon en su estómago al sentir la calidez del omega en su mano fría. Mientras el rubio colocó ambas manos entrelazadas sobre uno de sus muslos.
Niño atrevido; pensó, porque una vez que lo hizo había soltado sus manos para que sólo la del mayor se posara sobre su piel.
Era sólo un vil plan de su malvado noviecito.
Jeongin amaba jugar con la timidez de Minho, quien prefería dejar toda muestra de afecto en privado, excepto el tomarse de las manos. Cumplió aún así el capricho del cumpleañero y dió unas caricias suavecitas que hicieron sonreír maliciosamente a Yang. Pero antes de que pudiera seguir, fueron interrumpidos.
— ¡Jeongin! Ve a ayudar a la cocina.
De inmediato el omega se levantó al oír la voz de su padre. Lee ubicó con su vista al señor Yang, este estaba rodeado de otros alfas charlando y riendo. Vió entonces a Jeongin y a su madre rellenar de comida los cuencos vacíos, luego también el menor volvió a traer comida a la mesa donde estaban sus amigos.
El omeguita apenas podía sentarse cinco minutos para volver a ser llamado por su padre, era algo molesto, ya que así se perdía todas las conversaciones, y el pelimorado pudo notar a su novio algo enojado, mas no podía decir nada.
Cuando la hora de soplar las velas del pastel llegó, Jeongin se colocó frente al postre. La familia del cumpleañero se había marchado hacía un rato. Hyemi colocó un par de velas, luego notaron que no había fósforos para prenderlas.
— Jeongin, ve la cocina a buscar los fósforos.
Nuevamente el desagradable señor Yang dando órdenes, cuando él estaba junto a la cocina y el rubio se estaba tomando fotos con Seungmin frente al pastel.
Con un suspiro, Minho deseó haber mantenido su boca cerrada, pero fue más fuerte que él.
— Con todo respeto, señor Yang, usted está más cerca, puede ir usted.
Todos sus amigos y la señora Yang lo miraron sorprendidos.
El alfa tenía una clara expresión de rabia.
Y Jeongin estaba horrorizado, o más bien asustado.
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── so let's love !
Diversosmin + jeong / jeong + ho ⚝ a minho le gustaba jeongin, pero el menor realmente estaba cegado por el "odio" que tenía hacia el omega. no obstante, luego de una gran confusión interna, jeongin había logrado descubrir sus propios sentimientos. ⚐ 〞𝗮𝗱...