¡ uno !

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Con mucha emoción, el pequeño omega de quince años esperaba el bus para volver a casa, sabiendo que en cualquier momento su lindo vecino aparecería pues cada día volvían juntos a casa.

Jeongin no podía evitar sonreír y chillar al ver que Hyunjin por fin había llegado.

— Hola, Innie-ah —el alfa revolvió con cariño el cabello del menor, logrando que mariposas revolotearan en su estómago—. ¿Cómo estuvo tu día?

— Hyunjin-hyung, hoy fue un gran día.

El menor intentó apreciar el aroma de su hyung, pero un olor dulce lo impidió. Cerezas.

— Innie, quería presentarte a Lee Minho —junto a Hwang, un omega castaño con lentes redondos sonreía tímidamente y movía su mano en forma de saludo—. Él es mi mejor amigo, irá a casa con nosotros hoy.

Jeongin quiso gruñir, no le gustaba ese omega que estaba con su hyung. ¡Su hyung sólo era de él!

— Mucho gusto, Jeongin, hyung me dijo que sólo eres un año menor que yo...

— El gusto es mío, supongo que debo llamarte hyung.

Jeongin fingió una sonrisa amable, el omega mayor soltó una risita y sonrió también, esa sonrisa hizo que el estómago del menor se sintiera como un panal de abejas. Es enojo; pensó.

Oficialmente, desde ese día, declaró su odio hacia Lee Minho. Él no iba a permitir que le quitase a su hyung.

¡ ☁︎ !

Un año después.

Las cosas para Jeongin, no cambiaron demasiado, ahora con dieciséis años seguía teniendo un enamoramiento con su hyung. Hyunjin no demostraba sentir algo por él, lo que le frustraba un poco, ya que era el último año en el que vería a su hyung en la escuela antes de que este se graduara. Pero Hwang siempre estaba con su odioso mejor amigo Minho.

Odiaba a ese omega, ahora con su cabello morado y lentillas, Lee Minho se veía mucho más mayor. Jeongin envidiaba sus piernas gruesas y su contextura. El cuerpo del mayor era simplemente hegemónico y muchos alfas estaban tras él. Lástima que la difícil personalidad del omega alejara a cada alfa, menos a Hwang Hyunjin.

— ¡Buenos días!

Seungmin, su mejor amigo, se acercó a él tomado de la mano con su novio Christopher, quien sólo asintió con la cabeza para saludar.

— Buen día, hyungs.

El castaño notó la mala cara de su amigo y alzó una ceja.— ¿De nuevo estás haciendo una rabieta por Hyunjin y Minho? Innie, ya te dije que son amigos... además, Hyunjin aún es muy grande para ti.

Jeongin hizo puchero, no quería escuchar a su hyung.— Ellos no parecen amigos... además mi hyung siempre es muy cariñoso con él —se cruzó de brazos—. Desearía ser él.

— Jeongin-ah —Chan le habló—. Como compañero de Hyunjin, puedo confirmar que él y Minho son sólo amigos, pero Felix tiene razón, aún tienes dieciséis, Innie... deberías estar con chicos de tu edad.

Yang no aceptaba la opinión de sus amigos, él no veía nada malo en su edad. Sí, su hyung era mayor ya, pero no significaba que no puedieran estar juntos. Su madre le había contado que ella tenía dieciséis cuando quedó embarazada de su padre y él era mayor que ella también.

— Mira, sé que tú tienes una opinión diferente, pero puedo asegurarte que vas a sentirte más cómodo experimentando con una persona que tenga tu edad.

Antes de que Jeongin pudiera replicar la opinión de Seungmin, sintió ese odioso aroma. Cerezas.

— Hola —Minho estaba frente a ellos, sonriendo—. Seung, olvidaste tu cuaderno en clases.

— Oh, gracias, Minho —el omega recibió el cuaderno—. Recuerda que mañana debemos terminar juntos el proyecto.

— Claro, no lo he olvidado. Nos vemos luego, Seungmin —se despidió—. Adios, Innie.

Jeongin frunció el entrecejo, ese odioso omega no tenía permiso para usar su apodo.

— No sé porqué no le das a Minho una oportunidad —exclamó Kim.

— ¿U-una oportunidad? —las mejillas del menor tomaron un ligero color rosado.

— De ser amigos, creo que ambos podrían llevarse bien —sonrió—. ¿Por qué no vienes al café mañana y estás con nosotros mientras hacemos el trabajo?

— No, gracias, hyung, Lee Minho es una persona muy desagradable para mí.

Seungmin bufó, no había remedio alguno para Jeongin.

¡ ☁︎ !

Minho lo escuchó.

Lee Minho es una persona muy desagradable para mí.

Su corazón dolía, no importaba cuántas veces lo intentase o lo que hiciera, nunca lograba agradarle a Jeongin.

No sabía porqué razón el menor nunca aceptaba su amistad. Lo que era desalentador en demasía, ya que entonces menos aceptaría sus sentimientos.

— ¿Honnie?

Minho levantó su cabeza al oír a su amigo, limpió una lágrima de su mejilla con la manga de su hoodie e intentó sonreír.

— Hyung, hola —Hyunjin le miró con preocupación—. Estoy bien...

— Sé que no lo estás —se acercó al omega y pasó un brazo por sus hombros—. ¿Qué ocurrió, bebé?

Minho se acurrucó junto a su hyung.— Me gusta un omega —confesó avergonzado.

Hyunjin apretó la mandíbula, por supuesto que él ya intuía que a su amigo no le gustaban para nada los alfas. Conocía a Minho desde hacía mucho y jamás había comentado su interés por ninguno, gracias a su suposición había decidido dejar en el pasado sus sentimientos por el omega. Ahora había conseguido sentir sólo amistad.

— Lo sabía, Honnie —le acarició el cabello—. No es algo malo, eres libre de elegir lo que te gusta.

— Él me odia... ya no se que hacer.

Eso fue algo que Hyunjin no entendió. ¿Acaso alguien podía odiar a Minho? Desde su punto de vista parecía imposible.

El pelimorado siempre era muy bueno y agradable, cualquiera que le conociera podía asegurarlo. Además, el aura de autoconfianza a su alrededor lo hacía aún más simpático.

— ¿Me dirás quién es? —vió al omega cubrir su rostro con vergüenza.

— Yang Jeongin.

El alfa soltó aire. ¿Jeongin? ¿Su pequeño vecino que conocía desde siempre? Sin dudas inesperado. ¿Cómo Jeongin odiaba a Minho? Jamás notó tal disgusto.

— Él seguro no te odia, Honnie.

— Lo hace, jamás quiere hablar conmigo —hizo puchero—. Hoy oí algo que no debía... realmente no le agrado.

La sangre del mayor hirvió, Minho escuchó a Jeongin hablando mal de él, jamás creyó que el menor podría ser así y ciertamente era una desilusión.

— Porfa, hyung, no te las tomes con él, no sabía que yo estaba oyendo.

— Él no tiene derecho de hablar mal de ti.

— Él puede pensar de mí lo que quiera, no debes meterte. Promete que no le tratarás diferente sólo por esto.

— Esta bien, lo prometo... trataré de disimular que no sé nada.

Minho hizo una mueca, pues sabía que su hyung no era muy bueno ocultando sus emociones.

── so let's love !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora