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La relación entre Eren y Mikasa, cada vez era mejor, conforme los días pasaban ellos se acercaban más y más, y cada día Eren sanaba más y más, su dañado corazón. El era el mismo de antes e incluso mejor, atento tanto como con  su hijo como con ella, era detallista, tierno y cada día sacaba una hermosa sonrisa del rostro de Mikasa. Los tiempos en familia era lo que el más adoraba, pasar tiempo con su hijo al igual que con ella, incluso la mayoría de las noches se quedaba al lado de su amada azabache. Claro siempre le daba su espacio, porque aunque ellos hubieran regresado, Mikasa necesitaba su espacio en algunas situaciones. Y Eren sabía muy bien eso, cada día las barreras que habían entre ambos se iban haciendo más delgadas, hasta el punto de desaparecer por completo.

-Buenos días Eren - saludo Mikasa del otro lado de la puerta, habían cancelado su última sesión de fotografías de otoño, y tendría muchos días de descanso hasta una nueva programación de su sesión

-Buenos días bonita - Eren se acerco para besarla, mientras acariciaba su cintura - te ves radiante - mencionó separándose de sus labios

-¿De qué hablas? - preguntó ella riendo - ni siquiera me he quitado mi pijama - ella puso sus brazos sobre sus hombros abrazando lo

-Tu luces perfecta en todo momento - beso la punta de su nariz - y increíble sexy - susurro cerca de su oído, mientras una de sus manos empezó a bajar desde su cintura hasta llegar a su trasero donde apretó ligeramente logrando tener toda la atención de Mikasa

-¿Está es tu idea de empezar muy bien el día? - pregunto ella sin detener la acción de Eren - porque empieza a funcionar - susurro ella en su oido logrando que Eren se estremeciera

-En ese caso - Eren dio un beso corto a sus labios - empecemos - la beso ferozmente entrando de un solo paso a su casa, cerrando la puerta de un solo golpe, ella le devolvió el beso de la misma manera, hasta sentir sus lenguas rozar se, hasta que unos pequeños pasos en las escaleras los alertó y tuvieron que separarse

-Mami - habló su pequeño bajando las escaleras rascando sus ojos seguido de un pequeño bostezo - tengo hambre

-Ven acá cariño - Mikasa se acerco a él tomándolo en sus brazos, aun estaba un poco somnoliento por lo que no noto la presencia de su padre hasta que el decidió hablarle

-Hey campeón - Eren beso la cabeza del pequeño mientras el se acomodaba en el hombro de su madre aun con mucho sueño

-Papi - dijo en voz muy baja, después de un bostezo - iremos al parque hoy - Eren sonrió ya que aún recordaba su promesa de ayer, sin duda la buena memoria lo heredó de ambos

-Claro que si pequeño - habló su padre mientras los ojitos de Patrick empezaban a cerrarse de nuevo

-¿Podrías cargarlo? - preguntó Mikasa - haré el desayuno para que pueda comer - Mikasa beso la mejilla de su pequeño, mientras Eren lo tomaba entre sus brazos recostandolo sobre su hombro sin despertarlo

Eren se sentó en el sofá de la sala, frotanto la espalda de su pequeño, mientras escuchaba la respiración de su hijo que estaba profundamente dormido. Para el su pequeño hijo era su adoración, haría cualquier cosa por su hijo, e incluso daría su propia vida si fue sé necesario, era un pedacito de la mujer que tanto amaba, y el hizo que sus años de soledad y tristeza se hicieran menos pesados.

-El desayuno está listo - Mikasa entró a la sala logrando ver a su pequeño aun dormido sobre el hombro de Eren

-Sigue dormido - mencionó Eren en voz baja mirando a Mikasa

Ella se acerco ambos, se sentó al lado de Eren y empezó a hablar suavemente a su pequeño para que despertara.

-Cariño dispierta - susurraba cerca del oido del niño - Patrick cariño, despierta - acarició la mejilla del pequeño con sus dedos

Una segunda oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora