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Desde esa noche, en la cual Eren cuido de maravilla a su hijo, y después de escuchar a su pequeño decir sus primeras palabras, algo habia cambiado en Mikasa, veía  como Eren disfrutaba cada segundo con su hijo, y muy en el fondo de su corazón, el coraje y odio que ella sentía por él, iba desvaneciendo poco a poco, claro que no sería tan rápido, pero al menos ella dejó de tratarlo tan mal como antes lo hacía, e incluso en muchos fines de semana, ellos pasaban juntos como una familia, vieron a su hijo dar sus primeros pasos, y lo hicieron juntos, sin darse cuenta su hijo los estaba uniendo nuevamente, y si, las palabras de Mikasa fueron ciertas cuando dijo que su hijo los uniría, pero ella jamás imagino que sería de la manera menos esperada, y es que Eren la estaba conquistando de nuevo, aunque sólo fuera por el comportamiento que tenía hacia su hijo, pero eso bastaba para que ella viera que el no era un mal hombre, o al menos la usencia de ella en su vida lo había cambiado por completo.

Los meses iban pasando demasiado rápido, y ahora su hijo ya tenía 3 años, para Eren el crecimiento de su hijo paso demasiado rápido, pero al estar lejos de Mikasa, sentía esos 3 años como una eternidad. Muchas veces tenía que contenerse, al no abalanzarse sobre ella para besarla, el no quería que la nueva relación llevadera que tenía con Mikasa se arruinara, para Eren era una tortura tenerla cerca y no poder hacer más que mirarla, el deseo que sentía por ella lo dominaba muchas veces, y en varias ocasiones tenía que irse más temprano de lo inusual de casa de ella, ya que si se quedaba más tiempo podría hacer algo que dañara la nueva relación que tenía con ella.

Ahora ella ya no salía  de su casa cuando Eren llegaba a ver a su hijo, y tampoco lo dejaba solo con el, hasta cierto punto disfrutaba ver como Eren era con su hijo de 3 años. Todos esos años de divorcio hicieron que Eren, valorará con su alma cada recuerdo que tenía junto a Mikasa, era lo único que le quedaba, ya que no podía tenerla de nuevo al menos le quedaban esos recuerdos junto a la mujer que jamás dejó de amar.

Eren la seguía amando e incluso más que antes, compraba cada revista sin falta en la cual ella salía, y en cada fecha en la que sería su aniversario de bodas, el siempre récordaba como fueron sus primeros aniversarios juntos. Reproducía cada noche su video de toda su boda, al igual que sus alianzas, el concevaba sus anillos como un tesoro. Sus empresas iban mejor que nunca, pero el aún no se mudaba a Shinganshina, no quería estar lejos de su hijo, y tampoco de Mikasa, más ahora que el sentía que poco a poco podía ganarse su perdón. Eren ya no había estado con ninguna otra mujer, para el no le interesaba nadie más que no fuera Mikasa, y aunque tuviera que esperar años para que ella abriera su corazón, el lo haría, estaba dispuesto a sanar cada herida que provocó en el corazón de ella.

Cada fin de semana disfrutaban junto a su pequeño, yendo al parque, ir al cine por una película familiar, o hacer diferentes actividades al lado de su pequeño, que con sólo 3 años era muy listo. Hablaba muy bien a su corta edad, algo que sorprendía mucho a sus padres, y sus ojos color Esmeralda cada día se hacían igual de intensos que los de su padre.

Una noche Mikasa se quedó dormida esperando a su hijo, ya que había pasado todo el día con su padre, puesto que ella no podía cuidarlo por su largo y trabajoso día en su agencia de modelaje, estaba tan cansada que perdió la noción del tiempo esperando a su hijo, tanto que se quedó dormida en el sofá de la sala. Ya usaba su pijama de dormir, un hermoso conjunto para una modelo hermosa como ella que se acoplaba a la perfección a su bien formado cuerpo. Estaba tan agotada y dominada por el sueño que no escucho que el timbre sonara varias veces. Eren un tanto preocupado porque ella no abría, decidió usar la llave que Mikasa le había dado en algún dado caso de emergencia. Se asusto tanto que entró como un huracan preocupado por ella. Entró con su hijo en brazos, cuando pudo ver a Mikasa completamente dormida en el sofá de su sala. El pequeño se bajó de los brazos de su padre para correr hacia su madre pero Eren lo detuvo.

Una segunda oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora