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-Se supone que soy tu mejor amiga Mika ¿Por que no me dijiste que tu y Eren regresaron? - Sasha arqueo una ceja en forma de indignación

-A penas y tienes tiempo con tu clínica - se excuso Mikasa al ver que su amiga no se lo tomó tan bien - además tenía miedo de como fueras a reaccionar - bebió un poco de su late para calmar un poco su nerviosismo

-¿Que tal un mensaje de texto o un correo de voz? - Sasha cruzo sus brazos sobre su pecho con un puchero hacia su amiga

-Sasha perdoname - Mikasa junto sus manos en forma de perdón - no te enfades conmigo y más si esta es la primera vez que nos vemos después de tanto tiempo y no sabemos cuanto tiempo más tendrá que pasar para vernos otra vez, no peleemos si

-Mika, si te digo esto es porque eres como mi hermana - Sasha tomo las manos de Mikasa - y también porque Eren no es de mi agrado después de lo que te hizo

-Eren y yo ya lo hablamos y decidí darle una segunda oportunidad

-Pero Mika....

-Sasha, como mi amiga te pido que me apoyes - Mikasa apretó sus manos - por favor Sasha, eres importante en mi vida y no quiero que discutamos sobre esto

La castaña suspiro en modo de rendición, no podía decirle que no a su mejor amiga.

-Esta bien, pero si Eren se atreve a lastimarte de nuevo lo castro - Mikasa soltó una pequeña risa ante las palabras de su amiga

La tarde siguió avanzando, mientras ambas se ponían al día sobre todo lo que había pasado en sus vidas en todo este tiempo. Después de pasar una tarde agradable con su mejor amiga, Mikasa decidió regresar a su casa en donde seguramente Eren estaría con su hijo, ahora la simple idea de ver a Eren todos los días la emocionaba, el ambiente de otoño le traía hermosos recuerdos y a la vez un poco nostálgicos, pero estaba decidída en dejar eso atrás, ella ha ia aceptado iniciar de nuevo con Eren. Y a pesar de lo que el hizo en el pasado, el le había mostrado con hechos que en realidad estaba arrepentido.

Recorrió las calles de su vecindario mientras miraba a muchas familias decorando sus casas para Halloween, sería dentro de pocos días, desde que Patrick nació ella nunca optó por celebrarlo, estaba muy pequeño como para que disfrutará pedir dulces esa noche, pero ahora tenía 4 años, su hermoso bebé cada día seguía creciendo más y más, y mediante crecía, se empezaba a parecer más en apariencia a Eren.

Llegó hasta su casa, se aparco, bajo del auto y abrió la puerta, siendo recibida por un fuerte abrazo en sus piernas. Su pequeño corrió abrazarla prácticamente desde que escucho su auto aparcar se, no había visto a su mamá en todo el día y siempre que Mikasa tenía que dejarlo por un largo tiempo, el pequeño siempre se desesperaba por su madre.

Levantó a su pequeño en sus brazos mientras notaba chocolate en el rostro y en toda la boca del pequeño.

-Patrick estas lleno de chocolate cariño - habló ella con ternura limpiando un poco con su dedo la mejilla de su pequeño

-Papi cocino un pastel de chocolate - mencionó el pequeño, y a decir verdad Mikasa no había visto a Eren, era raro que el no fuera a saludarla esta vez

-¿Donde esta tu padre cariño? - preguntó la azabache

-Está en la cocina - dijo el pequeño señalando en dirección a la cocina - pero dijo que no fueras hasta que el te lo diga - Mikasa arqueo una ceja ante las palabras de su hijo

-Y ¿Por que razón? - pregunto Mikasa dándole un tierno beso en las mejillas del pequeño

El pequeño se bajó de los brazos de su madre para después salir corriendo a la cocina sin decir una sola palabra, ella no podía esperar más y camino rumbo a la cocina, quería saber ¿Por qué tanto misterio?, llegó a la cocina y encontró a Eren preparando una hermosa cena, con velas y pétalos de rosas regados por la mesa, algo que ella solía hacer para el en su aniversario. Pequeños momentos nostálgicos llegaron a su mente, de él último aniversario en cual el nunca llegó, recordaba como se sintió ese día, y con todo el dolor que sentía, se fue a dormir esa noche.

Una segunda oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora