Hyacinths // James Sirius Potter

Prólogo

Agosto 11, 2015

LILY

"No importa si soy diferente", se decía mientras caminaba de regreso a casa. "Las grandes mentes de la humanidad habían sido llamados raros, antes de ser llamados genios", pensó intentando darse ánimos.

Esa mañana había pedido permiso a sus padres para caminar al pequeño parque cercano a su hogar; era su lugar favorito para leer, y llegar temprano usualmente evitaba cosas como la que había sucedido.

Su nombre era Emma Green, y en términos prácticos era una pesadilla hecha realidad. Iban a la misma escuela desde jardín de niños, pero nunca pudieron llevarse bien. Todo empeoró cuando había hecho crecer su proyecto de ciencias por arte de magia. Literalmente.

Aquella mañana Emma y un grupo de niños con los que compartía clases habían decidido aparecer por el parque. En cuanto los vio había querido irse, sin embargo, apenas pudo ponerse de pie cuando el pequeño grupo estaba frente ella mirándola como si fuera un zorrillo.

- ¿Qué haces aquí bruja? - había dicho Emma, desaprobado su presencia.

- Es un lugar público y quería leer.

Tenía intenciones de irse lo más pronto posible, tendría que haber supuesto que eso no era parte de los planes de Emma.

- Es obvio que no deberías estar aquí, ni en ningún otro lado donde tengamos que ver tu horrible rostro, rarita.- ignorándola se dio media vuelta, comenzando a caminar a la salida del parque. No duró mucho, antes de sentir un empujón que le llevó directo al pavimento.

- Además de rara eres tonta, bruja. No puedo esperar a que el curso empiece, y recuerdes que sin importar lo que hagas no tendrás amigos, porque eres un fenómeno. Nadie además de tus padres te querrá nunca.- cuando se fue, finalmente se levantó del suelo e intentado no pensar en sus horribles palabras caminó de regreso a casa.

Una vez llegó frente a su hogar, intentó poner su mejor cara para preocupar lo menos posible a su madre, una vez que viera sus raspadas rodillas.

Cuando entró al comedor no esperaba ver a una mujer mayor, de sombrero puntiagudo y anteojos, hablando con sus padres sobre un lugar llamado Hogwarts.

Esa noche cuando se fue a la cama estaba segura de tres cosas. Primero, la magia existía y había una escuela que la enseñaba. Segunda, era una bruja y no en el sentido horrible del sobrenombre que los niños usaban con ella. Y tercero, no estaría en la misma escuela que Emma Green nunca más.

Nota: Lily nunca les contó a sus padres sobre los abusos de Emma Green, para evitar preocuparlos.

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Esta es mi primera vez publicando una historia, así que las correcciones vendrán una vez que la termine y espero que le puedan dar una oportunidad.