El viaje comienza

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Septiembre 01, 2015

LILY

Había estado esperando este día desde que la profesora McGonagall se presentó en su hogar para explicarle que tenía un lugar en Hogwarts.

Tenía todo empacado desde hace una semana. Estaba lista para irse inmediatamente, pero primero quería disfrutar de los últimos momentos con sus padres antes de estar lejos durante los próximos tres meses.

- ¡Lily, baja a desayunar! - gritó su madre.

Revisó una última vez sus cosas, intentando verificar que todo estuviera en orden, luego fue directamente al comedor.

Encontró a su madre colocando el último plato en la mesa, su cabello pelirrojo estaba amarrado en un moño, lista para ir al trabajo. Cuando la miró, no pudo evitar notar la melancolía de sus ojos.

- Buenos días. - dijo antes de sentarse y empezar a poner comida en un plato.

- Bueno días. - su madre hizo una pequeña pausa. - ¿Estás nerviosa? - preguntó.

Asentí, me hubiera gustado decirle que no, pero de verdad tenía miedo.

Nunca había tenido amigos en la escuela porque era diferente a ellos. En Hogwarts no tendría esa excusa, esta vez dependía de ella y temía arruinarlo todo el primer día.

Su padre entró poco después y dieron por concluido el tema.

Los tres hablaron sobre sus planes navideños hasta que fue tiempo de ir a la estación. Habían acordado que su padre la llevaría de antes de ir al trabajo.

Todo el camino fue en silencio, al menos hasta que llegaron al cruce entre las plataformas 9 y 10. Miró a su padre buscando despedirse, le dio un cálido abrazo y había empezado a caminar hacia su destino; frenando cuando la voz de su padre se escuchó:

- Lily siempre he sabido que eres especial, nunca pensé en este modo de especial, aunque puedo asegurar que harás grandes cosas.- hubo un silencio corto entre ambos, hasta que él agregó.- Sé que el tema de hacer amigos te asusta, pero no dejes que eso te impida ser tu misma, si a las personas no les gusta eso, no merecen tu tiempo.

Corrí a su encuentro en un nuevo abrazo, era una de las cosas que sin duda extrañaría, no obstante, tenía que seguir mi camino a lo que parecía una aventura.

La vista del tren escarlata en la plataforma nueve y tres cuartos la dejó sin aliento. Había grandes familias despidiéndose, personas corriendo de un lado a otro e incluso logró ver unos cuantos animales de papel volando. "Podría acostumbrarme a esto". Pensó.

Mientras se disponía a subir a la maquinaria roja, observó a una gran familia de pelirrojos pasar con prisa a su lado. Aunque llamaban la atención, lo hubiera dejado pasar de no ser porque una de esas personas se había estrellado con ella, logrando que ambos cayeran al suelo.

-¡Lo siento mucho! - dijo el chico de cabello azul eléctrico, levantándose rápidamente, sin mirar en mi dirección. Parecía buscar a otra persona.- ¿Estás bien?

- Estoy bien, solo fue el golpe del choque.- contestó mientras se levantaba. El chico sonrió con disculpa en mi dirección, antes de mirarme confundido.

- Nos... ¿Nos conocemos?

- No lo creo, el cabello azul no es fácil de olvidar.- respondí con una sonrisa, y alzando mi rostro para señalar su cabello.

Mi acción generó el efecto contrario al que deseaba, pues el chico apenas vio mi rostro completo, jadeó, mirándome con escrutinio.

Soltó un suspiro. Su primer intento de hacer amigos, un fracaso total, esperaba poder tener más.

Incómoda buscaba reanudar su camino, cuando una mano la detuvo. El chico de antes sostenía su brazo, aunque ahora su cabello no era azul, sino de un rosa brillante.

- Perdón por eso.- dijo soltándome.- Es solo que me recuerdas a alguien. Soy Edward Lupin. Teddy, por favor.- sonrió de nuevo.

- ¿Tu cabello no era azul? - pregunté sin filtro.

El chico -que ahora sabía se llamaba Teddy- soltó una carcajada, logrando que sangre caliente llegara a mis mejillas.

-Soy metamorfomago.

- Oh... - solté sin saber exactamente qué decir.- Que descortés, soy Lily Evans.

- Lily, claro que ibas a llamarte así.- susurró Teddy

- ¿Cómo?

-No importa, ¿Vas a Hogwarts? - asentí aún extrañada por su comentario.- Temo que debemos correr o el tren va a dejarnos.

Comenzamos a correr apresuradamente a una de las entradas. Teddy amablemente había ofrecido ayuda para llevar sus cosas, al menos hasta que encontrara un compartimiento en donde sentarse.

Habían recorrido sólo una pequeña fracción del tren, antes de que Teddy frenara su paso, como si hubiera recordado algo.

- Te recomiendo que estés lista, estoy seguro de que a muchas personas en Hogwarts y en el tren, estarán un poco mmm... Sorprendidas al verte.- mencionó rascando su nuca.

Asentí extrañada. No estaba segura sobre lo que eso significaba. Pero había notado cómo con el transcurso del camino las personas la miraban o susurraban a su paso. Era extraño, quizá era porque sus padres no eran magos o quizá la pelirrojas no abundaban en Hogwarts. Esa idea se descartó al recordar como había conocido a Teddy.

Su cabeza estaba a punto de soltarse a generar teorías sobre ello, hasta que un grito había interrumpido su concentración.

- ¡Teddy! - un niño de cabello azabache y anteojos caminaba en nuestra dirección con entusiasmo.- Te perdimos la pista en la estación.

- Si bueno, estaba ocupado disculpándome.

- ¿Otra vez Ted? - cuestionó el niño con una sonrisa divertida.

- Cállate James.- le dijo Teddy, cuyo cabello se tornaba rosa de nueva cuenta.- ¿Tienes lugar en tu compartimiento?

- Pensé que viajarías con Vic.

-No es para mí.- con un ligero paso me dejó a vista de ese niño llamado James.- Te presento a Lily Evans.

Nota: Teddy había visto fotos de Lily Evans, por eso se sorprendió al ver a la pequeña Lily.

Hyacinths // James Sirius PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora