Puedes empezar de nuevo una nueva historia, tus heridas del pasado no deben impedirlo.
¿Anoche? Anoche no dormí en lo absoluto.
A veces me convencía a mi misma de hacer cierto tipo de cosas, pero en el fondo siempre sabía que no lo iba a lograr. Porque ¿Que podría lograr yo si era tan débil y estaba tan dañada? Exacto, no iba a lograr nada. Por mucho que me convenciera de hacer ese tipo de cosas, no lo iba a lograr. Siempre era lo mismo, y a pesar de ver esa cantidad de errores y de metas no logradas, creía que podría hacerlo de nuevo. Que ilusa había sido todo este tiempo.
Quería tirar la toalla, enserio que quería. Pero no quería decepcionar a Cassie, ella era la única persona que no me veía con lastima, y si seguía por este camino, dónde no lograba hacer nada por mi propia cuenta. Entonces empezaría a verme de esa manera. De la misma manera en que todos lo hacían.
Y eso lo odiaba tanto.
Ya habían pasado seis meses desde ese día.
Ese día...
El dolor de ese día no desaparecía tan fácil. El simple hecho de que hoy se hicieran seis meses, renovaba ese dolor. Y era horrible.
"Nunca debemos sentirnos culpables por algo de lo que no tenemos la culpa. A veces podemos estar en los lugares equivocados y hacernos responsables de lo que no deberíamos. Pero, eso no significa que sea nuestra culpa.
En la vida hay que aprender a caer y volver a levantarse. Cada caída es una nueva oportunidad, a pesar de los variados obstáculos que se crucen en tu camino, siempre debes cumplir la meta propuesta. Porque ¿Rendirse? Jamás."
Leer ese libro desde un principio fue una muy buena idea, y ahora pienso que realmente si valió la pena. Cada recaída que tenía, por muy pequeña que fuera se hacía más llevadera. En estás páginas habían frases tan profundas y tan ciertas...
Me hacía cambiar de opinión casi al instante.
Ese era otro párrafo de un simple libro, pero yo no sentía eso, para mí, era otro párrafo relacionado conmigo, otro párrafo que me hacía cambiar de opinión sobre la vida, otro párrafo que me salvaba un día más.
Había leído al menos unas 20 páginas de ese libro, y me faltaban muchas más, quería llegar al final. Ver qué sucedía.
¿La persona que lo escribió habrá logrado superar su depresión? ¿O hizo que la persona a quien se lo escribió lo lograra?
Quería saberlo, esas dudas me carcomían el cerebro. Tal vez era una estúpida idea querer saber que sucedió, pero quería saber si le había servido a alguien como me estaba sirviendo a mi. Aún había días malos, esos parecían que no se irían nunca. Pero a pesar de todo, sentía que cada día era mejor, que mientras iban pasando los días, las lágrimas eran menos. La soledad se reducía, Cassie era mi compañía. La idea de querer recuperar a Abril y Michael era cada vez más grande.
Mi vida iba subiendo de escala. Si antes era un 2/10 ahora podía decir que iba a 4/10. No era un gran avance a simple vista, pero para mí si lo era.
Pero, a pesar de todo, ese sentimiento de culpa siempre volvía. Nunca me dejaba en paz. Y al pasar de estos meses, había aprendido que nada de lo sucedido fue mi culpa. Mi mente intentaba creerlo, pero mi corazón sentía la culpa cada vez más fuerte. No era algo que yo pudiera controlar, porque si no podía controlar cuando llorar y cuando no, ¿Cómo iba a controlar mis sentimientos y a curar este corazón roto?
Pero eso era lo de menos, comparado con mis otros problemas. Justo en ese momento quería desmayarme y no despertar nunca. Quería salir de mi casa e ir a ver el mundo. Quería lanzarme por aquella ventana de mi habitación. Pero también quería ser feliz.
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¿Quién soy?
RandomAdvertencia: está historia puede contener parejas homosexuales, abstenerse de leer si este tipo de contenido te disgusta. Joana, una chica cuya vida podrías decir es magnífica. Y tal vez si lo era. Lamentablemente el felices para siempre no existe...