𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐀𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 ; sʜɪɢᴀᴅᴇᴋᴜ

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 : 01

Tomó aire antes de abrir la puerta del aula, ya había tenido el tiempo suficiente para poder procesar la información dada por su director y el agente de policía. Tomó la manija de la puerta y la abrió dejando todo el salón nuevamente en un silencio incómodo.

Se acercó a su profesor y le comento las órdenes dadas por el híbrido. Aizawa acepto a regañadientes las órdenes permitiendole a su alumno más problematico retirarse para poder acomodar su nueva habitación para que la pequeña Eri estuviera con él en su dormitorio.

Midoriya tomó la mano de la infante con delicadeza evitando hacerle daño y salió del aula sin despedirse o ver a alguien. Caminaban en silencio sin ser ni incómodo ni cómodo, solo un silencio más.

Los pasillos estaban vacíos, ni un estudiante ni algún profesor estaba, solos ellos dos. Faltaba menos de dos horas para que las clases dieran fin y todos fueran a sus residencias para descansar y disfrutar la noche ya sea solo, con sus amigos o haciendo tarea.

—Mamá —Le llamó Eri, Midoriya paró y la miró con una suave sonrisa en su rostro —¿Todavía me quieres?

Abrió los ojos con sorpresa ante la pregunta de la menor, sus manos jugaban con el vestido amarillo que portaba esperando una respuesta.

—Es cierto, ha de pensar eso por el incidente del gimnasio —Pensó agachándose a la altura de la menor antes de abrazarla con cariño, sabía que aún no le tenía un cariño especial a aquella niña pero si realmente era su hija no podía evitar querer remendar su error —Claro que te quiero, no podría dejar de querer a una niña tan bonita y amable cómo tú.

—¡Yo también te quiero mamá! — Respondió con rapidez, abrazándolo con fuerza mientras restregaba su mejilla junto a su hombro.

—Vayamos a los dormitorios para preparar tu habitación —Menciono antes de separarse y volver a tomar la mano de la menor retomando su camino. No estaba seguro de lo que hacía ni mucho menos del porque tenía ese impulso pero sin duda alguna se sentía bien el escuchar a la menor llamarle mamá y decirle que le quiere.

No tardaron en llegar a los dormitorios donde cementoss ya le había explicado lo que había hecho para crear una habitación más grande para los dos menores. Su habitación había sido unida con la de la izquierda que se encontraba libre en ese momento creando una más grande, ya habían llevado una cama extra junto a un par de taburetes más para las cosas de la menor.

El balcón estaba en medio de todo al igual que la puerta y su cama había sido recorrida a la pared derecha entre dos taburetes y en la pared al lado del balcón estaba su escritorio. Al fondo al lado de la cama de Eri estaba el armario con todas sus cosas que habían tenido que guardar para hacer las modificaciones.

—El director Nezu les dió ésto para que la niña se sienta cómoda en su estadía aquí —Dijo Cementoss colocando una cajas en el suelo y entregándole dos sobres de color blanco.

—Si... —Murmuró por lo bajo recibiendo las cosas, hizo una reverencia en forma de agradecimiento permitiendole al mayor retirarse. Dejo los sobres en sus taburetes y se dispuso a abrir las cajas.

—¿Que es, mamá? —Preguntó Eri mirando con curiosidad el contenido.

—Es para tu cama —Le sonrió con cariño mientras sacaba las cosas de la primera caja. Una colcha de color morado pastel, dos cobijas blancas junto a una sábana del mismo color —¿Quieres ayudarme a ponerlas?

—¡Si! —Respondió de manera rápida mientras ayudaba al pecoso a cargar la sabana. Colocaron las cosas sin mucha dificultad y en modo en que Eri las pedía.

Eri se dirigió a la otra caja que la llevaba jalando al no poder cargarla, se subió a la cama en el momento en que Midoriya le ayudo para ver el contenido. Dos almohadas grandes blancas y una más pequeña de color Morado; las colocaron en su lugar permitiendole a la más pequeña acostarse y comenzar a dormitar.