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Ya estaban todos acomodados sobre la manta, comiendo y charlando.

—Este torta está bárbara, Louis. ¿La hiciste vos? - Preguntó Liam.

—No, la hizo mi amiga Natalia. Yo solo sé hacer helados. - Confesó el ojiazul. - ¿Y vos hiciste estos sándwiches?

—Sí, los hice yo mismo. - Dijo feliz el ojimiel.

—Y son mis favoritos. -Dijo Zayn, dándole un mordisco. - Cada vez te salen mejor, Li.

—Lo sé, crema de maní con mermelada de arándanos. - El ojimiel sonrió hacia el moreno con una mirada profunda. - ¿Te pasa algo, Niall? - Preguntó al ver que el rubio lo observaba.

—No. -Contestó seriamente, jugueteando con la mano de su novio quien la acarició lentamente.

—Te traje tu comida favorita también. - Dijo Liam mirando la interacción entre los dos.

—Yo no veo ninguna pizza aquí. -Dijo el rubio observando la comida.

—Creí que tu comida favorita eran las hamburguesas con cheddar. - Aclaró el moreno.

—No, su comida favorita es la pizza de Nandos y el guiso de lentejas. -Dijo Shawn apartando la vista del libro que estaba leyendo hace rato. — Además, las únicas hamburguesas que le gustan son las del restaurante "Boinguor Boy".

—Exacto, Shawn, me conocés tan bien. -El rubio le sonrió a su amigo.

—¿Podría preguntarles sus edades y sus gustos? — Preguntó el ojiazul interrumpiéndolos. -Para conocer un poco más de ustedes.

—Por mí no hay problema, yo tengo dieciséis años. -Dijo el rizado. -¿Y vos? -Volvió a preguntar Shawn.

—Bueno, como ya le dije a Harry, tenemos la misma edad, diecisiete. Solo faltan ustedes tres. - Señaló a los tres chicos que estaban tomando fotos.

—Claro, yo tengo diecisiete también y mi novio tiene dieciocho. -Dijo el rubio mientras seguía jugueteando con el moreno.

—Yo tengo dieciocho y, respecto a lo que nos gusta hacer, a mí me encanta cocinar. Preparo cualquier comida, pero siempre con algo de diversión, como esos helados que dijeron que hacés tú.

—En realidad, yo solo hice la mayoría, todos son hechos por mi abuelo. Yo solo los sirvo y si nos quedamos sin nada preparo algo que se me ocurra. Por ejemplo, ahora quiero hacer algún helado que tenga un precioso color esmeralda. - Sonrió hacia el ojiverde, quien tenía sus mejillas rojizas.

—¿Te gusta trabajar ahí? Parece un sueño trabajar en ese lugar.

—Lo es. Desde que mi abuelo me dijo que necesitaba que trabajara ahí porque se sería enfermo, me puse feliz. Trabajar en ese lugar tan soñado, pero también triste de que mi abuelo esté mal y que las personas que ya lo conocían lo lleguen a extrañar. Y así fue, todos me preguntaban dónde estaba mi abuelo, que era el que siempre los atendía en la heladería.

—Espera, espera. -Lo interrumpió el ojiverde sorprendido. - ¿Don José es tu abuelo?

—Sí, yo lo llamo DJ y a él le gusta que le diga así, lo hace sentir más joven y si eso lo pone feliz, a mí también.

—Tu abuelo es una gran persona, Lou. Él siempre me animó y me trató como a un nieto más cuando salía del colegio e iba a comprar un heladito para recargar energías después de tantos estudios. ¿Cómo está él ahora? Hace seis meses que no lo veo.

—Él está enfermo, Harry. Por eso me pidió que me hiciera cargo de la heladería, porque dijo que Ice Cream of Love nunca debería cerrar, porque es la heladería para crear amor y no desamor. Y que con su cierre estaríamos como en el final de Romeo y Julieta, así mismo lo dijo. -Rió un poco. -No está del todo bien, él suele olvidarse de las cosas rápidamente y ya casi no puede levantarse solo. -Dijo con tristeza en su voz. -Sabes, Harry, cuando volvía de la Ice Cream of Love, me contaba que siempre iba un chico de mi edad con el que hablaba muy seguido y le contaba sus problemas. Me decía que era una persona muy dulce y amable y por lo que me cuentas no hay duda de que esa persona eres tú. Eres tan adorable como él lo dijo.

Ice cream of love (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora