𝑪𝒊𝒏𝒅𝒆𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚 | 𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏

𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

El sonido del móvil resonó por todo el cuarto, Hyunjin ahogó un grito y corrió hacia su mochila para contestar la llamada. Im Nayeon.

—¿Dónde estás, Hwang? ¡tengo una cena importante hoy! ¿se te olvidó? —escuchó los gritos exasperados de la mujer al otro lado de la línea.

—Disculpame, Nayeon~ssi, ya estoy en camino —susurró Hyunjin, mientras empezaba a recoger sus pertenencias.

—¿Por qué susurras? mira, Hyunjin, me llegó a enterar que...

No llegó a escuchar las últimas palabras porque ya había despegado el móvil de su oído y había colgado. Hyunjin rodó los ojos y suspiró profundamente, antes de salir por la ventana y dirigirse a comprar los ingredientes para la importantísima cena.

Al cabo de una hora después, llegó a la mansión, abrazando las bolsas con ayuda de sus dos brazos. Como pudo, abrió la puerta, encontrándose con dos pares de ojos mirándola fijamente.

—Si me disculpan, necesito ir a preparar la cena —Hyunjin les regaló una sonrisa falsa, mientras les indicaba con la mirada que se apartaran de su camino.

—Entonces ya sabes quién viene a cenar, ¿no? —cuestionó Changbin alzando una ceja.

—Es el que te gusta, Hyunjin... Lee Felix —mencionó con evidente burla.

Hyunjin quedó paralizado por un momento.

—P-pero, ¿qué cosas dicen? a mí nunca me ha gustado —balbuceó evitando sus miradas cómplices.

Changbin y Seungmin soltaron risas, para luego arrastrar a Hyunjin junto con las bolsas hacia la sala y lo sentaron en el gran sillón blanco frente al televisor. Changbin presionó el botón de “reproducir”, proyectando en la pantalla un video de un Hyunjin de 15 años con brackets y sosteniendo una revista en donde se apreciaba a Lee Felix.

“Hola, soy Hyunjin y quiero mandarle saludos a Lee Felix, es el mejor”.

Hyunjin escuchó las risas que soltaron los hermanos, cada uno a lado de él. Apretó la bolsa de los ingredientes fuertemente, se sentía enojado, impotente, frustrado. Hyunjin no comprendía porque los hermanos siempre lo habían molestado y humillado; ¿qué les había hecho?.

—¿Revisaron mis cosas? —preguntó mirándolos con demasiado odio. Esto estaba cruzando los límites, definitivamente.

Trató de levantarse, sin embargo, los hermanos lo retuvieron colocando una mano en sus hombros, impidiendo que se fuera.

—Esto se pone cada vez más interesante, Hyunjin —murmuró Seungmin en su oído.

“Te amo demasiado, Felix, eres un sueño”.

Hyunjin cerró sus ojos apretándolos fuertemente, sin intención de volverlos abrir. Sabía que iba a ocurrir en esos próximos segundos, sus labios pegados a la cara de Felix. Escuchó, nuevamente, las risas burlonas de los hermanos, Hyunjin solo quería en ese momento que la tierra lo tragase.