𝐎𝐧𝐜𝐞

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Felix volvió a impedir que se fuera tomándolo del brazo y volteándolo chocando su pecho con el de él

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Felix volvió a impedir que se fuera tomándolo del brazo y volteándolo chocando su pecho con el de él. Colocó una mano en su mejilla, inclinando su cabeza a un lado para verlo mejor, pero Hyunjin no cooperaba. El coreano removió su agarre y se alejó haciéndole saber que no quería tener ningún contacto físico con él.

—Hyunjin, escúchame, por favor —suplicó el pelinegro mirándolo con completo dolor.

—No importa, Felix, déjalo estar. Adiós —dió la vuelta y empezó a caminar lejos de él.

Pero esta vez, el pelinegro se había quedado estático en su lugar, sin perseguirlo aunque las ganas de hacerlo eran incluso más fuertes. Enojo, rabia, frustración eran las sensaciones que sentía Felix en aquella mañana.

La hora del almuerzo llegó y Jisung había decidido ayudarlo a saber el porqué de la actitud de Hyunjin y su fuente de información era más ni nada menos que Lee Minho. El rubio se encontraba en el salón de clases hablando con otro de los estudiantes, ambos chicos carraspearon interrumpiendo la conversación.

—Minho, bonito —lo llamó Jisung con una sonrisa, sin embargo, sólo recibieron una mala mirada —necesitamos tu ayuda.

—No y lárguense —fue su respuesta final, antes de volver a ignorarlos nuevamente y cerrar la puerta del salón con pestillo.

—La puerta de atrás —susurró el castaño y ambos corrieron hasta allá antes de que Minho lograra cerrarla —tienes que escucharme, nene.

Minho soltó un grito de frustración —¿Qué necesitas, Felix?, ¿otro chico con quien puedas jugar con sus sentimientos?.

—Hey, nene, no, no le hables así —se interpuso Jisung negando con la cabeza.

—Le rompió el corazón a mi mejor amigo, ¿cómo se supone que le tenga que hablar? —preguntó incrédulo y con los brazos cruzados.

Felix se sentía confundido y atacado, no
comprendía absolutamente nada.

—¡No sé de qué me hablas, hyung! te lo juro —habló desesperado y llevándose las manos a la cabeza, desordenándolo.

—No te hagas el tonto, Felix. Lo engañaste, así que te sugiero que te desaparezcas de mi vista antes de que te golpee —amenazó rabioso.

—Eso no es cierto, jamás lo engañaría.

Minho rió sarcásticamente —Es curioso porque él te vió con el estúpido de Jeongin.

Aquella confesión golpeó al pelinegro haciendo que cayese en la realidad, Jeongin les había tendido una trampa. Respiró profundamente intentando controlarse.

—¿Hyunjin estaba ahí cuando Jeongin se coló a tu casa? —preguntó Jisung sorprendido.

—No paso nada, hyung, créeme. Sí, él estaba en mi casa, pero te lo juro, no hay nada entre nosotros, me tendió una trampa —explicó entrelazando sus dos manos y mirando a Minho, frustrado —no engañaría nunca a Hyunjin, tienes que creerme.

𝑪𝒊𝒏𝒅𝒆𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚 | 𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora