Capítulo 5

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Gema


―Supongo que quieres hablar de las reglas―bufé

―Si, es importante aclarar esto si queremos que funcione―soltó

Me acomode en la cama y hago un ademan para que continúe

―Es probable que varias de las reglas no te gusten, ―inició

―Está bien―respondí. Sabía perfectamente a lo que me arriesgaría al aceptar esta relación si es que se podía llamar así.

Luke me extendió una carpeta

―Aquí están todas las reglas, ―recojo la carpeta y la abro encontrándome con un documento demasiado elaborado.

Comencé a leerlo cuidadosamente.

Reglas

•Confidencialidad: Nadie debe saber de la relación, es totalmente secreta.

•No enamorarse: en ninguna circunstancia involucrar sentimientos, de lo contrario se terminará la relación.

•No celos

•Exclusividad: No se permite establecer vínculos con otras personas, la relación será monógama por completo.

Apenas termine de leer respire hondo.

―Luke...―balbuceé, antes de continuar me interrumpió nuevamente

―Gema, sabes perfectamente que no soy un hombre de relaciones. Nunca repito, nunca duermo con ellas y desde hace mucho tiempo que monogamia. Eres la única mujer con la que deseo estar más de una noche y es por esto por lo que he decidido hacer esta especie acuerdo. ―hace una pausa. ―No te prometo amor, porque solo me interesa follarte.

Mi pecho se oprimió con lo último.

Él continuó hablando

―Necesito que firmes esto si estás de acuerdo―replicó

Asentí

―Está bien Luke, estoy de acuerdo con todas las reglas―mencioné y pude ver alivio en sus ojos.

Luke fue hasta el velador y cogió un lápiz y me lo extendió

Lo tomé y firmé el acuerdo.

Luke tomo el papel y lo dejo en la mesita de noche. Luego, se acomodó en la cama y me observo.

Nos miramos por un minuto que se hizo eterno, entonces cuando iba a hablar me tomo fuertemente del cuello y me estampo sus labios con los míos. Su beso era hambriento, desesperado. Jadeé en busca de aire y gemí cuando volvió a besarme con rudeza. Me recostó nuevamente en la cama y sentí su erección por sobre la tela de su bóxer, restregándose y frotándose contra mí. Bajé mis manos y se los quité como pude.

―Luke...―gemí sobre sus labios.

Él se froto más logrando que nuestros sexos se toparan piel con piel y sonrío

―Por favor...―rogué

―Por favor qué―replicó

―Por favor follame, te necesito dentro de mí―apenas solté esas palabras Luke me embistió por completo y lo escuché jadear. Comenzó a moverse rápido dentro de mí y grité cuando el primer orgasmo me alcanzó. Acaricie su espalda y la arañe mientras el seguía moviéndose para encontrar su liberación. Gruño en mi oído cuando colapso dentro de mí.

―Eso...fue...increíble―susurré cuando mi respiración me permitió hablar.

―Y espera a que te folle de verdad―respondió y abrí los ojos sorprendida y así continuamos toda la noche follando como unos conejos desesperados, sabía que al día siguiente despertaría adolorida.

Pasé todo el fin de semana con Luke en su departamento. Me follo por horas hasta que se sació.

Cuando llegué a casa estaba agotada y toda adolorida, tomé una ducha caliente y me relajé por unas horas, luego me puse pijama y me dormí.

―――――――⁂⁂⁂――――――

―Luke. Para ya―reí mientras trataba de apartarlo de mi cuello. Por primera vez en mucho tiempo me siento feliz. Ha pasado un mes desde que firme el acuerdo con Luke y hemos estado follando como locos.

Realmente es insaciable.

―Te necesito...―gimió presionando su entrepierna a mí.

―Luke no...―lo separé y me miró entrecerrando los ojos ―Estamos en la oficina, no podemos―recalqué.

En el momento que iba a replicar la puerta se abrió y una mujer alta de pelo rubio y curvas escandalosas apareció en la puerta; Posó su mirada en Luke y luego en mí. A él lo miraba con deseo y a mí con asco.

― ¡Oh dios mío! Lo siento querido, no quise interrumpir―se disculpó mientras se adentraba en la oficina. Sus disculpas no sonaron para nada sinceras.

Luke se separó por completo de mí. Me acomode de inmediato la falda.

―Katia―dijo Luke acercándose a ella sonriendo y la abrazo.

Con solo ese gesto me causo un amargo sabor en la boca.

―Mi Hamilton favorito―susurro ella correspondiendo el abrazo.

Sentí que en ese momento sobraba así que me apresuré a salir. No me gustaba lo que estaba sintiendo al verlo con otra abrazado y me repetí mentalmente la tercera regla. No Celos.

Cuando dejaron de abrazarse respiré hondo y hablé

―Con permiso, los dejare solos. ―dije sonriendo. ―Sr Hamilton recuerde que en una hora tiene reunión con los accionistas―mencioné con frialdad.

Luke me miro sorprendido por mi tono hacia el

―Ok, ―respondió en el mismo tono sentándose en su escritorio y haciéndole una seña a la mujer que se encontraba ahí para que se sentara y salí de la oficina.

Cuando llegué a recepción me encontré con Carla quien miraba hacia mi dirección sorprendida

―Gema, ¿Estas bien? ―preguntó mirándome preocupada. ―Estas pálida

Sentía mi cuerpo tiritar. No me gusto la forma en que Luke miró y abrazo a esa mujer, pero sabía que no podía reclamarle nada. Al fin y al cabo, no estábamos en una relación como tal y había un acuerdo que había firmado por voluntad propia.

―Si, estoy bien―dije mientras me dirigía hacia mi oficina.

Me senté y suspiré. Luke estuvo encerrado con aquella mujer hasta la reunión, en la cual ella también estuvo presente lo que me pareció aún más raro.

―Señores, lamento la tardanza―dijo Luke entrando en la sala del brazo con ella riendo. ―Les presento a Katia Chadwid, una vieja amiga y nuestra nueva socia―mencionó.

Durante toda la reunión Luke no me dirigió la mirada en ningún momento. Era como si no estuviera ahí, trate de ignorar la opresión en el pecho que sentía con su lejanía. Ella notó mi mirada hacia él y me sonrió divertida.

Luego de una hora se dio por finalizada la reunión. Todos los accionistas se despidieron de Luke y estrecharon su mano a Katia. Iba a salir de la sala cuando escuché la voz de Luke en mi espalda.

―Gema―dijo mirándome fijamente como si intentara descifrarme

―Dígame ―le respondí profesionalmente.

―Iré a almorzar con Katia, por favor cancela todas mis citas posteriores y déjame en el escritorio los detalles importantes de la reunión ―exclamó y mi corazón se estrujo con la frialdad de sus palabras.

No dije nada, solo asentí y me di la vuelta caminando hacia mi oficin

Duele Amar(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora