CAPÍTULO 12

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A McGonagall se le fue la respiración ella caminó varios pasos hacia atrás amenazando con desvanecerse en cualquier momento, se llevó una mano en el pecho y abrió los ojos de par en par, Harry hizo un movimiento con su varita acercando una silla tras la educadora que cayó súbitamente sobre ella ,

Harry había sido muy frontal, lo sabía, pero la verdad, él no estaba para dar muchas explicaciones y lo primero que se le ocurrió para que la profesora se de cuenta de la magnitud de la situación, era enseñarle el giratiempo que ella misma le había dado, Harry hizo otro movimiento de varita.

— ¡¡Muffliato!! — dijo y un torrente de aire caliente rodeo la oficina,

El pelinegro se acercó con grandes zancadas  a McGonagall que parecía catatónica,

— Profesora vine del futuro — dijo Harry con la respiración agitada, luego se pasó por encima de la cabeza la fina cadeneta resplandeciente del giratiempo y se la enseñó más de cerca, McGonagall miró el brillante giratiempo, la misma centelleo como saludándola, ella levantó lentamente unas manos temblorosas, detuvo sus manos en el aire y de pronto giró rápidamente la cabeza hacia la esquina de la oficina donde estaba los adornos y los cuadros.

— Sí, de ahí la quitó y me la dio profesora — le afirmó el pelinegro, McGonagall volvió unos ojos desorbitados y asustados hacia el muchacho, y con una veloz reacción  tomó el giratiempo y lo examinó febrilmente, detalle por detalle, sus ojos se movieron presurosos sobre el giratiempo.

Su respiración se volvió agitada y exaltada , sus desorbitados ojos estaban en el pequeño reloj de arena, se levantó y empezó a caminar frenéticamente por toda la oficina.

— No puede ser , no puede ser, no puede ser, no puede ser — repetía McGonagall en un hilo de voz tan rápido e incrédula que Harry apenas lo entendía,

— Sí, sí puede ser Profesora — replicó Harry, McGonagall se detuvo en seco y giró sobre sus talones hacia Harry, observando al pelinegro con los ojos casi saliendo de sus cuencas.

— ¡¡¡Potter!!!, yo nunca le daría ésto tan importante, y menos a usted!!! — McGonagall se llevó una mano a la cabeza con desesperación.

— Pues si, me la dio a mí profesora, porque.. Porque...— Harry calló.

McGonagall lo miró atentamente con los ojos muy abiertos y avanzó unos pasos hacia el muchacho que ahora se había puesto nervioso.

—¡¡ Qué pasó Potter !!, dígame qué pasó!!!, tuve que estar desesperada para entregarle algo tan valioso a usted,

— Humm... — dijo Harry apretando los labios, y pensó que McGonagall no le tenía ningún ápice de esperanza por decir que sólo con una desesperación extrema le confiaría el pequeño reloj.

— Siéntese profesora — le dijo el pelinegro con voz tranquila, McGonagall se llevó la mano a la boca, ¿¿era tan grave??,
— Es mejor que se siente — le volvió a decir Harry, la educadora fue nerviosamente a sentarse.

Harry pensó en conjurar unas tazas de té para que la profesora se tranquilizara, pero lastimosamente él no tenía ni la más remota idea de cómo conjurar unas tazas de té de la nada, nota mental, se lo iba a pedir a Hermione que se lo enseñara, algo en él se alegró al pensar que podía volver a decir esa frase," Hermione me lo enseñará", eso sería una excusa más para estar con ella.

Al parecer McGonagall le leyó el pensamiento porque ella movió su varita y dos tazas de té aparecieron de la nada flotando frente a ellos,

La profesora agarró su taza en el aire aún con manos temblorosas y Harry también lo tomó.

Eterno, a través del tiempo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora