CAPÍTULO 7

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Me desperté totalmente desorientada, sin saber dónde me encontraba ni si era de noche o de día. Cuando conseguí enfocar la vista, reconocí las paredes azules del hospital. Pude sentir una mano que sostenía la mía firmemente. Era Bruce quien parecía estar sumido en sus pensamientos. En la cama de al lado yacía Alfred durmiendo tranquilamente.

-Bruce-pronuncié con voz suave.

Él me volteó a ver con sorpresa.

-Hana, ¿te encuentras bien? ¿Cómo te sientes?-Se preocupó él.

-Estoy bien, tranquilo. ¿Cuánto tiempo llevo aquí dormida?-Pregunté.

-Dos días. Estabas inconsciente debido al humo que respiraste, causado por la explosión de la bomba-respondió Bruce tranquilamente.

-¿Alfred está bien?-Pregunté.

-Sí, el se llevó la menor parte. Tú tienes quemaduras de segundo grado en la espalda y en los brazos, además de las contusiones que te dejó el golpe y el humo en los pulmones-respondió Bruce-. De todas formas, ya te han hecho pruebas y han descartado todo tipo de daños, así que todo está perfecto. Solo tienes que ponerte esta pomada y descansar por tres días más.

-Está bien-asentí-. ¿Qué pasó con Enigma?

-No quiero hablar de ello, pero estuve 4 horas hasta que descubrí que el huérfano al cual pensaba atacar era yo. Al parecer, era su forma de vengarse por lo que mi padre había hecho. Él también se vio envuelto en asuntos corruptos. Ha colgado en los medios de comunicación un video sobre mis padres y su relación. Prácticamente todo lo acontecido en sus vidas-respondió Bruce.

Sabía que no entraría en detalles, pero tampoco pensaba obligarle a que me contase. Simplemente tomé sus manos en señal de apoyo.

-Bruce, seguro que sea lo que sea que sucedió, tiene su explicación. Una razonable-dije.

-Así es. He hablado con Alfred al respecto-aceptó Bruce-, aunque me es difícil aceptarlo.

-Nadie va a juzgarte, Bruce. Lo que hicieran tus padres, no tiene nada que ver contigo. Sus razones tendrían, supongo. No eres responsable de ello. Lo que tú puedes hacer es librar a Gotham de toda esa gente y mirar por lo que quieres tener en tu vida y lo que puedes perder-hablé suavemente.

Bruce se dedico a meditar mis palabras.

-¿Cómo es posible que no sepas sobre empresariales, pero se te den tan bien las palabras?-Preguntó Bruce sonriendo.

Me encogí de hombros.

-No lo sé. Dímelo tú-aceptaba de igual manera.

Nos besamos dulcemente.

-No vuelvas a asustarme así, ni a ponerte en riesgo, por favor-pidió Bruce-. Tú y Alfred sois lo único que quiero tener y nunca perder en mi vida.

Asentí con la cabeza.

-Te lo prometo-aseguré.

Volvimos a besarnos y luego, me pidió que descansara, que él iría a buscar a un doctor para que me revisara y así, asegurarse de que estaba en perfecto estado.

* * * *

Al cabo de unas semanas, estando ya recuperada, sufrimos los peores daños que podían ocurrirle a la ciudad. Enigma fue descubierto y capturado, pero había provocado el caos en toda la ciudad. Yo estaba en la Torre Wayne, preocupada por todo el desenlace de aquello, mas, tras muchas horas, recibí una llamada por parte de Bruce, con la cual pude suspirar en paz. Él estaba bien y ahora, lo único que había que hacer, era reparar toda la ciudad y salvar y ayudar a las personas heridas. Todo esto duró alrededor de un mes.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora