Un matrimonio con muchas dificultades por la doble vida de él, pero siempre se dice que el amor todo lo puede. ¿Y si no fuera así? ¿Y si el matrimonio se viniera abajo por todas esas dificultades? ¿Ellos podrán tener su final feliz?
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Me desperté de golpe, sintiendo como el colchón se hundía a mi lado. Me giré de costado para observar los ojos de mi esposo.
-Lo lamento. No pretendía despertarte-se disculpó Bruce con voz suave.
-No importa. Lo que me importa es que estás aquí. ¿Estás bien?-Pregunté mirándolo atentamente.
-Sí, cariño. Estoy bien. Además, te prometí que volvería y eso he hecho-habló Bruce.
Yo solo lo abracé, enterrando mi rostro en el hueco entre su hombro y su cabeza. Él me rodeó y acarició mi cabello tranquilamente.
-Eres lo que más amo en este mundo. Si algo te pasara, yo no...sabría cómo seguir sin ti-dije con voz temblorosa.
Y era verdad. Llevábamos casi 2 años casados, 10 años de relación en total. Prácticamente, éramos el soporte del otro y si uno faltase, no podríamos describir el sentimiento de vacío y de dolor que nos cubriría día y noche.
-Hana, linda. Eso no pasará. No ahora ni pronto. Tú, sabes por qué hago esto, entiendes mis razones, ¿verdad?-Habló Bruce.
-Sí, es una de las muchas razones por las cuales te amo, por las cuales estoy aquí, contigo-asentí inmediatamente.
-Pues justo por eso, no me voy a dejar vencer. Quiero un mundo mejor para la ciudad, para todos sus habitantes, para Alfred y para ti. Sin excepciones-aseguró Bruce.
Yo asentí con la cabeza, apretándome levemente contra su cuerpo. Él solo lo aceptó, dejando besos en mi cabello y en mi frente.
-Vamos, sigue durmiendo. Estaré aquí-dijo Bruce.
-¿No irás a la empresa?-Pregunté.
-Sabes que no soy de mostrarme mucho en público. Únicamente voy a la empresa cuando tengo juntas importantes, en las cuales debemos estar presentes-respondió Bruce-. Y hoy, no es el caso. Como mucho, estaré en la cueva, haciendo mi labor de vigilancia como Batman, pero sin moverme, a no ser que sea estrictamente necesario.
-De acuerdo-acepté.
Y me recosté en la cama, a la vez que lo hacía él también, para posteriormente, apoyar mi cabeza en su pecho y dormir por algunas horas más.
* * * *
31 de Octubre. El día de Halloween. Fecha señalada para el mayor número de crímenes posibles en Gotham. Curioso, ¿verdad? Pero así es, en su mayoría, debido a que la gente va disfrazada y por consiguiente, pasan en varias ocasiones de manera inadvertida. Y todo esto, significaba un nuevo indicio del trabajo que tenía mi esposo. Una noche más de preocupación para mi.
Me arreglé por la mañana de manera formal, dado que había una importante reunión en la empresa de mi esposo, y dado que él se había encerrado en su cueva para ver que todo se mantuviera bajo control, yo tenía que ir en representación. ¿Me enteraré del tema? Probablemente no, pues no soy buena en temas de empresariales. Sin embargo, haré mi mejor esfuerzo y le relataré a Bruce lo que suceda a nivel muy general. La ropa que usaría el día de hoy, sería esta:
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