capitulo 4

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--¿Quieres volverte una caballera?-- pregunto mientras dabamos un paseo.

--suena a una locura, lo se-- lleve ambas de mis manos a mi cintura. --pero quiero ser como tú, papá. Pelear junto a ti--

--¿Junto a mi?-- sonrió. --espero nunca tenga que llegar ese dia, Vitalys--

--¿Y si llegase?-- pregunté. --quiero ser parte de ello, no una princesa que escapa mientras deja a los hombres hacer todo el trabajo--

Mi padre me miro unos segundos.

--sin dudas Rhaenyra fue quien cuido de ti-- dijo sonriente. --puedo ver su determinación en ti--

--me alegra oír eso-- admití. --y el dia que ella sea Reina se que muchas cosas cambiaran, estoy segura de eso--

Daemon se detuvo frente a mi, parecia haber decidido algo en su mente de lo cual quería contarme.

--hoy a las 6 en el campo de entrenamiento-- dijo antes de largarse.

--¿Vas a..entrenarme?-- pregunté.

--primero enseñame tu potencial, solo entonces decidire-- dijo antes de marcharse.

Luego de esa tarde, donde fuí capaz de casi atacar a mi padre con la espada de madera, todos los dias a las 6 de la tarde practicabamos por una hora.
Incluso si el clima era frio, aunque hubiera lluvia o rayos cayeran del cielo, siempre practicabamos.

 Incluso si el clima era frio, aunque hubiera lluvia o rayos cayeran del cielo, siempre practicabamos

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(Un mes después)

--ahí estan-- dijo laena, la cual se sentaba con cierta dificultad debido al bebé en su panza.

--¿Necesitas algo?-- pregunté ayudandole a sentarse.

--no gracias, cariño-- agradeció aceptando mi ayuda.

--Vitalys, ve con tus hermanas-- ordenó mi padre.

Luego de acomodar la almohada de Laena, fui hasta la habitación de las niñas.
Ambas guardaron silencio en cuanto me vieron entrar, les mire levantando una de mis cejas, luego rieron.

--¿Ya regresaron de su viaje?-- preguntó Baela.

--asi es-- me senté sobre una de las camas. --les traje algo--

Saque de mi bolsillo dos piedras moradas.

--¡Amatistas!-- dijeron a la vez que cada una tomaba una.

--se que es su favorita, asi que tome "prestada" dos-- sonreí.

Ambas niñas me agradecíeron, prometiéndo que las guardarán como un preciado regalo.
Mientras platicabamos, un cuervo llego a la habitación, este traía un papel enredado en su pie.

"Mi preciada vitalys, escuchar como has crecido mediante tus cartas e historias contadas por pueblerinos llenan el vacío de tu ausencia en el castillo.
Han sido tres largos años, escuche sobre tu dragón y posición como acompañante de tu padre en las disputas.
Aprendiste a hacerte valer, y es de admirar.
Recuerda, aun tienes un lugar en el castillo.
Atentamente, Rhaenyra targaryen"

𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐝 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬 -aemond targaryen-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora